11 de agosto.

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 El día amaneció soleado, las nubes eran casi nulas en el cielo y se podía apreciar el caluroso clima del verano en cualquier parte de Londres. Pero, no solo que el día era maravilloso, sino que también era un día festivo para una familia de magos.

 La señora Weasley canturreaba en la cocina mientras ollas, sartenes, platos, tenedores y cucharas revoloteaban a su alrededor con diferentes preparaciones. Ella batía algo en un boul mientras lanzaba extraños y divertidos pasos de baile.

-Acércate a mi caldero

lleno de amor caliente e intenso;

remuevelo con derroche

¡y no pasarás frío esta noche!- cantaba la mujer pelirroja, mientras movía sus caderas de un lado al otro. Aquella canción "Un caldero lleno de amor caliente y fuerte", de Celestina Warbeck, la traía fascinada...bueno, en realidad todas las canciones de aquella mujer.

-¿Qué has hecho con mi pobre corazón?.

Se fue detrás de tu hechizo...

y ahora lo has destrozado,

¡Devuélveme mi corazón!- cambió de canción abruptamente, ya que se veía indecisa de cual canción le gustaba más para cantar, entonces hacía un popurrí de todas. Ahora entonaba con orgullo, "Encantaste mi corazón fuera de mí".

-Buenos días, Molly- la saluda su esposo, Arthur Weasley, entrando en la cocina por la puerta que daba al patio trasero de la Madriguera.

-Buenos días, querido- le devuelve el saludo ella y ambos unen sus labios en un tierno y corto beso.

-¿Todavía no han despertado?- pregunta su esposo curioso.

-Percy está estudiando en su habitación, dice que bajará en cuanto esté el desayuno. Los gemelos duermen. Ron y Harry creo que también. Ginny pues debe estar en su quinto sueño y Hermione la debe estar tratando de despertar. Fleur y Bill han salido y volvían para el desayuno- le resumió su esposa, sin dejar de batir y bailar.

-¿Quieres que te ayude, Molly querida?- le pregunta Arthur.

-Me vendría genial que controlaras el pastel que está en el monor- le responde ella.

-Horno, querida, horno- le corrige su esposo.

-¡Oh, sí, claro! Es que estas cosas tienen nombres tan parecidos y extraños- dice ella divertida, y entonces vuelve a entonar las canciones de Celestina Warbeck.

 En eso se escucha el ruido de alguien bajando las escaleras y los señores Weasley ni se inmutan porque saben que no es la persona a la que esperan con tantas sorpresas. En eso, Percy Weasley se adentra en la cocina y su mirada parece llena de confusión por unos segundos -por ver a su madre bailar y cantar, y a su padre conversando con el horno-, pero luego recuerda que eso es algo de todos los días y sonríe pomposamente.

-Buenos días, padres- los saluda, mientras toma una de las ollas que se revuelven solas para ayudar con ello.

-Buenos días, Percy- lo saludan ambos.

-Oh, no, deja eso, cariño- le dice Molly-. Mejor ve a decorar la sala y el comedor, Bill y Fleur llegaran pronto y te ayudarán- se lo dice con una sonrisa encantadora.

-De acuerdo, mamá- acepta Percy, y se retira de la cocina.

 El chico de diecinueve años llega a la sala y, con ayuda de su preciada varita, comenzó a decorar toda la parte inferior de la casa. Pero, cuando iba por la mitad de su trabajo, se dió cuenta de algo y se fue a la cocina nuevamente.

One-Shots | Harry x Ginny.Where stories live. Discover now