Cap 12

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"El misterio del amor es más profundo que el misterio de la muerte"

(Oscar wilde.)

AUSTIN

"Paciencia, proveniente del latín pati, que significa sufrir. Las personas que tienen paciencia saben esperar a que las cosas sucedan, ya que piensan que estas no dependen estrictamente de uno, se les debe otorgar tiempo". Recordaba aquellas palabras con claridad, pero no le hacía ni pizca de gracia que los padres de la niña lo hubieran enviado una hora antes.

Finalmente halló consuelo, al oír como la puerta de la camioneta iba abriéndose lentamente.

—hola má...,—empezó a saludar con emoción, pero se retractó al fijarse bien— ¡Tú no eres mi mamá!

—¡Gran observación!— miró a través del espejo mientras soltaba el sarcasmo— ¿Qué tal la escuela mocosa?— Aplicó su dulce forma de saludar.

—¡Bien! ¿Qué haces aquí?— Preguntó de inmediato extrañando la presencia de sus padres.

—¿Qué no es obvio? Vine a recogerte a la escuela e intento socializar pero tú no me dejas—mientras se quejaba, ella soltaba su mochila a su lado con ganas de adivinar qué estaba ocurriendo.

—¿Estuviste esperando por mucho tiempo?— Preguntó dando vueltas a diferentes hipótesis.

—¿Qué te hace pensar eso?— Miraba hacia el frente concentrado en girar a la derecha.

—Bueno, estaba agradecida porque habíamos avanzado, pero hace un par de minutos acabas de mostrar tu involución, llamándome "Mocosa" —repitió con desagrado.

—Acabo de descubrir que no soy paciente. Estuve sentado por casi una hora, ¿Es eso justo?— Al pronunciar aquellas palabras la niña pudo reír con gracia al notar la equivocación de sus padres—.¿Gracioso eh?

—Realmente sí— se carcajeó aún más, al imaginar la cara de su amigo todo ese tiempo—. ¿No tenías algo mejor que hacer?— Recibió una mirada de molestia— digo, Mamá siempre suele venirse a esa hora porque tiene la costumbre de antes pasar por la biblioteca o la floristería a conversar con su amiga, es obvio que se confundió.

Ambos dirigieron su atención a algo diferente, el celular que estaba sonando.

Sin perder tiempo lo sacó de su bolsillo, miró la pantalla y al encontrar el nombre de Mackenziee volvió a guardarlo, no sin antes bloquearlo.

—¿Tienes tarea?— Se cercioraba de que ella tuviese disponibilidad, ¡Qué ridículo!

—¿De qué te serviría esa información?— Volvió a inquirir realmente llena de curiosidad.

—Necesito que me ayudes con algo.

—¡Lo sabía! ¿Esconderé un cuerpo?— Subió y bajó las cejas con diversión.

—¡Oh que graciosa!— comentó con normalidad sin darle importancia al comentario—.Algo peor— le explicó después de unos minutos.

Austin prefirió no soltar una palabra más hasta llegar a casa, quería pensar en algo más, necesitaba darle una oportunidad a sus ganas de arrepentirse, por ello aunque la pequeña seguía incitándolo a hablar no cayó en su trampa.

—¡Llegamos!— Emily  recogió su mochila y desabrochó su cinturón con rapidez para salir con  a acariciar su adorable mascota, que la esperaba como de costumbre.

—Alto— exigió él, captando la atención de su acompañante.

Ella negó lentamente, como si de un caso perdido se tratara.

Do no trust meWhere stories live. Discover now