One-Shots | Harry x Ginny.

Culpable.

 Era temprano, el clima era algo frío y el cielo se comenzaba a despejar de a poco. Pero eso no le importaba a nadie, ya que todos estaban celebrando que la era de "El Señor Tenebroso" había acabado, dando paso a una nueva etapa donde no tendrían miedo en todo momento.

 Pero no todo era alegría, ya que también estaban los que lloraban por la pérdida de algún familiar, amigo o conocido. Y además de ellos, estaba Harry Potter, quien no sabía qué hacer con la culpa que sentía en aquel momento.

 El "Niño que vivió" se había alejado del Gran Comedor, porque no podía soportar el ver tantos cadáveres de personas que merecían más en la vida, como el de Colin Creevey, el de Fred Weasley, el de Nymphadora Tonks, el de Remus Lupin, entre otros.

 Harry ahora se encontraba sentado en una banca de madera blanca, que estaba a la sombra de un árbol, aunque no había que protegerse de ningún rayo de sol, ya que apenas y estaba apareciendo detrás de las robustas nubes.

 El chico, de tan solo diecisiete años, no podía evitar el culparse por todo lo que había pasado. Pensaba en cosas absurdas, mientras se reprochaba el no haberse entregado antes, quizá así hubiera salvado a Fred y los Weasley continuarían con su feliz vida, o tal vez el pequeño Teddy hubiera crecido con sus padres y el pobre Colin hubiera vuelto a casa con sus padres muggles.

 Pero no, no lo hizo, y por eso se sentía responsable por todos aquellos que murieron, por los que salieron heridos y por los que perdieron a alguien. 

 Era espantoso ese sentimiento, como si mil dagas lo atravesaran.

 Angustiado, por el temor de que sus amigos o los Weasley no quieran verlo nunca más, lágrimas comenzaron a surcar sus ojos y luego a caer lentamente. No quería perder a la única familia que tenía, pero tampoco podía obligarlos a aceptarlo después de todo.

 Ginny Weasley salió del Gran Comedor, abrumada por todo lo que empezaba a ocurrir. Los magos y brujas ya habían terminado con los festejos ante la muerte de Voldemort, y ahora todos estaban llorando o serios mirando a un punto fijo de alguna pared, comprendiendo que habían perdido a alguien y que no los verían nunca más.

 Pero ella ya no quería llorar, y tampoco quería hacerlo frente a su familia, así que se fue de allí. Pensaba en ir a su habitación y dormir, dormir por años si se podía, pero quizá por cosas del destino, la pelirroja decidió salir a tomar aire.

 Caminó tratando de esquivar los escombros y las odiosas paredes que yacían destruidas, obstruyendo su paso, hasta llegar a los terrenos de Hogwarts. Al salir al aire libre, cerró sus ojos y respiró profundamente, haciendo que sus pulmones se llenaran del limpio oxígeno del ambiente.

 Luego de unos segundos, abrió nuevamente sus ojos y vislumbró a lo lejos una figura encorvada que se encontraba sentada en una banca. Al observar con mayor detenimiento, reconoció aquel cabello azabache indomable y decidió acercarse, aunque quizá él la echara de allí.

 Caminó en su dirección, en completo silencio. 

 Harry sintió como una pequeña mano se posaba delicadamente en su hombro, y luego como alguien depositaba un suave beso en su sien, lo que lo hizo salir de sus pensamientos. Pero esa persona no pensaba quedarse con él al parecer, porque al elevar la vista se encontró con Ginny Weasley, la cual deslizaba lentamente su mano del hombro del azabache, pensando en continuar con su camino.

 Pero no quería dejarla ir, por eso actúo impulsivo y la tomó con delicadeza por la muñeca, para que ella se detuviera. Luego tiró un poco de ella y la sentó de costado sobre él, para abrazarla, al menos una última vez.

-Lo siento- le susurró Harry.

-¿Por qué?- preguntó ella, aún abrazándolo.

-Por todo- respondió, evitando su mirada, pero ella lo tomó suavemente por las mejillas, obligándolo a mirar sus ojos color chocolate.

-Sé lo que estás pensando, y no, tú no tienes la culpa de nada de lo que pasó, Harry- le dijo seria.

-Pero...

-Escúchame- lo interrumpió-, todos los que pelearon esta noche, lo hicieron por voluntad propia, por querer un mundo mejor para ellos y para los que aman. Yo no te vi a ti reclutando magos y brujas para luchar, ellos solos vinieron a darte su apoyo, a ti y a todo el Mundo Mágico- suspira-. ¿Comprendes?

 Harry asintió lentamente, como si fuera un niño pequeño.

-Siento mucho lo de Fred- susurra, perdiéndose lentamente en los ojos de aquella chica pelirroja.

-Lo sé- responde Ginny, en el mismo tono, mientras acariciaba la sucia cara de Harry.

 No hablarían de su relación, ya tendrían tiempo para eso después. Ahora solo disfrutaban de la tranquilidad de ese momento y de poder volver a abrazarse luego de tanto tiempo. Estaban juntos y eso les bastaba, sin importarles las etiquetas.

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¡Hola! Aquí editando mi segundo OS, espero que hayan quedado bien los cambios que le hice. 

Espero que les guste y, si es así, no se olviden de votar y comentar. 

Gracias por leer! Los amoo! Bye!

GinWeasley1.❤