Cap 9

58 5 6
                                    

Ella.

Cuando por fin abro los ojos, me encuentro sintiendo cualquier cosa excepto comodidad. Mis ojos piden a gritos no ver la luz, mucho menos su reflejo, mi cabeza parece querer explotar, mientras mi cuerpo emite un dolor en cada lugar. Todos y cada uno de estos aspectos impiden que me levante, hasta después de media hora.

Al poner mis pies en el frío suelo, me obligo a bajar la vista encontrando unas botas de hombre. En específico las de Ryan. Pero...¿Qué hacen aquí? ¿Acaso me acompañó? Intentos fallidos, eso es lo único que consigo, al intentar recordar lo que pasó en esa fiesta. Frustrada, decido que tomaré un café o antes, una ducha, tales cosas pueden ayudar a volver los recuerdos en donde los necesito.

Vuelvo a caer de espaldas en la cama, observando mi techo, rogando que no haya hecho algo estúpido, aunque conociéndome, probablemente fue justo lo que hice. Necesito que alguien o algo arroje un poco de luz sobre mis recuerdos, por lo que esta vez, si logro encaminarme al baño.

Un bostezo y una caricia a mi enmarañada cabeza acompañan mi entrada. Al mirarme en el espejo el horror pinta mi cara, que por cierto esta llena de maquillaje y no precisamente en el lugar que corresponde; mi cabello, como es de esperar está hecho todo un asco; para terminar, hay unas manchas enormes en mi vestido, como si hubiese vaciado intencionalmente, todas las bebidas que encontré.

¡Carajo!

Me quito el vestido quedando en ropa interior, reviso que no tenga algún golpe o moretón en el cuerpo,al no hallar nada entro a la ducha.

Cuando por fin estoy lista, bajo con un poco más de energía, como es de esperarse ya todos han desayunado. Era la única que aún se hallaba durmiendo a las nueve treinta, por ende nadie me acompaña en la cocina.Mi madre había salido por compras, Andre está en la sala terminando junto con Mark algunos trabajos que tienen pendiente y bueno Ryan...él, no lo sabía con certeza, hasta que minutos después cuando ya estoy por terminar, entra descalzo, con el cabello húmedo, una ancha sudadera amarilla y unos pantalones negros, su blanca sonrisa aparece en cuanto me ve y pasa a saludarme con un beso en la frente.

—¿Ya estás arriba, eh?— Mueve sus cejas de arriba a bajo a lo que frunzo el ceño con desconfianza, probablemente porque sospecho que él tiene todas las respuestas que estoy buscando, eso me asusta, al menos un poco.

—¿Por qué tan animoso?— Le pregunto después de su acción.

—Siempre soy así— se defiende aún sonriendo.

—No es cierto— niego—.¿Hay algo que deba saber? Deberías decírmelo antes de que lo descubra— lo amenazo sin saber qué es lo que hago.

—¿De qué hablas? ¿Puedes solo terminar de desayunar en paz?— Sugiere a mi lado.

Tiene razón, la comida es lo más importante en este momento.

Me levanto cuando es necesario dejar limpios los utensilios de cocina, pero no estoy tranquila en el proceso, así que me detengo, volteo lentamente. 

—¿Quieres...contarme qué sucedió ayer?— Pido en tono de súplica—.Quiero saber qué pasó anoche— repito.

Su gesto cambia a un tono neutro, sus ojos marrones me observan y por un momento creo que su mandíbula se endureció un poco.

—Yo también desearía saberlo— seguía confundida. ¿Qué intentaba decir? ¿Acaso tampoco recordaba? ¿O solo estaba siendo sarcástico?

—Exactitud, te necesitamos en la cocina. ¿Puedes por favor acompañar por un momento a mi estúpido?—Vuelvo la mano que había estado usando como altavoz y me siento frente a él—.Te conozco y aveces lo olvidas, suéltalo ya.

Do no trust meWhere stories live. Discover now