Capítulo 44

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Miraba fijamente el espejo frente a la cama, todo se encontraba oscuro y lo único que se lograba ver era unos suaves rayos de luz lunar entrando por la ventana con las cortinas entre abiertas

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Miraba fijamente el espejo frente a la cama, todo se encontraba oscuro y lo único que se lograba ver era unos suaves rayos de luz lunar entrando por la ventana con las cortinas entre abiertas. Suspire y tome el brazo que se encontraba sobre mi cintura dejándolo con cuidado precaviendo que la castaña no despertara, se veía cansada y tenía el sueño pesado, así que no fue demasiado difícil para mi levantarme de la cama sin que se percatara, en cambio se acurrucó apretando las cobijas.

Medio sonreí con pena observándola respirar completamente tranquila con su pecho subiendo y bajando transmitiendo una paz que necesitaba en el momento.

Sorbí mi nariz y caminé a la ventana observando el cielo estrellado, apoyé mi codo en el marco de esta concentrándome en las miles y miles de estrellas brillantes.

Nunca me había sentido de este modo, nostálgica, melancólica, destrozada. Bueno, por lo que me ah dicho Olivia mientras me consolaba por horas, se le dice corazón roto y es increíblemente doloroso y insoportable, me colocaba débil y no me gustaba sentirme de esa manera, nunca.

Antes en pensar en la simple idea de que el lindo y tierno chico de cabellos castaños que tanto amaba me hiriera de esta manera era imposible, pero ahora era así y aún no lo podia creer. Bueno, no quería aceptar que lo nuestro había terminado tan rápido, que haya sido tan efímero.

Y como si hubiese sido hace segundos haya leído me llegó inmediatamente la frase que leí en el clásico libro de Romeo y Julieta, "es casi ley, que los amores eternos sean breves"

Joshua era mi amor eterno que no había durado lo suficiente, pero ahí está y probablemente nunca se removería, era la completa realidad.

Nunca había amado a alguien con esta intensidad y nuestra relación había durado al menos un par de meses.

Pero tenía algo claro, nuestra historia no había llegado a su fin, porque mientras mi corazón esté aún amando a Joshua Bassett, no terminaría nada.

Cerré mis ojos con fuerza girándome nuevamente para observar a la linda castaña que se había convertido en mi soporte con esta ruptura, que se había quedado en una fría playa recibiendo por horas la fría brisa del mar, apoyándome sin descanso. Sabía que ella era todo lo que necesitaba ahora, necesitaba aferrarme a los que me amaban para salir de este hoyo de sufrimiento.

Sonreí enternecida a Liv que se giraba en toda la cama para arrugar su nariz tiernamente, entonces abrió los ojos con lentitud observándome por la oscuridad con cansancio.

— Emma ¿que haces ahí? — preguntó con la voz ronca que aún así era preciosa.

— Pensaba — hable suavemente para volver a la cama a paso lento sentándome en el borde.

Increíblemente no tenía nada de sueño, ya no podía seguir durmiendo, si, claro, estaba más cansada que el infierno tanto física como psicológicamente por estar llorando, por gritar hacia el cielo para desquitarme junto a mi amiga, que hizo por un momento un bien para mi.

EXCHANGE, Joshua BassettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora