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Capítulo 05:
Heridas delicadas.

𝓚𝓪𝓷𝓰 𝓗𝓪𝓷𝓲

Los presentes siempre eran un buen motivo para emocionarse. Desde que era una niña, disfrutaba de las llegadas de los viajes de trabajo de su madre, tan sólo porque traía consigo una acogedora sonrisa y un lindo regalo sólo para ella. Era lo único que hacía que olvidase que su madre desaparecía semanas enteras con la Sra. Hwang, dejándola sola aún siendo muy pequeña. Luego de tantos años entendió que para Jisoo era más imprescindible la presencia de la mujer, de lo que ella misma la necesitaba.

Observaba la bolsa de papel estampados perdida, creando una barrera entre la habladuría en la sala de estar y sus pensamientos que hablaban aún más alto. Esta vez ni el mejor presente le haría caer en cuenta de lo que sucedía, porque aún estaba reviviendo lo ocurrido minutos atrás en el área de la piscina con los hermanos Hwang de por medio.

Jisoo al otro lado del salón era toda sonrisas, abrazándose tan fuerte a su hijo mayor que lucía como si lo pudiese asfixiar en cualquier momento. En la esquina del sillón para tres personas se hallaba Hyunjin, perdido en su teléfono celular, con un rostro en blanco que no expresaba más que indiferencia. Se preguntó qué pasaría luego de la llegada de JinYoung, claramente la matriarca de la familia festejaba su permanencia en casa, pero el chico menor era evidente, no le quería en casa ni de visitas.

—¡Chae, es el mejor obsequio de cumpleaños que me han dado! —Los ojos pequeños de Jisoo se perlaban de lágrimas emocionadas.

Tenía abrazados de cada costado a cada uno de sus hijos, regalando la más sincera de las sonrisas, una que hacía mucho Hani no veía. Hyunjin lucía reticentemente hastiado por el agarre de su madre, sin evitar su mueca de incomodidad que pulverizaba todo el portarretrato de familia feliz. La madre de la chica aplaudió con alegría por su mejor amiga, porque no existía mayor ganancia para ella, que la Sra. Hwang estuviese establemente tras todas sus pésimas décadas emocionales.

Acabada la especie de reunión de bienvenida, cada uno regresó a su habitación respectiva, esperando la cena. Subió escaleras arriba, en búsqueda de sus pocas cosas que aún permanecían en la habitación de invitados que había estado usando. Con la puerta doble entreabierta, comenzó a guardar lo suyo en el bolso que las trajo anteriormente. Volvería a la pequeña casa de invitados, junto con su madre, donde en realidad pertenecía.

—¿Por qué dejarás de usar la habitación? —La pregunta no le tomó por sorpresa, mucho menos quién se la hacía.

No volteó a verle, a sabiendas que se encontraba en el umbral esperando porque lo encarara. Tan sólo se encogió de hombros, siguiendo con el empacado, evitando demostrar el poco pesar que le causaba dejar la casa principal. Existía una única razón para que esa presión en el pecho apareciese, pero inevitablemente no podría decirlo así quisiera.

—Porque no vivo en esta casa. —Explicó cortando el rollo, ante el silencio de ambos.

—Desde que naciste vives aquí. —Sonó harto por la escueta respuesta.

Unos pasos se escucharon entrando en la habitación, y no intentó no rodar sus ojos, lo conocía bien, sabía que intentaría detenerle, sólo que no tenía claro el porqué. Volteó sobre sus pies, dispuesta por acabar con su tarea, y de inmediato se topó con él. Obstaculizando su paso, la esperó cruzado de brazos y un semblante confundido de principio a fin.

—Pero no es mi casa. —Replicó una vez más, intentando hacerse paso entre la altura del chico.

Hyunjin siguió sus movimientos, impidiendo que pudiese caminar mucho más allá. Lo que empezó como una orden firme, terminó siendo un juego infantil donde ambos contenían las risas. El chico ya tenía sus mejillas rojas cuando estalló en carcajadas, persiguiendo a Hani por la extensa habitación, sin querer que dejase la cercanía que ahora tenían. 

𝐻𝓊𝓇𝓉 𝑀𝑒 [𝐻𝓌𝒶𝓃𝑔 𝐻𝓎𝓊𝓃𝒿𝒾𝓃]✓ #Wattys2021Where stories live. Discover now