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Capítulo 19, Parte I.
Heridas sin culpa.

•Hyunjin•

El verano no era de sus épocas preferidas del año. No podía usar sus chaquetas costosas mientras hacía calor, de igual manera sus bellos abrigos colgaban abandonados en el vestier, suplicando que los sacara. Estaba pegajoso todo el día gracias al sofocante clima, sin embargo, el sol inclemente de aquél momento sólo significaba algo importante: las vacaciones se aproximaban.

Aquellas serían sus últimas vacaciones de verano antes de decidir qué hacer con su vida. Eso se escuchaba como algo difícil, y en realidad, lo era. Quedaba una semana antes de la graduación, y Hwang Hyunjin aún estaba indeciso por si debía asistir a la universidad en Hong Kong o quedarse en Seúl. Su sueño siempre había sido estudiar arquitectura fuera de Corea, pero lo único que lo detenía se trataba de la sonrisa más cándida que aguardaba en el fondo de su corazón, y que tenía miedo de dejar ir así como así.

El sólo hecho de pensar en la sonrisa de Hani, le recordaba al verano cálido que ahora lo abrazaba. Era abrasiva, y se hacía espacio dentro de él hasta robarle egoístamente el sueño por las noches. En uno de sus desvelos de primavera, se dio cuenta de algo que no quería aceptar. Amaba a la chica como nunca amó antes, y aquello le aterraba más de lo que tenía la capacidad de aceptar.

Una idea le rondó en su cabeza durante largas semanas. Finalmente, decretó que aquello que tenía en mente era una locura, pero valía la pena arriesgarse si quería conseguir todo el afecto ella. Ya no bastaban las citas, tampoco pasar la tarde escondidos pretendiendo estudiar mientras veían el atardecer juntos, mucho menos el echar de menos cada noche que dormían separados. Ya no bastaba tenerla a medias, porque lo cierto era que Hwang Hyunjin estaba tirando a suertes su destino con la chica de su vida.

Se puso a gatas, descubriendo la compuerta de madera pulida que cubría discretamente la caja fuerte. Teniendo los dígitos frente a él, tuvo un leve tirón de arrepentimiento ante su plan principal. Dándole un vistazo rápido al despacho desolado que solía ser de su padre, buscó un poco de calma, y se terminó de convencer un par de minutos después que aquello era lo correcto. Tecleó adiestrado la clave de seguridad, esperando por el pitido de desbloqueo que tantas veces había escuchado ya.

¡Click!

Giró la perilla metálica en la puerta y la abrió, exponiendo el fondo oscuro de la caja no muy grande. En una esquina solitaria vislumbró la caja aterciopelada por la que iba, y sin darle mucha más vueltas al asunto la agarró para llevarla con él. Se desinfló como un globo al cerrar una vez más la compuerta escondida, sintiendo la presión sobre él deshacerse hasta volverse una sonrisa de autosuficiencia para sí mismo.

Esa mañana de domingo estaba particularmente calurosa, aún así, accedió a ir por un buen desayuno con sus dos mejores amigos. Permitió que el chofer lo llevase hasta el privado bistró de la madre de Lee Minho, donde los chicos lo estuvieron esperaron por más de una hora. Hyunjin no era de llegar tarde a algunos lugares, sin embargo, esa día tenía una excusa válida para su retraso.

El mal semblante del mayor lo recibió, mientras hacía un sonido molesto contra la mesa impacientemente. Estaba de mal humor por haberle hecho esperar, lo supo incluso a la distancia. Evitando exasperarse por aquello tan mínimo, sostuvo la sonrisa que no pudo borrar de su rostro desde que salió de su casa. De esa misma manera, y sintiéndose genial, tomó asiento frente a sus dos amigos.

—¿No te disculparás por llegar tarde? —La insolencia en la voz de Lee Minho no logró crisparle la paciencia, la cual parecía infinita ese día.

Ojeó el menú como si no lo hubiese visto millones de veces antes, y fingió no escuchar al molesto del castaño, ganándose una risilla de Kim Seungmin que no se había atrevido a hablar.

𝐻𝓊𝓇𝓉 𝑀𝑒 [𝐻𝓌𝒶𝓃𝑔 𝐻𝓎𝓊𝓃𝒿𝒾𝓃]✓ #Wattys2021Where stories live. Discover now