Era Jinny, desnuda, llorando, atada, hay incluso múltiples vídeos. Lo peor de todo es que son autorizados por la madre de la misma, hasta que punto pudieron llegar para hacerle daño a él. Wells alejó la mirada de la portátil rojo en rabia, colérico. Neil lloraba, lloraba de impotencia, de rabia, de dolor, de no haber podido evitar eso.

Como esas cosas, cada carpeta traía información de todos, la de Wells incluso venía con imágenes del atropello de su querida esposa, que enojada había partido del hospital en dirección a su hogar pero ya le esperaban para dar un escarmiento a este. John parecía desfallecer.

— James... Por favor Wood abre la carpeta que trae la inscripción de James Mayer Sellers. — las lágrimas de Neil apenas le permitían hablar.

— Neil... no te hagas esto. No quiero que recaigas en lo que me contó Jinny.

— Hazlo por favor...

— Hijo de Benjamín Mayer y Dorotea Sellers, James nació en el seno de una familia de condición humilde. Hermano de Carlos y de Íngrid, James se distinguió por su calma y diplomacia desde muy joven. Su padre, Benjamín, fue encerrado cuando este tan solo tenía ocho años de edad. Debido a que mató a golpes limpios a un señor que trató de abusar de su pequeña hija, por lo que desde muy pequeño tuvo que valerse de sí mismo para sacar adelante a su familia. Su madre Dorotea cayó en una depresión que tras varios meses de cama la llevarían al lecho de muerte, junto a su marido que no soportó las condiciones tan insalubres del encierro. James con tan solo catorce años comenzó a trabajar con un vecino negociante para poder traer comida a su mesa. Su hermana más pequeña Íngrid, a los nueve se enfermó de tuberculosis por lo cual falleció dos semanas después de descubrirlo, su hermano Carlos, tras meterse a la mala vida, endeudarse y todo lo que le siguió en adelante, murió por una pelea entre borrachos en la que se vio envuelto. James, continuó en sus ahorros hasta que pudo por sus propios medios en casa hacer algo similar a un negocio. Con el apoyo de sus vecinos, pudo avanzar en la vida, casándose al poco tiempo con una joven llamada Sasha Bellamy, hija de campesinos franceses, con quien al pasar los años tuvo dos hijas, Leila y Candy Mayer Bellamy. Acaudaló una fortuna multimillonaria a lo largo de su vida.

Reporte medico:
El señor Mayer está en perfectas condiciones para hacer uso de sus facultades mentales.

Inscripción en hospital psiquiátrico:

Hoy 8/1/2013
Se ingresó al paciente con resistencia altamente peligrosa.

Cheque con pago para soborno al director firmado por Candy Mayer autorizando la reclusión del anciano de nombre James Mayer Sellers.

Fallecimiento de este el 2 de febrero del 2020, tras balbucear unas bagas palabras que no fueron claras.

Los ojos de Neil parecieron perder totalmente su brillo, al igual que los de Jinny. Internaron a su abuelo para hacerse con la fortuna del mismo. ¡Cabrones, hijos de put*! James murió el mismo día que Neil cumplía sus veintiún años. Le vi levantarse en dirección a las escaleras, me iba a dirigir a él pero Wells me tomó del brazo.

— Dejale solo, tiene mucho que procesar... — no Wells, no sabes de lo que Neil es capaz.

Wells me observaba mientras apenas conseguía digerir todo lo que habíamos descubierto. Necesitábamos poner a salvo a Casey, Alan y Bertha, ya sabíamos que serían el próximo objetivo luego de que acabasen con el chico pelirrojo.

John comenzó a buscar acerca de él, yo tomé el móvil y decidí llamar a Alan.

Llamada:

Alan Ainsworth ¿qué desea?

Pa... Alan soy yo, Alondra.

Golond... Alondra, dime pequeña.

Necesito que por favor me escuches sin hacer preguntas, están en peligro, Casey y tú, dejé una dirección en tu e-mail, llega allí hoy si así se puede, no esperes a mañana. Les quieren hacer daño, por favor, creeme.

Amarte en silencio (Completa) Where stories live. Discover now