¿Pelirroja?

No te necesito a ti, la necesito a ella

Las manos de Anna y Gilbert no se separaron ni un solo segundo. Anna llevaba 2 días en la cama del hospital. Marilla, con permiso de Anna, retrasó el tiempo de la habitación de Anna en la Universidad, ya que, con mucha insistencia de Blythe Junior, había decidido quedarse en Tejas Verdes hasta que su corazón estuviera tan fuerte como antes. Matthew leía historias a Anna todas las noches en esa habitación de color gris, era la única manera de que Anna durmiera. Gilbert tan solo disfrutaba de cada minuto junto a ella, besaba sus manos cada vez que Anna estaba distraída o durmiendo y cuando intentaba verse la gran cicatriz que decoraba en su pecho, Blythe amenazaba con besarla en los labios, cosa que a Anna le ponía tan nerviosa que ni miraba ni la herida, ni a Blythe. También habían ido a visitarla las chicas, quien le traían nuevos libros para que Matthew se los leyera. Diana le contó toda su aventura amorosa con Jerry a Anna el primer día de su recuperación, sin presencia de Gilbert claro está, Anna se emocionó tanto que casi tira todo el café encima de sus apreciados libros. Y por desgracia para nuestra protagonista y Gilbert, también fue a visitarla Winifred, quien solo besaba a Anna en las mejillas y centraba su atención en Gilbert, quien la ignoraba en absoluto. A parte de las visitas, la relación de Anna y Gilbert estaba mejorando cada vez más, Gilbert estaba centrado todo el tiempo en ella y Anna tan solo intentaba que se tomará un descanso. -Gilbert estoy bien, de verdad. No puedes estar en esta habitación durante 24 horas. Esta habitación es muy triste y desagradable. - dijo Anna, señalando las paredes grises y sin vida de la cueva y tumba de la imaginación de Anna. - Para ti será triste, pero para mí es maravillosa - contradijo Gilbert, elevando la ceja. Anna no pudo resistir sonreír ante ese gesto, lo adoraba. - ¿Cómo que no lo es? Mira esas paredes sin vida - dijo Anna, señalando con su dedo la pared del lado izquierdo de su cama. - ¿ Y estas sábanas? Son muy tristes. - dijo, señalando las sábanas blancas y sin ningún rastro de diversión. -La vida y el olor del hogar se lo das tú, Anna. Por eso no quiero irme de esta habitación. - declaró Gilbert, con una sonrisa y agarrando la mano de Anna más fuerte. Anna se puso roja, esas palabras la pusieron muy nerviosa, que su corazón subió de pulsaciones, haciendo pitar la máquina. - Madre mía, pelirroja. Si que te e puesto nerviosa- río Gilbert. Anna no río, solo desconectó, miraba a Gilbert con una sonrisa en la cara, este se encontraba con una camisa blanca y unos pantalones marrones, su abrigo estaba en la butaca, que utilizaba como mantas en las noches. Su pelo negro estaba despeinado, tal como le gustaba a Anna y su sonrisa se pronunciaba mucho más que antes. -Anna, ¿Estas bien? ¿Te duele el pecho? - preguntó Gilbert, levantándose de la silla y poniendo una mano en su frente para comprobar su sospecha de que tenía fiebre. - Gilbert - llamo Anna, este no la escuchó. - Gilbert - volvió a llamar Anna. - GIL -grito Anna, haciendo que el pelinegro la prestase atención. Este la miró y Anna cogió con sus dos manos ambas mejillas de Gilbert. - Estoy bien. - tranquilizó a un alterado Gilbert - Tan Solo, echaba de menos que me llamaras pelirroja. Lo echaba mucho de menos. - confesó Anna,acariciando las suaves mejillas de Gilbert. Este se relajó al completo, y miró la dulzura que había en cada parte de ella, sacó una sonrisa, disfrutando de las caricias de Anna. Estuvieron así un buen rato, hasta que Anna tomó ,por primera vez, la iniciativa. Se fue acercando hacia los labios de Gilbert, Gilbert tan solo se quedó hay, hechizado por los ojos grises de Anna. Estaban a solo unos centímetros, sus labios estaban a punto de rozarse, notaban la calidez de sus respiraciones en sus narices, haciendo cosquillas a Anna, sus narices se rozaban, y su aliento se convertía en uno. Estaban a punto de cumplir el mayor deseos de los protagonistas. Pero la puerta de la habitación interrumpió la valentía de Anna y él deseo de Gilbert por la pelirroja que tenía delante, se separaron en seguida, con sus mejillas teñidas de rojo por el calor. - Gilbert - llamo Matthew, el culpable. - ¿ Que pasa papá? - dijo con voz molesta, Gilbert. Solo quería besar a Anna. ¿ Tan difícil era?
- Winifred quiere verte - informó Matthew a su hijo. - Dile que no estoy - dijo Gilbert, cogiendo la mano de Anna.
- Gil, no seas malo. Pobre, ves. Así sales de aquí un rato y despejas tu mente de alguien que no sea yo. - dijo Anna, con una mirada coqueta y acariciando la mano de Gilbert. Matthew miraba la escena con una sonrisa - Aquí hay tanto amor que voy a vomitar - pensó para sí mismo. Gilbert sonrió a Anna y asintió, sacando una sonrisa a Anna. Abrazó a Anna, pero antes de irse, haciendo que la piel de Anna se pusiera de gallina, le dejó ese mensaje en la oreja de Anna. -Por mucho que me vaya, solo habrá una personita en mi cabeza. Tú mi Anna con A.- dicho eso, se fue. Dejando en la cama a una Anna, nerviosa y con la curiosidad de saber a qué sabían sus labios. Gilbert salió de la habitación con una sonrisa en la cara, cosa que se le quitó cuando Winifred apareció en su campo de vista.
- Hola Gilbert ¿Cómo está Anna? - pregunto Winifred. Esta no tenía ningún interés en su estado, pero era la única manera de conectar una conversación con Blythe. - Está mejorando, pero necesita mi ayuda. Así que lo siento si soy muy directo pero... ¿Que necesitás? - dijo muy sinceramente Gilbert, no quería estar con Winifred, quería estar con la mujer de trenzas y pecas. - Lo que quería decirte es que he hablado con el Doctor Glin, un doctor que conoces bastante. - empezó Winifred, Gilbert solo asintió con la cabeza. - Pues este doctor necesita un ayudante y e conseguido que ese ayudante seas tú - dijo Winifred, esperando que Gilbert dijera algo. Gilbert ni siquiera sonrió, estaba impactado, ¿ Como un doctor tan grande como el Doctor Glin iba a pedirme ser su ayudante, si estaba empezando su primer año en la carrera de medicina?
- Winifred ¿ Que le has dicho al Doctor Glin sobre mi? - pregunto Gilbert, con una ceja levantada. - Mentí un poco. Solo mentí en pequeñas cosas sobre tus estudios. Pero piénsalo, solo quiere un ayudante. - confesó Winifred. Gilbert no quería comenzar así su carrera de Medicina, no quería comenzar con mentiras. - Dile al Doctor Glin que no aceptó su propuesta - dijo Gilbert, antes de comenzar su camino junto a Anna, pero Winifred puso su cuerpo como obstáculo. - Gilbert, no puedes perder esta oportunidad por ella. - dijo Winifred, ella sabía que no la aceptaba por esa pelirroja de trenzas y horribles pecas. - ¿Por quien, Winifred? - pregunto Gilbert. - Por Anna. Estas perdiendo la oportunidad de tu puta vida por alguien a quien no necesitas. - dijo Winifred. - Tu no sabes lo que yo necesito - dijo ya con molestia, Gilbert. No le gustaba nada con el tono que había dicho el nombre de su pelirroja. - Si que lo sé. Necesitas a alguien como yo. A alguien que te escucha y tienes paz. No necesitas a alguien con quien estas discutiendo y llorando día sí y día también. No necesitas a nadie que te haga perder una oportunidad como la que te estoy ofreciendo. - declaró Winifred. Gilbert estaba furioso con ella. - Yo prefiero tener la guerra con ella a tener la paz contigo. Yo la necesito a ella, no a ti, Winifred. Y dile a ese médico que no aceptó su propuesta. - dijo finalmente Gilbert, mirando a Winifred con llamas en los ojos. Llamas que quemaban su corazón.
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Holaaaa♥️♥️♥️
¿Que os a parecido?
La verdad es que hoy no e podido parar de escribir. Una vez más os quiero decir que os quiero mucho mucho mucho mucho mucho mucho mucho mucho mucho mucho mucho mucho mucho mucho mucho mucho mucho mucho mucho mucho mucho mucho mucho mucho y mucho. Que gracias por hacer los sueños en realidad de alguien quien no conocéis
SOIS INCREIBLES
#Pelirroja?FOREVER ( gracias de nuevo mi amada estrella MariaVera365211)
Os quiero mucho 🦋
¿ Cuáles son vuestros sueños?
Y ¿Cuando queréis el próximo episodio?
Con amor,
Alma🥕