Por Una Noche | [JJK] [BTS]

8

Había terminado mi jornada perfectamente.

Después de un largo día tratando de adaptarme al movimiento de ésta oficina, sólo quería llegar a casa. Eran la 9pm, me había quedado más tiempo del debido aquí y tenía ya los hombros tensionados. Todo el camino hasta el ascensor era oscuro, no debía haber más nadie aquí. Me apresure a marcar el ascensor.

- Las horas extras no se pagan, Hyuna- frente a mi se encontraba Jungkook. Con la corbata deshecha, la camisa con los primeros botones sueltos. Se veia cansado y sexy.

-Lo tendré en cuenta para la próxima vez-Dije mientras entraba al ascensor.

Un silencio se extendió por unos minutos. La presencia de él me intimidaba hasta cierto punto, por mi vista periférica lo vi inclinado en una de las esquina del ascensor viendo el techo. La linea de su mandíbula era lo que mas me llamaba la atención de su perfil, no podía quitarle la vista de encima por alguna extraña razón.

-Deberías dejar de verme tanto. - de repente sus ojos estaban enfocados en mí - ¿Qué tal te fue hoy?- su tono fue bajo pero amable.

-Bastante bien. Puedo adaptarme rápido al movimiento de aquí

-Eso es excelente, entonces- inocentemente pensé que no diría más. Sin embargo de un momento a otro, se acerco a la puerta del ascensor y presiono el botón de stop. Y se volteo a verme, me sentía acorralada

-Ahora, tú y yo vamos hablar. - dijo mientras se acercaba a mi. - Debo decir que me sentí herido cuando me dejaste solo en el hotel. Y la herida tal vez se profundizó un poco cuando me dí cuenta que fui un revolcón de despecho

- Pensé que haríamos como si nada, borrón y cuenta nueva.

-¿Qué te hizo pensar eso?- se acercó un poco más

-No dijiste nada esta mañana- me alejé un paso atrás

-No mezclo placeres con el trabajo

-Entonces, ¿por qué estoy aquí?

-No te equivoques, nena. Tú habías sido elegida sí o sí para éste proyecto. Lo del viernes fue.. Un extra muy satisfactorio-susurró, la mirada que tenía era intensa. Me sentía perdida

-No entiendo de qué quieres hablar. - debía terminar esto lo más rápido. Me sentía incomoda.-

- ¿Te sientes incómoda, huyna?- un paso más hacía mi. Asentí mientras daba un paso atrás.- No tienes de qué sentirte incomoda. Yo no haré nada a mi favor, todavía...

-¿Cómo no quieres que me sienta incómoda? Prácticamente me acosté con mi jefe. Y ahora estás aquí casi acorralándome en el ascensor, y no sé qué pretendes- dije nerviosamente, estaba evitando su mirada deliberadamente mientras que él solo me observaba atento

- No pretendo nada, hyuna. Quiero llevar la fiesta en paz contigo. Hagamos como dijiste, borrón y cuenta nueva. Debemos ser profesionales ante todo- Lo miré sin entender mucho sus palabras. Después de actuar con intenciones obvias hacía mi, de repente me dice que hagamos como si nada. No entendí. Se alejó un paso- Empecemos desde cero.

-¿Empezar desde cero?

-Seamos amigos. Ya que.. Tu y yo nos conocemos un poco más, tener una línea jefe-empleada me parece algo ridículo. Sólo quiero que trabajes en el mejor ambiente posible.- dijo con una sonrisa

Sus palabras sonaban sinceras, a pesar del entorno. Me parecía algo bueno empezar desde cero, un poco raro, si

-Bien. Tu ganas, seamos amigos.

-Excelente entonces. - dijo mientras presionaba otro botón y el ascensor se ponía en marcha. - ¿Cómo te vas a tu casa?- preguntó amablemente

-Tomaré un taxi.

-Dejame llevarte. Es muy tarde ya, y es peligroso andar por ahí.- Quisiera decir que lo pensé dos veces antes de aceptar, pero no fue así. Quería llegar lo más rápido a casa e irme con Jungkook me ofrecía eso.

Asentí mientras veía como el ascensor se abría en planta baja.

•••

El viaje en carro era cómodo a pesar de qué pensé lo contrario. Jungkook iba tarareando una canción que sonaba en la radio, se veía bastante relajado. Yo por otro lado iba dándole vueltas al asunto de "ser amigos"

-¿Ya cenaste?- preguntó cuando nos detuvimos en el semáforo. Negué con la cabeza.- Hay un subway por aquí cerca, podemos detenernos ahí. Yo tampoco he cenado.- no me convencía mucho la idea de estar más tiempo con él. Jungkook notó mi duda.- Vamos, yo invito.- bueno si me lo ponía así no podía negar la oportunidad de comida casi gratis. Asentí con una sonrisa

Arrancó cuando el semáforo cambió. El subway quedaba una cuadras cerca de mi casa. Me sabía casi todo el menú de memoria. Tenía en claro que iba a pedir cuando entramos al local, me acerqué a la cajera con una sonrisa

-Hola, buenas noches. ¿Qué desea para comer?.- me preguntó amablemente la empleada

-Hola, quiero un sub grande de pollo y tocino, con extra tocino. Un refresco grande y galletas. Gracias.- dije con una sonrisa. Jungkook al lado mio me veía con las cejas levantadas.- ¿Qué? Éste cuerpo no se mantiene de ensaladas nada más.-

-No lo dudo.-  dijo con una sonrisa landina.- A mi me da un sub de costilla bbq y un refresco.- le entregó su tarjeta, mientras la chica facturaba decidí sentarme en una mesa. Tenía mucha hambre.

Cuando Jungkook llegó a la mesa se sentó y estuvo viendo su teléfono. El silencio era cómodo, sin embargo me sentía ignorada y eso no me gustaba para nada. Esto de ser amigos lo veía medio raro, algo no me cuadraba. Al rededor de 10 minutos después llego la chica con nuestro pedido, no pasé desapercibida la sonrisa que le dio a Jungkook y que él correspondió, por alguna razón me molestaba ya que yo estaba siendo ignorada. De mala gana agarré mi pedido y me puse a comer en silencio

-Siempre eres así de callada...?.- dijo mientras tragaba.- o solo es por mi..?

-Tengo hambre, no soy muy habladora mientras como. Nada personal.- es todo personal, pensé. El simplemente me miró en silencio, como estudiandome. Sin embargo eso fue toda nuestra conversación.

La cena terminó sin ningún tipo de inconvenientes. Cuando nos montamos en el carro le expliqué la dirección de mi edifico, casualmente Jungkook vivía unas cuadras más adelante, en un ostentoso edificio también. Últimamente mi vida tenía muchas casualidades respecto a éste hombre.

-Gracias por el aventón y la cena.- dije mientras me bajaba. La verdad es que no fue tan malo como pensé que sería

-Puedo traerte las veces que quieras.- dijo mientras me guiñaba un ojo. - o cuando salgamos del trabajo-

-Mm si, supongo que no hay problema con eso.- ya me había bajado y lo observaba a través de la ventanilla.- Hasta mañana entonces

-Buenas noches, nena