Capítulo veinte

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ADA:

— Creo que tienes mayonesa en los labios.— Khalid mira vacilante a Ali y este solo rueda los ojos en respuesta.

Mis parpados empiezan a cerrarse así que decido apoyar mi cabeza en la mesa de la cafetería.

— Y también un poco de pollo en los dientes.— escucho a Khalid burlarse. Suprimo una sonrisa a la vez que escucho a Alí gruñir.

Luego de ir a enfermería Khalid insistió en venir aquí, me pidió unas galletas de chocolate y algunos Snacks que por supuesto no dudo en comérselo en cuanto le dije que no tenia hambre.

— ¿Puedes callarte?— Alí alza la voz. Empino mis ojos hacia mis amigos y observo como Alí suelta de golpe su comida, pequeñas arrugas se empiezan a formar en medio de sus cejas haciéndome ver lo enfadado que estaba, sin embargo a Khalid eso no le interesaba mucho, al contrario, parecía divertido con la situación.

— Deberías limpiarte.— insiste haciéndolo enojar enfadar aun mas. Me dispongo a levantar mi cabeza tomando una mejor postura, con mi pie empiezo a darle pequeños golpecitos en las piernas de mi cabeza para que cierre la boca.

Era verdad que el castaño podría ser bromista, pero en ocasiones eso producía molestia. La ultima vez decidió dibujarle un pene en su camisa cuando este se encontraba durmiendo en el salón, el pelirrojo le propino un golpe dejando la piel del ojiverde de un bastante oscuro.

— ¿Que?— dice con ironía.— solo digo la verdad— se justifica y yo hago una mueca desagradable.

— Sera mejor que me vaya.— Alí se levanta de su asiento devolviéndole a Khalid una mirada furiosa, yo me limito a negar con la cabeza por la escena que se acaba de desarrollar frente a mi.

— A mi ni me mires.— dice colocándose una mano al pecho fingiendo tristeza.— Yo no tengo la culpa de que Alí sea intolerable a mis chistes.— se excusa y yo levanto una de mis cejas mirándolo irritada.

Faltaba dos horas para volver a casa y olvidarme de todo al menos por unas horas, no había visto a Debram desde lo que paso, menos a Gastón, solo recuerdo su rostro golpeado por el puñete que le propinó mi amigo, es increíble como aun puedo recapitular esa escena que hasta hacia unas horas me ponía el estomago como si tuviera una mariposa gigante dentro de el, sus facciones, sus ojos suplicando una oportunidad, sus intentos por hablarme habían logrado que mi corazón de un vuelco y que todo lo que sentía por él vuelva inesperadamente.

Estoy casi segura de que Debram me va odiar si se entera lo que estoy pensando en estos momentos, se había ganado un serio problema por intentar defenderme, en parte se sentiría como si lo estuviera traicionando si algún día perdono a Gastón.

— ¿Gastón?— la voz de Khalid hace que despierte de mis pensamientos.

Levanto mi vista hacia el muchacho de ojos verdes, que se encontraba con la hamburguesa de Alí entre sus manos, su boca no dejaba de moverse cuando intentaba masticar rápido.

— Tienes la manos embarradas de mayonesa.— lo alerto acomodando un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.

— ¡Vamos Ada! no seas criticona— dice irónico— detesto la gente así— habla con la boca llena de comida.

Suelto un gruñido mirando hacia los costados, las personas que nos acompañaban en las otras mesas desaparecieron hacia apenas unos minutos, había pasado casi una hora desde lo ocurrido.

Me perdi la clase de Marketing y pronto tendría que el maestro para explicarle lo sucedido, en el fondo temia por su respuesta, era uno de los mas estrictos dentro de mi carrera, odiaba verlo siempre con la misma cara de fastidio, Khalid dice que caminaba como si le hubiesen metido un palo en el culo, sus facciones nunca cambiaban, era un tipo bastante engorroso teniendo en cuenta que no era tan viejo.

Amor de mentira [✔]Where stories live. Discover now