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Hi! Se me había olvidado que ya había empezado a publicar este fanfic 😅😂
Aquí les traigo un nuevo capítulo ♥️

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Minho reprimió un juramento y agarró el volante con fuerza mientras caían rayos del cielo. Las gotas de lluvia chocaban como piedras contra el auto en un diluvio amenazador. Pisó el acelerador, deseando salir de aquella tormenta y encontrar un pueblo y un lugar en donde hospedarse. Estaba cansado, harto de la nada. Harto de dar vueltas perdido.

Cuando la lluvia se hizo más intensa formándose una cortina de agua redujo la velocidad. La carretera estaba llena de charcos que desviaban a un lado u otro la dirección. El auto los pasaba salpicando, y de inmediato Minho volvía a retomar el control.
De pronto vio una sombra oscura delante de él y torció el volante para evitarla. Era una camioneta, comprendió nada más verla desaparecer en la oscuridad. Algún idiota había dejado el vehículo en medio de la carretera, pero al menos eso significaba que no estaba solo, pensó aliviado incrementando la velocidad.

Justo delante una corriente de agua atravesaba la calzada de lado a lado. Minho no la había visto y había acelerado, y fue a parar directo al infierno. Primero se escuchó el ruido del golpe del auto contra la corriente de agua e, instantes después, el vehículo fue arrastrado por el torrente antes de que Minho pudiera pisar el freno. La fuerte corriente arrastró el auto sacándolo de la calzada y haciéndolo girar una, dos, tres veces. Minho se dio con la cabeza contra la puerta. Un impacto más y por fin el vehículo se detuvo.

Choi Minho consiguió desabrocharse el cinturón, pero el agua le impedía abrir la puerta a pesar de los esfuerzos. El sistema electrónico de apertura no funcionaba. Trató de abrir la puerta del copiloto, pero también estaba cerrada. Antes de que tuviera tiempo de pensar, un montón de rocas entraron en el auto golpeándolo todo. El impacto sobre su cabeza volvió a mandarlo contra la puerta. Minho vio las estrellas con los ojos cerrados. Entonces, a pesar del dolor y de la desorientación, Minho notó que entraba agua en el auto y que comenzaba a inundarlo todo. Iba a ahogarse allí, reflexionó saboreando de pronto el arrepentimiento. En aquel río, en aquella agua turbia, recapacitó perdiendo la conciencia a pesar de sus esfuerzos por mantenerse alerta. Quizá su vida estuviera vacía, pero no sentía deseos de morir, no aún.









El calor y el humo del horno cociendo el pan amenazaban con cocer también a Taemin, de modo que salió al cobertizo a tomar el aire. Estaba a punto de volver a entrar cuando escuchó un ruido fuerte. Le llevó un buen rato reconocerlo. Corrió por una chaqueta, una linterna y una vieja cuerda. Era prácticamente todo lo que tenía.

-Ese golpe ha sonado como metal, cariño, como a un auto. Si hay alguien en peligro tenemos que ayudarlo, no debemos darle la espalda -dijo en voz alta-. ¡Aguanta bebé! -añadió dando unos golpecitos en su vientre en medio de la neblina.

Gracias a Dios la lluvia parecía estar cediendo. Taemin corrió cauteloso por el sendero hasta llegar a la enorme piedra y sacar la cabeza para asomarse. Era efectivamente un auto en medio del río desbordado. Estaba detenido, de momento, en medio de la corriente, bloqueado por una piedra. Pero el agua tiraba de el con fuerza, amenazando con llevárselo río abajo. Tenía que actuar deprisa si quería rescatar a los
pasajeros.

Aunque quizá no hubiera nadie dentro, recapacitó Lee. Quizá todos hubieran salido. Quizá el vehículo se hubiera estropeado y su dueño lo hubiera dejado abandonado en medio de la carretera, como él lo hizo con la camioneta. Quizá no necesitara arriesgar a su bebé.

Taemin se mordió el labio y dirigió la luz de la linterna hacia el interior del automóvil. La sombra de una figura se encontraba detrás del volante.

Un Chico EnigmáticoWhere stories live. Discover now