Capitulo 6: ¡De compras! ¿Mentiras Piadosas? ¿Genuino Interés?

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El viaje no duro mucho, el centro comercial no estaba a mas de veinte minutos de la mansión e Izuku respiró aliviado al ver el lugar al que iban. No confiaba en el joven Eijirou, pues su personalidad despreocupada así como su sonrisa ladina le daba escalofríos.

¿Porque se empeñaba en molestarlo tanto?

¿Acaso tenía un cartel en la frente que decía "Jodeme"?

Saco el aire que estaba conteniendo.

Eijirou aparcó el auto en una zona VIP del centro comercial, el guardia lo saludo con una reverencia como era costumbre, y este le dio las llaves para que cuidara del vehículo.

— Si tiene tan siquiera un solo rayón en alguna parte, vete despidiendo de tu trabajo y tu vida a como la conoces — le advirtió con rostro serio.

El pobre guardia solo asintió asustado mientras su cara se ponía blanca como un papel por la advertencia dada.

Tomo al peliverde por el brazo y lo jalo hasta dentro del local, Izuku solo vio como el guardia apenado se retiraba hasta la caseta donde cuidaba los coches.

Eso lo molesto.

¡Quién se creía que era para tratar al pobre hombre de esa manera!

Trato de zafarse pero el pelirrojo no lo soltó.

—¡Sueltame! ¡Porque tienes que ser tan malo con la gente! ¡No soporto a las personas como tú! — le dijo con su rostro completamente rojo por la ira que empezaba a burbujear lentamente por todo su cuerpo, amenazándolo con consumirlo.

—¿Es que no es obvio? — le mencionó con una sonrisa de superioridad, parándose frente a él.

Acercó el rostro hasta el del peliverde y le tomo el mentón de forma brusca, mostrandose altanero en toda su gloria.

— Yo soy uno de los herederos mas ricos de todo el país Izuku...—recalcó con orgullo en sus palabras mientras esa mirada de "Soy mejor que los demas" aparecía en todo su esplendor.

— Asi que no te atrevas a compararme con los "plebeyos" que tienen trabajos comunes y nunca podrían llegar a ser mas que simples empleados — terminó diciendo con una sonrisa, mientras soltaba el rostro del pecoso y esté no podía creer lo que sus oídos acababan de escuchar.

¿El despreciaba a la gente pobre, trabajadora y humilde?

Un remalazo de cordura le llego como un balde de agua fría en ese instante. Si pensaba hasta el momento de que todos los príncipes tenían problemas de personalidad, no estaba del todo equivocado, Eijirou quien pensó sería el mas sensato no tenia ni una pizca de humildad.

Debía de admitir que se había equivocado... Su amabilidad tal vez le había cegado momentáneamente.

El era alguien repugnante.

Sin saber de donde saco la fuerza para safarce se soltó del fuerte agarre del pelirrojo y no supo como, o porque de esa acción, pero su mano le abofeteo con tanta fuerza que el sonido se escucho por todo el pasillo que, gracias a dios, estaba vacío.

La sorprendida expresión de Eijirou no se hizo esperar. Su cuerpo se tensó y su mano la llevo a su mejilla que estaba comenzando a tornarse roja por el golpe.

Estaba impactado.

Le había dolido. Y joder le dolía lo suficiente como para querer devolverle un golpe seco al ojos esmeralda que lo miraba desafiante.

No pudo evitar embozar un rostro de asombro y comprensión a la misma vez. Tal vez se había pasado un poco con lo que había dicho, pero ¡Por un demonio que le había encantado ver ese rostro enojado en el peliverde!

♠Cenicienta y los Cuatro Caballeros♦ 👉Editando 👈Where stories live. Discover now