14.

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Sorpresaaaa!!!!, okno😅😊🙈
Aquí vuelvo a aparecer para traerles un nuevo capítulo... Ya no se de cuando que no publicaba, mianhe 😭💔

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Estaba decidido a tomar esa segunda oportunidad, pero por desgracia el teléfono sonó justo en ese momento. Minho contestó y se marchó a casa, pero no para quedarse sino para hacer los bolsos.
Taemin y el pequeño Minhyuk no se encontraban en la casa. Una nota, en la cocina, le informaba que habían salido al parque a pasear. Por un segundo Minho deseó correr a ese lugar y abandonar todo lo que tenía que hacer. 

Pero no, aún era pronto.

Hubiera querido ser quien llevará a Minhyuk al parque. El niño lo necesitaba tanto como lo necesitaba Minho. Quizá ése fuera un buen modo de convencer a Taemin. El niño necesitaba a dos padres, y él sabía que deseaba cuidarlos. Además Taemin se merecía a un hombre que lo amara pero… ¿estaba preparado? 

Choi hizo un bolso, escribió un mensaje a continuación del que le había dejado Taemin y se marchó a Incheon. 


Taemin respiró hondo. Después de todo lo que había sufrido con Timoteo no iba a dejar que un simple viaje de a Incheon lo hundiera. Haría lo que siempre había hecho, mantenerse ocupado. Comida y hospedaje, ése era el trato, recordó mientras planchaba las camisas que había ido encontrando por todos los rincones de la casa. Parecía que estaba jugando a la versión varonil de la Cenicienta, y Minho era un extraño, no el príncipe encantado. Sus besos eran sólo… un impulso. 

No eran una promesa. 

Una irónica sonrisa escapó de sus labios. El hombre que se había enfrentado a un luchador de sumo sin parpadear tenía miedo del llanto y necesidades de un bebé. Y de sus preguntas por el pasado. Taemin alisó el cuello de la camisa sobre la tabla de planchar y se puso a pensar. Tras aquellas dos semanas había llegado a la conclusión de que le debía a Minho una disculpa. Si quería vivir resentido con el pasado estaba en su derecho, después de todo no le hacía daño a nadie más que a sí mismo. Tras planchar el cuello de la camisa, Tae estiró la zona de la espalda, y eso le hizo recordar los anchos hombros de Choi. Después, mientras seguía planchando, fantaseo sobre sus ojos profundos y su sensual sonrisa. Todo en Choi Minho le resultaba encantador, incluso los mecanismos de defensa que ponía en marcha para ocultar sus emociones. 

Taemin suspiró y planchó las mangas. Quizá debiera de considerar la posibilidad de volver a casarse. Por el bien de Minhyuk. Pero sólo si conseguía dejar de imaginar a su futuro marido con ojos profundos y cabellos castaños. Taemin terminó la primera camisa y miró a su hijo, que se había quedado dormido en la silla mecedora. 

¿Crecería feliz sin padre, y sin apenas familia? 

Las dudas acerca de sus suegros comenzaron a afligirlo de nuevo.

¿Se estaba comportando tan egoístamente como Chung-ha al negarse a llegar a ningún acuerdo con ellos?, se preguntó. 

Él tomó otra camisa y continuó pensando en el problema. Tras planchar un par de ellas más le daría la comida al bebé y probaría experimentar con algunos aderezos nuevos para la comida y la ensalada. Quizá pudiera cocinar y cuidar de una casa para una familia en un futuro. Con dos o tres niños más los padres. Él y Minhyuk ocuparían una pequeña habitación y…

Pero, ¿sin referencias? ¿sin experiencia?

Estaba dispuesto a sacrificarlo todo por su hijo si se veía obligado a ello. Hogar, amigos, fantasías románticas, a los Kim's… Todo. Así de simple. Sin embargo no podía dejar de pensar en la forma de contactar a sus suegros, con los abuelos de Minhyuk, con ciertas garantías. En primer lugar le preguntaría a Minho cuáles eran sus derechos legales. Si es que volvía de Incheon algún día. 

Un Chico EnigmáticoWhere stories live. Discover now