Capítulo Trece

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—¿Por qué no contesta el maldito? –un joven alto se encontraba esperando a que la llamada fuera contestada. Llevaba más de cinco perdidas y eso lo estaba cansando.

Estaba caminando de un lado al otro sin poder encontrar la paz.

—¿Qué quieres, Seungjun? —por fin había contestado. Era nada más que Jisung, el ex de Beomgyu.

—Dijiste que diéramos noticias, ¿No?

Claro, ¿Qué ha hecho mi pequeño cobarde? — preguntó ansioso, hace tiempo que no sabía nada de Beomgyu así que ahora estaba más que desesperado. Él vive en Daegu y ahí fue donde ocurrió todo, pero como ya sabemos, Choi se mudó a Seúl por los problemas que justamente Jisung había provocado.

—Pues, no creo que sean noticias del todo buenas.

¡Habla, ahora! —gritó a la par en la que se oyó un golpe desde ese lado de la línea.

—Ha estado muy cerca de Kang Taehyun —contestó temeroso, Jisung es de armas tomar y si no se hacen las cosas como el dice, puede terminar todo mal.

En el fondo Seungjun; amigo de Jisung que vive en Seúl, sabía que eran estúpidos muchos de los comportamientos de él ya que le hizo la vida asquerosa a Beomgyu, pero estaba obsesionado con él y no quería que nadie más se acercará a Choi.

Aunque Seungjun guardará cierto cariño hacia Choi.

Kang, Kang chisqueaba sus dedos mientras hablaba —¿Kang Taehyun hijo de los millonarios de Seúl?

—Así es, Jisung hyung.

Aparte de Gay, interesado —rio fuertemente. Aunque por dentro estaba que ardía. Frente a los demás se presentaba como homofóbico y por dentro, su obsesión era Choi Beomgyu —. Quiero que le den su lección.

—Hablaré con los demás, hyung —tragó saliva muy fuertemente. No podía hacerle algo así al chico con el que soñaba, pero era muy cobarde como para revelarse contra Jisung.

Hablamos después.

Seungjun se tiró en el piso que estaba bastante frío mientras rogaba porque algún día Jisung parara todo y dejará a Beomgyu libre.

[...]

Cerca de las ocho de la noche, Taehyun iba camino a su casa aún con la ropa de Beomgyu puesta. Su uniforme no logró secar a tiempo, así que después de varios regaños de su Hyung, aceptó llevarse su ropa puesta, ya que su idea era usar aquel uniforme escolar húmedo.

Pisando el húmedo suelo, con el frío alrededor, llegó después de bastante caminar. Sonreía, pero su corazón cargaba preocupación.

Al llegar, abrió el enrejado que conducía hasta la entrada principal de su hogar. Su zona era muy protegida, sobre todo porque los Kang no eran la única familia influyente por la zona. Era sorprendente que Beomgyu viviera relativamente cerca de él, ya que usualmente las personas suelen alejarse de esos vecindarios superficiales.

Encontró a su padre molesto esperándolo al pie de la escalera. Parecía recién haber terminado sus labores del día. Se notaba estresado.

—¿Por qué hasta ahora, Kang Taehyun? —preguntó muy molesto. Solo faltaba que saliera humo por su cabeza para completar el combo de enojo.

—Lo siento —habló con fastidió antes de intentar salir corriendo, pero fue detenido por su padre, es como si unas cadenas lo ataran para impedir salir de su prisión.

—Se podría saber donde estabas —se cruzó de brazos mientras ejercía una mueca—. Habla, Taehyun. No puedo creer que seas tan rebelde.

—Estaba ocupado. Aparte, estube bajo la lluvia —contestó débilmente. Al no querer romper en llanto, se veía obligado a bajar su tono de voz y así evitar que sus lágrimas sean vistas.

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