—Perdona Sr “Grey” — hago comillas al pronunciar esas palabras y el se relame los suyos.

Se me había olvidado que Neil se cree el maldito descendiente de Christian Grey. Bueno no se cree, es que tiene un poquito de ese carácter dominante, posesivo y facultoso. Puto chico para estar tan jodidamente sexy.

— Ahora te disculpas, es que no te das cuenta de lo que provocas, ¿cuántas veces te he dicho que no hagas eso? Joder Wood, no sabes los deseos que me dan de morderlo yo también y de hacer otras cosas más contigo.

Me quedo boquiabierta… ¿Cómo puede decirme esas cosas mientras estoy tan enojada, mientras «estamos» tan enojados? Aaagh Neil.

Se acerca a mí despacio. Está muy seguro de lo que siente, muy sexy con esos vaqueros ajustados, el cabello desorganizado, y aparte de todo le brillan los ojos como dos piedras preciosas.

El corazón se me dispara y la sangre me bombea por todo el cuerpo, me parece sentir incluso que llega a mis oídos. Era deseo, un deseo caliente e intenso, me invade el vientre. Se detiene frente a mí y me mira a los ojos. Oh, es tan sexy... ¿Pero qué demonios planea hacer?

Se me corta la respiración. No puedo apartar mis ojos de los suyos. Alza una mano y me pasa suavemente los dedos por la mejilla hasta el mentón. Siento que todo me da vueltas y mis pies se despegan del suelo. ¿Cómo es que aún puedo sentir estas cosas?

Los músculos de mi región más profunda y oscura se tensan con cierto placer. El enfado que traigo encima, con sentirle tan cerca se va evaporado. Debo mantenerme firme, quiero cerrar los ojos pero los suyos, que me miran ardientes, me hipnotizan.

Se inclina y me besa. Sus labios exigentes, firmes y carnosos se acoplan a los míos, saben ligeramente a frambuesa y menta. Empieza a desabrocharme la blusa besándome tiernamente la mandíbula, la barbilla y las comisuras de la boca. Me la quita muy despacio y la deja caer al suelo.

Se aparta un poco y me observa. Por suerte, llevo el sujetador rojo carmesí de encaje, que me queda bien. Eso creo. Me alegra haber decidido volver a ponérmelo.

Mete las dos manos entre mis cabellos y me sujeta la cabeza. Su beso es salvaje, su lengua y sus labios, persuasivos. Gimo y mi lengua indecisa de si avanzar se encuentra con la suya. Me rodea con sus brazos, me acerca su cuerpo y me aprieta muy fuerte contra la pared.

Una mano sigue en mi pelo, y la otra me recorre la columna hasta la cintura y sigue avanzando, sigue la curva de mi trasero y me empuja suavemente contra sus caderas.

—Neil, basta, para... ¡Neil detente! — le alejo con un fuerte golpe en el brazo derecho haciendo que este me observe atónito.

—Nena...

—Nena nada, hasta ahora te habías comportado como todo un idiota... No te pienses que el simple hecho de que mis sentimientos hayan cambiado te da el derecho de querer follarme. ¿Por qué razón todos los hombres que se acercan a mí vienen con intenciones sexuales? ¿¡Acaso me han visto cara de ramera o qué!?

—Wood no digas eso, no... Yo no quise que pensarás eso... La verdad es que... Bueno yo... Olvidalo...

—Claro, tú todo lo resuelves con esa palabra... Para ti siempre soy una niña que no entiende nada.

—¡Es que lo eres Wood! ¡Lo eres! ¡No sabes ni lo que sientes tu misma, vas a saber entonces lo que siento yo! ¡No me jodas!

—¡Yo por lo menos no voy por la vida haciendo estupideces, una tras otra y descuidando a las personas importantes para mí! ¡Yo, nunca he hecho nada que le cause ningún daño a Casey, y no es mi hermana! ¡A mí me prohibieron verle! ¡Pero dios le da barba a quien no tiene quijada! ¡Tú que te criaste con tu hermana menor a tu lado solo hiciste mierdas para descuidar de ella. La afectaste, la lastimaste, la dejaste caer en manos de tu primo porque si creías que no lo descubriría estás muy equivocado, no sabes cuantas cosas horribles le hizo. Si Jinny está muerta es todo culpa tuya!— le lancé en un fuerte rugido haciendo que todo su ser temblase.

Amarte en silencio (Completa) Where stories live. Discover now