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Despidiéndome del equipo de seguridad, seguí mi camino directo a la oficina de Jungkook. Todo marchaba en orden, aparentemente, si no fuera por lo que ví en aquellos vídeos de seguridad, confirmando así mi teoría y cuestionando muchas cosas. Tan ensimismado como iba en mis pensamientos, entré por pura inercia al ascensor.

Soltando un suspiro de cansancio.

-Veo que has tenido mucho trabajo, Seokjin— aquella voz, tan sutil pero chillona, la conocía. Jieun estaba parada al lado mío, con una sonrisa inmaculada. Luciendo un conjunto en azul, con mini falda, debía admitir que se veía muy bien, pero seguía sin ser mi tipo.

—Un poco ajetreado. —sonreí de manera cortés— Me alegra verte de nuevo, Jieun. Aunque no esperábamos tu presencia por la empresa— estaba casi seguro que Jungkook no sabía que ella estaba aquí, sino me hubiese puesto a mí a recibirla personalmente en la oficina.

—Lo sé, hoy me desperté y pensé que debería visitar a Jungkook a la empresa — sonrió de manera anhelante, casi me pareció un poco perturbador. -

—¿Acaso no fueron suficientes las dos semanas anteriores? —pregunté un poco confundido. Estaba casi seguro que mi hermano quería un poco de distancia entre ella, aún más después del altercado con Hyuna y su poca, recién descubierta,  paciencia de soportar a Jieun

—Nunca es suficiente— la ví sacar un pequeño espejo y retocar su labial. Inmaculada, debía destacar. Una pequeña muñeca de porcelana 

Pensé en que tal vez debía advertir a Jungkook de su inesperada visitar, sin embargo no lo hice.

—Bueno te deseo suerte — solté mientras veía el ascensor subir los últimos pisos — hoy no es su mejor día — murmuré una vez se detuvo en el piso y ambos caminamos a direcciones diferentes — aunque si lo piensas, nunca es su día — sonreí sarcástico 

La vi  desde el otro lado del pasillo, tocar entusiasta la puerta y recibir un  "¿Qué coño haces aquí?"

Solté una limpia carcajada. 

———

"Te estoy esperando abajo, ven"

Llevaba diez minutos viendo el mensaje en mi teléfono, una emoción agradable inundaba mi pecho, un poco ansiosa y un poco nerviosa y de alguna manera inexplicablemente tranquila. 

Sonreí, como la típica sonrisa boba y enamorada que puedes tener cuando tu novio te escribe, dejé el celular en mi bolso, acomodando torpemente mi escritorio y agarrando mis cosas necesarias salí de ahí a paso apurado y feliz. 

Esperaba pacientemente el ascensor, moviendo una pierna intranquila, una sombra silenciosa se posó a mi lado, de forma impasible  e impecable Min Yoongi difícilmente mostraba alguna expresión ajena a una rostro serio o tranquilo en público, recordé lo nerviosa que eso me ponía cuando lo conocí pero lo tierna y amable que era su sonrisa en privado. 

Me reí silenciosamente por aquel pensamiento a la vez que él tosía de forma inesperada, de reojo lo pillé viéndome — Veo que estas muy feliz y nerviosa — hizo un gesto imperceptible hacía mi nerviosa pierna moviéndose — mucho mejor que hace un par de meses — susurró, lo vi de reojo, ignorando ese último comentario 

—Estoy bien, si es lo que quieres saber — solté suavemente, casi sentía que nada podía arrebatarme mi recién ganado entusiasmo, más no tenía para nada la intención de entablar una conversación. 

— Los vi ésta mañana — dijo casi en un susurro — a ti y a Jungkook, me alegro por ustedes — por fin el ascensor se detuvo en nuestro piso. Lo vi sorprendida, en medio de mi vergüenza por el comentario de Seokjin simplemente huí de la situación, estaba casi segura que más nadie nos había visto y claramente no recordaba a Yoongi en el ascensor 

— Gracias...— susurré, él presionando el botón que llevaba al estacionamiento — No me había percatado de tu presencia 

—Acababa de bajarme del carro y los vi en mi camino al ascensor — se encogió de hombro— me pareció más cómodo esperar a que todos subieran — ahora viéndome directamente, sonrió de aquella manera amable y supe que el gesto fue puro, como alguien que no quería incomodarme—ambos se ven como si se conocieran de años, nunca lo mencionaste antes — sus ojos fueron amables  cuando fijé mi vista en ellos, su tono simplemente fue curioso

 —Nos conocimos hace un tiempo— no queriendo que él supiera la manera que nos conocimos — hicimos buena migas desde el principio, una cosa llevó a la otra y ya sabes — me encogí de hombros 

— Ya veo... — su semblante fue pensativo, como recordando algo — pensé que lo habías conocido por Hoseok — dijo casualmente, un tono raro en su voz — ambos fueron a la misma universidad —sus ojos evitando los míos, más sin embargo la mencionó de mi antiguo ex compañero y alguna vez un amigo, asentó en malestar en mi estomago, volteé mi cara a la puerta del ascensor, en silencio. De repente un poco de aquel entusiasmo con que había subido, se desvaneció. 

Salvada por la campana, pensé. En lo que vi por fin el estacionamiento frente a mis ojos, el suave  ronroneo del motor del carro de Jungkook irrumpiendo el silencio denso. Di dos pasos antes de voltearme y ver a Yoongi, aun parada en el mismo sitio.

Vi atentamente su rostro, su semblante había cambiado al serio e imperturbable, cierto rastro de orgullo en sus ojo entrecerrados, cuatro años de relación me habían hecho conocerlo a él como a mi misma — Siempre se te ha dado fatal mentir — susurré, ahora si a modo de despedida y volteándome a seguir mi camino, pero a Yoongi nunca se le ha dado bien el no tener la última palabra

—Deberías preguntarle a él mismo, entonces — dijo un poco más alto que un susurro pero lo suficiente para que yo lo escuchara antes de subirme al auto, quise ignorar el aún presente malestar en mi estomago y haciendo como si nada, mientras cerraba la puerta del carro.

—¿Te dijo algo aquel cabrón? — fue lo primero que pronunció Jungkook al verme, fijé mi vista en él quien miraba de forma despectiva la figura de Yoongi por el retrovisor

—Nada importante realmente — pronuncié aún con mi vista en él, suspiré de puro cansancio. Decidida a ignorar el mal rato, posé mi mano encima de la suya, diminuta en comparación a la de Jungkook, le di un suave apretón — Ignóralo —sonreí levemente, viendo ahora si, sus ojos brillantes y una sonrisa de bienvenida, no pude evitar querer atesorar aquella sonrisa. Lo besé suavemente en los labios.

—Dios.. Te extrañé todo el día — pronunció encima de mis labios y en un movimiento rápido atacando de nuevo mis labios en un beso un poco más intenso, sentía su lengua delinear mi labio inferior y abriendo los míos, sin embargo sólo recibí a cambio mi labio inferior siendo mordido levemente y soltado, seguido de muchos pequeño besos en el, no pude evitar reírme — No puedo esperar a que sea viernes — dijo alegremente

—¿Qué pasa el viernes?— dije confusa, mientras ahora si arrancábamos fuera del lugar. No recordaba nada en especifico, escuché su risa nerviosa 

—Tendremos un cita, tu y yo — soltó viéndome de reojo y sonriéndome.

Aquella sonrisa que en el fondo, ocultaba muchos secretos pero que aún no sabía.

Sonreí yo también, porque la idea me encantaba.  

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⏰ Última actualización: Aug 05, 2020 ⏰

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Por Una Noche | [JJK] [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora