Capítulo 13

78 37 1
                                    

— Lo siento señorita Wood pero no estoy autorizado a decirle acerca de ese tema, eso deberá hablarlo con él

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

— Lo siento señorita Wood pero no estoy autorizado a decirle acerca de ese tema, eso deberá hablarlo con él.

— Pero Neil nunca quiere responderme nada de lo que le pregunto, siempre terminamos peleando por ello, dice que soy... — me freno en seco para recordar las palabras mencionadas por éste.

— Me parece que los sinónimos eran, y cito: «ciega, idiota, estúpida, despistada, tonta» No podía preguntarle nada porque siempre me llevaba alguna de esas tan "bellas y dulces" palabras ¿Qué esperaba? Con él por mucho que quiera entablar una conversación de forma civilizada es imposible, con las bestias salvajes es imposible hablar, sólo entienden a gruñidos y sus semejantes o sea debería buscarme otra bestia para poder hablar con él y dudó que su moto pueda hablar el mismo idioma que yo, hasta donde sé no es bilingüe... — John me observa a la vez que evalúa cada palabra proveniente de mis labios con respecto a Neil.

— Le quieres mucho... — quise interrumpir sus palabras pero no me lo permitió. — Tu corazón se niega a ese sentimiento pero sabes que le quieres. Por ahora será mejor tanto para ti como para tus pies que hagas el favor de subirte acá ahora, para poder realizarte las radiografías a tiempo, antes de que te vayas al taxi...

— ¿Taxi? ¿Qué taxi?

— Hay un joven taxista ahí fuera que me dijo que estaba esperando a que salieses, que si te demorabas mucho, pero en realidad no sé cuanto vaya a tardar esto puesto que son varios exámenes.

— Pero ¿qué hace ese taxista ahí? Yo no he llamado a nadie... — por unos minutos una sonrisa súbita se dibujo en mis labios acompañada de una lágrima. — Neil...

Luego de varios estudios, me encuentro sentada en la habitación anterior, la oficina pequeña del inicio, jugando con un gatito de colores que chillaba cuando lo tocabas, en ello llega el señor de bata blanca con numerosas placas en sus manos, observándola una por una con aquella mirada muy difícil de descifrar, sus caras solían asustarme de un segundo a otro pero luego se relajaba, tomaba otros detalles que también eran de suma importancia, me evaluaba el pie al mismo tiempo que se sentaba en el enorme sillón negro tras la mesa llena de papeleo, organiza las placas enfrente mío creando como si fuese una serie de éstas.

— ¿Qué ves? — me pregunta el mayor mientras evaluaba mi rostro.

— No sé, ¿se supone que eso es mi pie?

— Sí, el pie, el tobillo, la unión de ambos y la pequeña hinchazón que radica por ésta zona — me explicaba al mismo tiempo que con el bolígrafo índice me iba señalando los mencionados en la explicación.

— ¿Y es muy grave?

— No, la verdad no, sigue siendo un esguince y a eso no se le puede perder cuidado pero no es algo que conlleve cirugía, por lo cual no es tan grave. Si te cuidas podrías retomar las clases dentro de unas dos o tres semanas...

Amarte en silencio (Completa) Where stories live. Discover now