21.

1.4K 202 8
                                    

Yo de nuevo, como les dije en un capítulo anterior, estoy tratando de terminar mis fanfic de este perfil para darme un descanso hasta que vuelva la inspiración de este par que tanto amo como lo es el 2min...

♾♂️♾♂️♾♂️♾♂️♾

Tras mirar distraído a su alrededor por primera vez después de varios días, Minho supuso que Yoona tenía razón.

Habían rosas marchitas en el suelo justo donde las había dejado caer, una caja de pizza y otras pocas de comida china en la mesita delante del sofá. Eso debía de significar que había comido, pensó Choi pasándose una mano por la barbilla sin afeitar. 

¿Pero habría dormido

No lo recordaba bien. Lo único que sabía era que el dolor no había cesado, que no había disminuido en lo más mínimo. 

—¿Es que ni siquiera se te ocurrió llamarme para contarme que estás aquí, lamentándote? —preguntó su amiga. 

—Lo siento —suspiró él. 

—Desde luego que lo sientes, Choi —contestó ella volviéndose hacia la puerta—. Y por cierto, renunció. 

—¿Qué? —preguntó Minho comprendiendo que sólo le quedaba el trabajo y que, sin Yoona, podía despedirse también de él—. No puedes hacerme esto. 

Ella se dio la vuelta y sacó un dedo acusador para apuntarlo.
 
—Puedo y me voy definitivamente si no abandonas esa actitud cabezota ahora mismo, Choi Minho. 

—¡Maldita sea, Taemin se ha ido! ¿Qué se supone que deba hacer? 

—Seguirlo por supuesto, idiota. 

—¿Y qué hago cuando lo encuentre? Eso si lo encuentro, claro… 

—¿Cómo voy a saberlo yo? —soltó la chica—. Simplemente no te quedes aquí sentado esperando. 

—¿Pero qué más puedo hacer? —preguntó el moreno desesperado—. Le pedí que se casara conmigo y me rechazó. 

—¿Por qué? 

—¿Cómo voy a saberlo? Porque no quería casarse conmigo, supongo. 

—¿Supones? ¿Pero qué diablos te pasa, Minho? Ví la forma en que te miraba la noche que fueron a cenar con Chey Tae-won. Estaba totalmente enamorado de ti, ¿qué has hecho para hacerlo cambiar de opinión? 

—Nada —contestó él encogiéndose de hombros en un gesto defensivo—. Dijo que no podía casarse conmigo, que tenía que vivir su propia vida. 

—¿Y qué rayos significa eso? 

—¡No lo sé! —gritó Minho desesperado, poniéndose en pie—. Escucha, después de deshacerme de Sung-woon vine a casa, le expliqué a Taemin que el detective lo había localizado y que lo mejor era que nos casáramos. De ese modo yo podía adoptar a Minhyuk y él no tenía que preocuparse por los Kim. Entonces él…—de pronto el moreno se interrumpió. Yoona parecía tener un ataque, tenía dificultades para respirar—. ¿Qué te ocurre? ¿Quieres que llame a una ambulancia? —ella sacudió la cabeza y se inclinó para ponerse la mano en el corazón—. ¿Te estás… riendo? Pero, ¿qué diablos es lo que te resulta tan divertido? 

—Tú, Idiota. Para ser un brillante abogado, conocido por su magnífica labia ante el juez, te cuesta… —carcajadas y risa muy ruidosa volvieron a surgir de la chica. Cuando finalmente pudo controlarse, le preguntó—. ¿Te molestaste en decirle al menos al chico cuánto lo amabas? 

—¡Nunca hablamos de amor! —replicó Choi cerrando los ojos de pronto al comprender su estupidez—. ¡Oh, diablos…! —se llevó una mano a la frente—. No le… Pero es imposible que él… él no sabe que… —luego, extendiendo las manos hacia su secretaria como si fuera una instancia superior, apeló a su sabiduría y le preguntó—. ¿Crees que tenga alguna posibilidad por mínima que sea si me arrojó a sus pies y le declaro mi amor eterno? 

Un Chico EnigmáticoWhere stories live. Discover now