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Estoy sumamente sorprendida, y aunque Paola intenta detener a Jenny ella está loca por poder aprovechar la oportunidad de lastimar a Victoria.

Giovanna reacciona separándolas y mientras pide que le traigan un vaso con agua. Jenny no está nada bien, y sus ojos llenos de lágrimas lo atestiguan.

— Vete y no vuelvas más. —dice Giovanna señalando a Victoria pero ella se ríe.— ¿Qué te causa tanta gracia? Acabas de romper un compromiso.

— Le hice un favor. —asegura.— Y estuve a punto de hacértelo a ti.

Cuando me señala sonrío prometiéndome a mí misma que no voy a ahorcarla. Es una descarada mujer que quiere salirse con la suya pero no lo va a logar.

Al menos no conmigo.

Pues Jenny vuelve a lanzarse sobre ella pero esta vez no la suelta.

Paola sabe que es mejor no insistir y toma a Valeria en brazos esperando que Jenny no la mate. Y si lo hace, supongo que iremos a la cárcel por ser cómplices.

Respecto a lo que dijo de mí, no le pongo mucho interés porque lo que haya hecho Ruggero ya quedó en el pasado. Básicamente ni siquiera estábamos juntos si es que en realidad se acostó con ella.

Obviamente voy a mandarlo a la mierda y a vengarme por esto, pero no voy a hacer un drama innecesario y voy a tomar un vuelo de vuelta a México. Esto es parte de madurar, así que no voy a ayudar a Jenny a matarla por mucho que se me apetezca.

– Desearía saber qué pasó. —dice Paola a mi lado y apoyo mi cabeza en su hombro.— ¿Llamas a Ruggero y le preguntas? Probablemente ya haya visto a Agustín y sepa más que nosotras.

Yo asiento y busco mi teléfono en la pañalera dispuesta a llamar al italiano. Es obvio que sabe más que nosotras.

Y ahora mismo tengo mucha curiosidad. Y ganas de pelear con él.

— Hermosa, no puedo contestarte ahora. Estoy entrando a una reunión. Te amo. —dice rápidamente y hago un mohín mientras cuelgo.

— Ni siquiera me dejó hablar. —reprocho guardando el teléfono.— Pero creo que no sabe nada, está ocupado.

Ella asiente y volvemos a prestar atención al lío que se arma cuando entran dos señoritas ayudando a Giovanna a separarlas. Jenny deja un último golpe en el rostro de Victoria y puedo ver cabellos en su mano. Debió haber dolido.

Jenny es Jenny.

Y para ella, todo se reduce a una sola palabra.

Venganza.

— Es mejor que no vuelvas, Victoria. Porque voy a matarte si lo haces. —amenaza mi amiga y me pongo de pie siguiéndola cuando sale literalmente disparada.

— Jenny. —la llamo corriendo detrás de ella.— ¿Te quieres calmar?

— ¿Cómo mierda me calmo, Karol? Mi prometido se metió con esa puta a días de nuestro matrimonio.

Me acerco dándole un abrazo como puedo gracias a que tengo a Austin en mis brazos.

Ella suelta en llanto y acaricio su cabello en repetidas ocasiones asegurándole que todo va a estar bien.

Ya pasó, ahora solo tiene que hablar con Agustín y definir el futuro de su relación.

Dejó que se desahogue conmigo por un rato hasta que se aclara la garganta y se aleja limpiando sus lágrimas.

Me pide que nos marchemos y la acompaño a la salida dispuesta a esperar en el auto. Una vez dentro nos dedicamos a esperar a Paola y Giovanna. Y cuando estas llegan con el vestido de novia, Jenny las maldice.

4| El verde de sus ojos; QuédateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora