Capítulo 41

50 18 2
                                    

— Tranquila, fue una sugerencia de tu libro favorito, no haré nada que no quieras

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

— Tranquila, fue una sugerencia de tu libro favorito, no haré nada que no quieras. — se acerca nuevamente y besa mis labios. — Me debo ir, aún tengo que resolver varias cosas con respecto a la seguridad. Te veo más tarde.

— ¿Para cuándo dejaréis lo de Casey? — le susurro algo alarmada.

— No pasará de mañana, hoy debemos plantear la estrategia. No podemos ir desnudos para allá, sería un peligro. — añadió besando mi frente.

Neil tiene toda la razón, no quiero que la bruja arpía de Jaqueline le haga daño.

— Entonces ayudaré a Wells en todo lo que pueda.

— Esa es mi pequeña.

Lo vi dirigirse a la puerta y entonces mi corazón comenzó a aporrear con una velocidad casi frenética. Oh Neil, cuidate mi amor. No soportaría perderte justo ahora, ahora que me encontré a mí misma, ahora que estoy segura al cien por ciento que te amo.

— Dime ¿qué tienes Henry? — añadí girando una de las sillas para colocarla a su lado.

— Reviso todos los planos de carreteras en Londres. Si ha sido Jaqueline quien secuestró a Casey, deben estar aún en la capital. No han tenido tiempo alguno para huir y la policía se ha tirado a las calles. Lo están revisando todo. Alan está como loco. — añade el pelirrojo mirándome con aquellos ojos azules celeste asustadizos.

— No te preocupes, te mantendremos lo más alejado posible de esto.

— No prima, yo quiero participar. Aún le debo un favor bien grande a las féminas de este mundo. — le miro confusa. — Le juré a Jinny que le pegaría un balazo en los huevos al cabrón de William Edwards. — añadió esta vez con una furia apenas contenida.

— ¿Te gusta?

— ¿Qué? — mi pregunta le tomó totalmente por sorpresa.

— Jinny, te vi ayer en la habitación leyéndole un libro. Actuando de psicólogo, fuiste de gran ayuda. Hoy está mejor...

— Es una chica muy buena, no merece lo que le sucedió. Eso es todo.

— No seas tan idiota como yo. Esos hermanos me pregunto yo de donde habrán salido. Son pura miel, caricias y ternura. — le sonreí mientras este me observaba cabizbajo y con una media sonrisa.

— Sí ¿eh?

Tras ayudar a Jinny en unos papeleos, revisar con Wells nuevamente sus heridas. Hacer conteo de medicinas, sueros, inyecciones y jeringas, pasamos a las armas. Las pulimos, comenzamos a armarlas. Hicimos un previo intento de cuenta y John trató de enseñarme a dar en el blanco.

Anastasia Steele estaría orgullosa de mí.

— ¿Cómo estás con todo esto?

— Estaba preocupado, muy preocupado...

Amarte en silencio (Completa) Where stories live. Discover now