♠Cenicienta y los Cuatro Caballeros♦ 👉Editando 👈

Capitulo 12: De gala! ¿Problemas en la fiesta? -Segunda Parte-

Advertencia: Posibles arrebatos por asesinar a personajes y rompimiento de corazones en proceso. Se pide discreción.

Atte: Autora-chan :V

Eijirou se llevó a Izuku de la fiesta, el auto lo esperaría en el parqueo trasero donde estaban todos los autos estacionados. Iría a buscarlo y luego llevaría Midoriya lejos de todo. Tal vez seria una buena idea ayudar a que se despejase la mente, y conocía un lugar perfecto para ello.

Con la mente fija en su objetivo de hacerlo sentir mejor siguió caminando por el largo pasillo que los llevaría atrás del edificio. Al llegar busco su auto y no lo diviso por ningún lado, un ademán confuso se apodero de sus facciones y tomo su teléfono marcando el numero de Iida, quien prácticamente sabia todo.

El pitido sonó tres veces antes que la voz del peliazul llegara del otro lado de la linea.

-¿Necesita algo joven Eijirou?- preguntó dudoso el chico de lentes.

-¿Donde esta mi auto? No lo veo por ningún lado- miro de una dirección a otra y no había rastros del dichoso vehículo.

-Ya veo, iré enseguida a revisar, dirijase a la parte oeste del edificio, ahí fue donde dejaron los autos de los otros jóvenes supongo que el suyo debe estar ahí también - le explicó.

Eijirou se molesto por ello. ¿Porque demonios tenían que poner su auto con el de los otros dos retrasados?

Maldiciendo en voz alta miro a Izuku que mantenía los brazos en un abrazo propio, viéndose tan perdido y triste. Se le estrujó el corazón.

Lo que debería de hacer era volver a la puta fiesta y partirle la cara al maldito rubio para así poder dormir tranquilo hoy.

¡Nadie golpeaba a su conejito y se quedaba impune!

Con el dolor y la negatividad de dejar solo a Izuku se acerco al chico y le miro fijamente pero con cierto toque de ternura, como si temiera que su solo toque pudiera quebrarlo mas.

Izuku subió la mirada brillosa que demostraba que había llorado recientemente y el pelirrojo ahora si quiso cumplir la amenaza silenciosa que había pensado, pero seria luego, de paso le daría una paliza a Hanta por traer a un bastardo que lastimo a Izuku en su presencia.

- Debo ir a buscar el auto, ¿me puedes esperar aquí un momento?- le preguntó de forma baja y cautelosa, no quería incomodarlo más de lo que ya se encontraba.

Izuku asintió y Eijirou le sonrió levemente antes de dejarlo e irse al lado contrario en busca de su coche.

El frío viento entraba por los laterales del edificio haciéndolo sentir perdido y solo. Su cuerpo temblaba por la baja temperatura pero no podía volver a la fiesta, no quería encontrarse de nuevo con Monoma y sentir esa mirada llena de odio sobre él. No quería sentirse rechazado, como si fuera un juguete quebrado y sucio que podían tirar y botar a su antojo.

Si su padre que era su progenitor no podía amarlo, ¿que le hacia pensar que otros lo amarian?

La verdad golpeó su corazón haciendo que se achicará con ese pensamiento.

Bajo la cabeza y observo el suelo, sintiéndose derrotado, perdido, desconsolado.

*Siempre estarás solo, tu lo sabes mejor que nadie Izuku...* pensó con dolor. Guardándose las ganas de llorar en ese momento.

Unos pasos se escucharon detrás de él mientras sintió una presencia acercarse. No volteo pues se imagino que Eijirou había regresado. Pero no escucho el motor del auto así que su curiosidad pudo mas y volteo a ver de quien se trataba.