3.

2.3K 276 27
                                    

Hi baby's...aquí pasanding a dejar capítulo... Disfruten😊✌️💕

♾♂️♾️♀️♾♂️♾♀️♾

Taemin sintió que el codo se le deslizaba del brazo del sillón. Abrió los ojos. El sol entraba a través de la pequeña ventana que había en la sala. La última vez que había echado una mirada a su inesperada visita era de noche. Se levantó del sillón y cruzó en silencio la estrecha habitación para volver a observar al hombre que dormía en su cama. 

Aquella inmensa excitación volvió a invadirlo otra vez. Era ridículo encontrarlo más atractivo por la mañana que la noche anterior al desnudarlo, pensó. El calor se hizo más agudo, un estremecimiento lo recorrió. 
Aún recordaba el tacto de sus músculos y de su piel al desnudarlo, aún podía ver sus anchos hombros, su estómago plano, sus estrechas caderas. Los dedos de las manos todavía le temblaban al recordar el cosquilleo que le causaba sacarle la ropa mojada. 

Taemin trató de parar aquel mar de sensaciones que le habían embargado. 
Había desnudado a Timoteo muchas veces cuando volvía borracho a la casa. Desnudar a un hombre no era un problema. Bueno, a aquel que yacía en su cama sí… 

Tenía que asegurarse de que no estuviera en coma. Taemin le levantó un párpado y luego el otro. Sus pupilas reaccionarón a la luz de la mañana. No era justo, se lamentó. Aquel hombre tenía un cuerpo magnífico, unos evidentes rasgos masculinos, y un auto que, aunque estropeado, valía más que su camioneta. Y además tenía los ojos más preciosos que jamás hubiera visto. Eran profundos y vibrantes, pensó. 

Dejándose arrastrar por la tentación, Taemin despejó la frente de aquel hombre retirando un mechón de cabellos espesos y castaños, del color del café en grano. El apuesto hombre que tenía en su cama emitía sensualidad y masculinidad incluso dormido, pensó. Las mujeres debían de estar rendidas automáticamente a sus pies. 

¿Cuántos corazones había roto aquel tal Choi Minho?, se preguntó recordando el nombre que había leído en el permiso de circulación. Había hurgado en su billetera en busca de información por si acaso. Minho, pensó. Precisamente había considerado la posibilidad de ponerle ese nombre a su hijo. Y si era niña Ji-eun. Tenía tiempo para decidir hasta que llegara el momento, se dijo ausente dirigiéndose hacia el baño. Se bañaría y comería antes de despertar a su invitado. 
Como era habitual, la falta de agua caliente lo obligó a apresurarse. Se puso ropa limpia y se arregló la camisa amplia sobre su abdomen. El bebé aún no había dado señales de vida esa mañana, pensó.

Pero al menos se le había pasado el dolor de espalda. Ojalá el resto de sus problemas desaparecieran con igual facilidad. Sacó una olla del mueble y, llenándola de agua, la puso a calentar. Luego, mientras el agua se calentaba, pensó en la forma de deshacerse de su invitado antes de que comenzara a hacer preguntas molestas. 

Taemin se pasó la mano por el vientre, pero no estaba inspirado. El rey de la supervivencia tenía la mente en blanco aquel día. La tapa de la olla comenzó a vibrar. Taemin echó la avena en el agua hirviendo y se rascó la espalda. El dolor cedió cuando el desayuno estuvo listo, pero el bebé seguía sin reaccionar. ¿Si algo iba mal? ¿si le ocurría algo al bebé…? 

Él se mordió el labio y añadió frutos secos a la preparación.











Minho comenzó a reaccionar antes incluso de que escuchara aquellos suaves ruidos o de que oliera ese aroma levemente familiar. Lo recordó todo. El torrente de agua, la forma en que éste le había llevado de un lado a otro, el ángel que le había ordenado que saliera del auto, la sensación de estar mojado y frío y después seco y caliente. 

Un Chico EnigmáticoWhere stories live. Discover now