Capítulo 29

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Un gemido escalofriante me despierta, quedándose impregnado en las paredes de la habitación

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Un gemido escalofriante me despierta, quedándose impregnado en las paredes de la habitación. ¡Dios mío! ¿Qué fue eso? Últimamente es lo único que me trae de regreso a la realidad. Estaba empapada en sudor, unas gotas enormes recorrían mi cara, al igual que las lágrimas y mi corazón latía desaforadamente.

¿Qué ha sido eso? ¿Qué ha ocurrido anoche? Me siento de un salto en la cama y me tomo la cara con ambas manos, subiendo para tirar de mis cabellos. Dios santo... ¿La ha matado? ¿De verdad ha sido tan ruin de matarla?

Por favor, que alguien me diga que ha sido un mal sueño. ¿El gemido era mío? No, el gemido era de... Jinny... los sollozos de una Jinny temerosa de lo que sucedería, de lo que William le planeaba hacer. Respiro profunda y acompasadamente para despejar la mente de aquellas imágenes.

El pecho repleto de esa sensación dolorosa y las fosas nasales del olor a sangre, grasa de cabello, humedad del aire, hojas secas, a pólvora, y a William Edwards. El tiempo ha pasado cruelmente por donde estaba esa chica, le ha arrebatado su vida, su existencia en menos de dos segundos.

Ella no era una psicópata, estaba traumada debido a todas las mierdas que tuvo que ver en su vida desde las idioteces de Neil, hasta el acoso sexual de William. Que hablando de ello no sólo era acoso, ¡éste debe ir a la cárcel! Y que lo dejen estéril, se lo tiene merecido.

Que experiencia más escalofriante y repugnante, ni pensar cuantas chicas sufren de esto en el mundo y se lo callan, por lo mismo... amenazas, miedo, trauma, rechazo. Por todo, hay miles de sentimientos que te cruzan en ese momento el cuerpo y te hacen pensar si en verdad hiciste algo que les provocase.

Los muy decrépitos te hacen dudar de ti misma, juegan con tu cabeza y para más apoyo, muchas mujeres en la sociedad no se les puede llamar madre... pues permiten lo que sucede, se hacen las ciegas, las sordas y no les importa que abusen de sus hijas.

Las personas dicen que en el tiempo de antes ocurrían desgracias que en la actualidad ya se han controlado, no se ha controlado nada tan solo se ha vuelto más secreto, premeditado, silencioso. Ha cambiado de nombre. Se disfrazan tras una falsa apariencia, una máscara que cubre sus verdaderas intenciones.

A pesar de todo, continúan sueltos desde las calles hasta las casas de los magnates de mejores trajes, ésos que la tela de los mismos cuesta más de lo que puedas ganar tú en dos o tres años de mucho trabajo.

No conseguiré escapar de Jinny por un buen tiempo, seguirá atormentándome en sueños, más bien, ¡pesadillas! Sus tristes y llorosos ojos color siena tostado, inexpresivos, conociendo que era el final. Su mirada tan perdida, su cabello azabache, brillante debido a la grasa.

Todos me persiguen, incluso el fantasma de la hermana de Neil. Y los gritos... tantos quejidos y lágrimas de emociones abrumadoras dentro de mí... no soporto oír ningún tipo de quejido. Cuando la verdad, la mayor parte de ellos como los sollozos de las noches anteriores eran míos.

Amarte en silencio (Completa) Where stories live. Discover now