Capítulo 26

309 47 71
                                    

Esto "~•~" significa que el personaje de la historia está teniendo un sueño, en este caso Gerard.

•••

El pelinegro y el castaño de pelo largo ya se encontraban sin ropa. Bert obviamente tenía cuidado con todo, porque Gerard está embarazado y no quiere dañarlo a él ni al bebé, por eso trata de mantenerse arriba de él apoyando sus brazos a los costados de su cuerpo, para no aplastarlo.

—¿Seguro qué quieres hacer esto, Gee? — Pregunta Bert con la respiración agitada.

—Esta es mi manera de recompensar todo el mal que te hice —Contestó con sus ojos cerrados, tenía sus mejillas rojas por tanto calor.

—Tú sabes que hacer esto no es necesario. Con que estés a mi lado cada día me basta. Además tú no me hiciste nada malo — Dijo acercándose a su rostro para dejar un beso superficial en sus labios rosados.

—Eres muy tierno conmigo — Bert soltó una linda risita y dejó un delicioso beso en su cuello, el cual lo hizo soltar un gemido lleno de placer. Gerard no iba a hacer esto por amor. Sólo era una manera de pedirle perdón a su mejor amigo. Sabía que este sería el único momento que compartirían en sus vidas ya que a Bert no le quedaba mucho tiempo. Y tan sólo de pensar en eso dolía, y dolía mucho — Quiero hacerlo contigo. Pero por favor no le digas a Frank.

—Tranquilo, Gee. Sé que tú lo amas mucho. No se lo diré — Y nuevamente se acercó a sus labios y unió sus bocas en un lento y tierno beso.

Mierda. No sentía nada. Pero trató de no pensar en eso. Tal vez si pensaba en los besos tan exquisitos de Frank sentiría algo de calor y esas corrientes en su cuerpo. Pero por más que tratara de concentrarse de pensar en Frank, su mente sabía que esos labios que estaba tocando no eran los del tatuado, sino los de Bert. Y justo por esa razón no sintió nada. Una vez que separaron sus bocas se miraron a los ojos unos largos segundos.

—No tienes una idea de cuánto te amo — Murmuró con voz ronca sin dejar de verlo. Alineó su erección a la rosada entrada del hombre que más amaba en este mundo —Dime si te duele, ¿si?— Gerard asintió a su pregunta y cerró sus ojos con fuerza esperando a que Bert se adentrara en él. Soltó un suspiro cuando lentamente el castaño unía sus cuerpos transformándolos en uno solo — Gee...— Gimió cuando ya estaba completamente en él. Sin dudas estar dentro de Gerard era mucho mejor de lo que él había soñado o imaginado — Esto es maravilloso— Soltó con sinceridad.

—Aaahh — Sentía que ya se venía y ni siquiera habían hecho nada, sólo se habían dado besos y toques en zonas que para Gerard eran delicadas. Pero nada más. Y sin poder evitarlo se vino manchando el abdomen plano del joven encima suyo, quien lo miró confundido y excitado al mismo tiempo. ¿Tan rápido había acabado? — Las hormonas—Respondió. Fue más un gemido que otra cosa.

— ¿Quieres que pare?—Preguntó sin dejar de hacer esos exquisitos movimientos que volvían a calentar nuevamente a Gerard.

— N-No por favor —Susurró. Tenía su cuerpo sudoroso y sentía como de nuevo venía la excitación en él. Bert se hundía en él de una forma muy diferente en la que Frank lo hacía. Pero no podía pensar en eso ahora, estaba tan excitado que poco podía pensar. Sentía que estaba engañando a Frank. Aunque sabía que no era así porque no eran nada por ahora. Pero sentía esa culpa dentro suyo que lo mataba por dentro. Aún así no hacía nada malo, aunque Frank había vuelto para ser una familia. No se lo dijo así, sólo le pidió ser el papá de su bebé, lo cual está bien porque tiene derecho. — M-Más — Gimió cuando Bert tocó ese punto de Gerard que lo volvió loco.

— Esto es mejor de lo que soñé — Gimió Bert acercándose al pelinegro, dejando un beso suave en su cuello.

— Sigue — Sentía como esas corrientes invadían su cuerpo a causa de la excitación.

Bulletproof heart •Frerard•Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum