Te necesito y no voy a perderte

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La voz de Anna se apagó como las velas en la noche. No le quedaban palabras para replicar ante Matthew. Tan solo pudo abrazarlo y llorar en su estómago. Desahogo cada parte de ella, cada parte o pieza que ella intentaba ocultar. - Matthew estoy cansada- dijo Anna, apoyando la cabeza en su estómago y empapando su camisa con sus lágrimas.
- Estoy cansada de todo. Estoy cansada de mi misma. Y de mi mente. No para de dar vueltas y vueltas. No para Matthew. No para. - grito Anna mientras lloraba sin parar. Matthew vio como Anna lloraba, no podía verla así. - Anna, Anna. - dijo Matthew levantando su cabeza de su estómago. - Mirame, mi pequeña Anna. - Anna lo miro con sus lágrimas en sus ojos.- Dime que necesitas, Anna. - le rogó Matthew acariciando sus mejillas. - No se lo que necesito Matthew ¡NO LO SE! NO LO SE MATTHEW NO... LO SE - grito Anna, haciendo que sus manos volvieran a temblar. Matthew tan solo abrazó a Anna. Anna lloró en su hombro sin cansarse, hasta que Matthew la tumbó sobre  sus rodillas en el sofá del salón. Allí acarició el pelirrojo pelo, ya suelto, de Anna, hasta que la joven se quedó profundamente dormida. Aún así, siguió recorriendo con sus dedos los suaves mechones  de Anna. No quería que notará que él se había ido, quería que sintiera su compañía, quería que no se sintiera sola. Estuvo así durante hora y media, sin parar un solo segundo. Pero tuvo que parar, el sueño empezaba a consumirse en sus ojos. Así que cogió a Anna en volandas y la llevo a "reina de las nieves". Entró en la habitación y abrió la cama, donde se encontró a...
- ¡Gilbert! - susurró Matthew, para no despertar a Anna - ¿Papa que haces aquí? - pregunto un Gilbert adormilado. - Y tu ¿Que estás haciendo en la cama de Anna? - pregunto el padre del Blythe. Blythe estaba en la cama de Anna, arropado con la colcha de Anna y en una mano, la izquierda, reposaba la foto que tomó a Anna el día del río. Sus ojos estaban hinchados y rojos de haber llorado. - Estaba intentando dormir papá. - se justificó Gilbert, saliendo de la cama que pertenecía a Anna. Matthew solo asintió con la cabeza y dejó a Anna en su colchón. La joven aún descansaba. Gilbert miraba a Anna. Por fin podía mirarla, después de todo el sufrimiento que habían tenido, por fin la podía mirar sin que Anna se alejara de él, sin que lo mirará con rencor o con lágrimas en sus ojos. Por fin podía mirar a Anna cómo el primer día en que se conocieron. Matthew la arropó y beso su frente. - Buenas noches, pequeña Anna- susurró Matthew, antes de cruzar la habitación y salir por la puerta de "reina de las nieves". Gilbert se quedó delante de ella, con lágrimas en los ojos. - Perdóname, Anna. Lo siento por tanto sufrimiento que yo te proporcioné. Lo siento Anna. Se que tuve que apoyar en tu decisión, pero no pude Anna, no pude. No pude porque pensé que te perdía, que te perdía para siempre. Pero ahora entiendo que ahora te estoy perdiendo por no apoyarte. - confesó Gilbert, soltando sus lágrimas, delante del dormido cuerpo de su amada Anna. -  ya no me miras, ya no me escuchas, ya no me hablas ¿Sabes lo que más echo de menos? Tus historias. Adoro cuando te pones a soñar despierta. Te pones feliz en tan solo un segundo y empiezas a explicar tus sueños con palabras tan bonitas y únicas como lo eres tú. O tus coronas de flores ¿ No te has dado cuenta lo bien que te quedan? Estas preciosa con eso puesto en tu pelirrojo pelo. No entiendo como dices que es terrorífico cuando no lo es. Es maravilloso con todas las letras y vocales. Deberías dejar de decir esas cosas. - siguió Gilbert. - Sé que te dije que eras una egoísta. Es una mentira como yo de alta. Y yo soy muy alto, más que tú, enana, pero volviendo al tema tu no eres para nada egoísta. Hiciste todo lo que tú tenías en tu mano, me salvaste la vida, joder,y yo realmente  creo que eres mi salvadora. Esa es la jodida realidad. Y también está otra mentira que dije Anna yo... - iba a confesar Gilbert a Anna. Pero un golpe en la puerta lo detuvo. Gilbert muy a su pesar se despidió de Anna con un beso en la frente y se marchó de "Reina de las Nieves". Cruzó las escaleras y allí se encontró a Matthew y a Marilla fundiéndose en un gran beso. - Ojalá pudiera hacer eso con Anna - pensó Gilbert. - Gilbert- dijo la recién llegada. - Mamá - dijo Gilbert antes de fundirse con un abrazo con su madre. Por fin Marilla estaba en Tejas Verdes. La familia Blythe estaba completa. - Madre mía Gilbert. - dijo Marilla, separándose de su hijo- ¿Cómo estás? - Estoy bien, mamá- mintió Gilbert. No estaba bien, necesitaba a Anna, necesitaba sus historias y su imaginación. Necesitaba su pelo lleno de flores por las mañanas o sus regañinas cuando arrugaba las hojas de papel cuando estaba concentrada. Necesitaba su voz, la necesitaba. Y la estaba alejando cada vez más con su actitud, la estaba perdiendo y no podía soportarlo. No podía. Y tenía que recuperar cada parte de ella. Aunque fuera su última oportunidad, no iba a perder lo que más feliz le hacía ser. Amaba a Anna y no la iba a perder.
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  Hola chicos💛
¿Que os parece todo lo que está pasando nuestra protagonista?
Os quiero 🦋🥕

¿Pelirroja?Where stories live. Discover now