Capitulo 32: Discusión. La Confesión.

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El viaje no fue demasiado largo pero Aizawa sintió como si el tiempo conspiraba en su contra para hacerle ver su error.

Al llegar a la mansión las puertas principales se abren y los guardias saludan con reverencia acostumbrada a su señor y jefe, el auto sigue el camino de siempre hacia el aparcamiento interno de la mansión y luego la puerta se abre por parte del chófer dejando que Aizawa salga del vehículo con un rostro serio, casi perdido o desorientado.

Esos minutos que había tenido para meditar no le ayudaron en nada para saber como enfrentar a su hijo, y eso le remuerde la conciencia, le llena de cierta angustia interna y de paso de una creciente ansiedad que no había sentido en años.

Sus pasos le llevan hasta las gradas que conectan el centro del aparcamiento con la parte interna de la mansión, sube lentamente tratando de buscar el tiempo que no tiene, pero sabiendo que una vez dentro de la sala, donde le esperan, no tendrá más opción que decir lo que sucedió sin pelos en la lengua.

Aún piensa que es una mala idea. Pues sabe y siente que Shinsou no le perdonará en esta vida, ni en ninguna otra, si es que hay otra.

— Señor buena suerte con ese asunto — le dice el chófer haciendo una reverencia acostumbrada y tratando de mostrar algo de apoyo emocional. Conoce muy bien a su jefe y sabe que de cierta forma el líder de la corporación está inquieto e inseguro.

Aizawa sólo asiente de forma tácita al apoyo pues no sabe que más decir.

Sube uno a uno los escalones y en poco menos de tres minutos ya está entrando en la sala.

Su vista rápidamente se posa en su sobrino Shoto que está de frente sentado con una tasa de té en mano y con una mirada algo pellizcada.

— Buenas tardes— dice de forma pausada, su lengua sintiéndose pesada y sus ojos buscando a las personas que le buscan.

No puede evitar notar a los dos inquilinos que están sentados frente al bicolor, y siente una puñalada enorme al ver a Histoshi a los ojos, siendo que posee rasgos demasiado similares con su difunto primer amor.

Cómo si su cuerpo estuviera en trance camina hasta donde Shoto esta sentado y toma su lugar al lado del mismo.

— Escuche que deseabas verme Histoshi, — empieza diciendo, sus ojos se fijan en el susudicho mientras una mirada aguda y casi letal le atraviesa por parte del peli morado. Mientras que Izuku le ve con algo de asombro pero le muestra una sonrisa pequeña, casi compasiva.

— Supongo que todavía puede tomarse el tiempo de venir a saludar a un molesto visitante — dice Shinsou con una mueca burlona — Es un honor conocerte "padre"— menciona con un deje casi toxico al decir la palabra padre.

Aizawa no puede culparlo, pues conoce la vida de su hijo como si estuviera leyendo un diario, cada cosa hecha por su heredero nunca pasaba desapercibido a sus ojos.

Suspirando le devuelve la mirada aburrida que acostumbra a usar con todo lo que le rodea. Incluso cuando se encuentra nervioso.

— Parece que tienes muchas dudas sobre mi y tu nacimiento, déjame... —

No termina de hablar cuando el peli morado le tira la carpeta que contiene toda la información en la mesa. Los documentos se desparraman en un montón de desorden y principalmente mostrando una foto donde Histoshi esta en un cierto ángulo saliendo de su casa. Obviamente tomada por un detective.

— Si quisiera saber algo de ti lo hubiera investigado hace mucho tiempo, —menciona cortante como si cada palabra dicha contuvieran un poco del resentimiento y enojo que le estruja el corazón — Pero no es a eso a lo que he venido señor Aizawa.—

♠Cenicienta y los Cuatro Caballeros♦ 👉Editando 👈Where stories live. Discover now