v e i n t i t r é s

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“¿Lo hicistes? ¿Tu realmente lo hiciste?”

El flash en esa oscura y pequeña habitación me resulta molesto. Ya no se cuantas fotos necesita, pero no digo absolutamente nada. Solo quiero irme de una vez y jamás volver aquí.

Observo a la mujer que esta frente a mi y lentamente me vuelvo a colocar la camiseta, mi torso que está solo cubriendo mis pechos con un brasier después de mucho tiempo, no me avergüenza tanto que ella me vea así.

Hasta puedo decir que me resulta incómodo el material. Me coloco la cazadora y espero sentada en la silla, mientras ella se mueve para quedar frente a mi y mirar algunas carpetas que hay en el mesa.

—Puedes irte, esto va a ser tomado como prueba. Irá al perito en criminalística con tus análisis.

Formo una mueca. —Bien.

Frunzo los labios para salir de ahí. Todo esto era agobiante, frustrante y molesto. Había pasado por el médico forense que fue una completa mierda. Primero me habían pedido una autorización escrita donde yo aceptaba todo lo que me hacían.

Tomaron pruebas de mi boca, de mis partes íntimas, la orina y lo que más me asustó; fue la toma de muestras en mis uñas donde había restos de sangre seca.

“No digas nada, no le digas nada ¿Me oíste?”

Además de la droga en mi cuerpo. La camiseta que él me había dado me la mostraron y también tomaron pruebas, ví los malditos grilletes.

Fotografías donde aún tenía marcas de sus dedos y dientes en mi cuello además de las heridas recién curadas en mis tobillos y las marcas de la aguja en mis antebrazos.

Lo peor sería dar mi declaración a la policía. Eso era lo que más me inquietaba.

Salgo del pequeño cuarto sin dirigirle una mirada a la mujer y agradezco cuando no dice nada. Afuera me espera un gran terrible dolor de cabeza.

—Señorita Oh ¿ya está todo?

Observo su regordete cuerpo además del traje que ya se me hace familiar, su rostro arisco pero ahora sólo hay una mirada de lastima que me llega a molestar muchísimo.

A subido unos kilos de más, su rostro esta cada vez más redondo y el traje le queda ajustado.

—Ya podemos largarnos Park, si eso es lo que preguntaste.

Solo tres días, permanecí en el hospital. Este era el último, con las pruebas que la asistenta me dijo que hiciera. Y para mi terrible suerte Park llegó al día siguiente después de que Yiheon dijo que lo contactaría.

—Yo no pregunté eso.—hasta puedo decir que se ve confundido.

No tenía el dinero para el hospital y apareció la única persona que no quería ver tan rápido. Park apareció en la tarde mirándome con una cara de lastima y diciendo cosas estúpidas de las cuales quería olvidarme. Namjoon dijo que podía ayudarme más sabía que no tenía el dinero. Hasta por lo que supe, aún se quedaba en casa de su mamá.

Con los problemas que tenían su familia no quería sumarle otro. Ya había hecho mucho por mi, además que no quería escucharle preguntar por Yeji.

—¿Qué le dijeron esta vez? —intenta nuevamente conversar conmigo.

Ambos salimos del lugar yo lo más rápido que mis adoloridos pies me permiten, no es como si pudiera correr lejos de él.

—Que debo ir con un psiquiatra. No es perfecto.—suelto con sarcasmo.

Su auto espera afuera del lugar y me subo antes que él. Se demora unos segundos hasta que enciende el motor y el auto avanza. El olor a comida chatarra ya ni me molesta o el olor a cigarrillo. Ese último es algo a lo que ya me estaba acostumbrando cada vez que Jungkook me besaba después de fumarse unos cuantos.

—Eso parece lo mejor.

Alzo las cejas para luego morder por dentro mi labio. Observo las calles sin ningún interés más que el llegar rápido al hotel, porque ahora dormía en uno. Tuve que vender todo lo de mi departamento. Menos la ropa y ahora había mandado mis estudios en la Universidad a la borda.

—¿No lo cree? Tal vez debería ir a Hongdae, donde están sus abuelos y tíos. Ellos no durarán en ayudarla, si se enteran lo que le sucedió señorita Oh.

No respondo, me quedo ahí quieta mirando por la ventana. Pensando en que estaba en ese lugar y de un momento a otro estoy en el auto de este vividor.

¿Era una puta pesadilla?

Namjoon dijo que podía ir a dar mi declaración cuando me sintiera lista. No iban a obligarme, era la víctima. Pero que no podía pasar de dos semanas.

Me preguntó si tuve algo con Jungkook con algo de temor, le dije que sí. Pero que fue algo de un polvo. Solo eso y él me pidió que dijera la verdad y todo lo que me había hecho.

“Señorita Oh, diciendo la verdad uno jamás gana.”

—¿Va a cenar algo o prefiere irse a dormir sin comer nada? Podemos aprovechar en pasar por un autoservicio.

Me encogí de hombros. Él tal vez lo tomó como un sí, ya que se detuvo en uno y compró comida rápida. Pensé en que al decir la verdad, tendría que contar lo de Yeji. Si a Jungkook que le habían hecho la interrogación mucho antes no dijo nada hasta ahora, eso me daba una oportunidad.

¿Verdad?

Trago saliva con fuerza, soltando el aire por la boca, sintiendo mis dedos fríos. Las lluvias ya han disminuido un poco. Recuesto la cabeza en mi hombro derecho y cierro los ojos.

No, no podía decir la verdad. No podía decir que yo le maté ¿Lo tomarían como en defensa propia? ¿Me dejarían impune si digo que entre los dos querían matarme?

No quería volver a pasar por lo mismo, no otra vez.

—Señorita Oh, ya llegamos. Baje.

Le veo hacer sonar el asiento de cuero gastado un poco. Sosteniendo con ambas manos las bolsas de papel que en todo el camino estuve oliendo la grasienta comida.

Mi estómago se había cerrado, por completo.

— Este lugar es más decente, me agrada.

Comenta con los aires de siempre. Al parecer lo que pasé, hizo que su actitud se controlara un poco. No dormía ahí conmigo, no. Solo me traía y llevaba para movilizarme, además que debía haber otra autorización por parte de un pariente o tutor. A pesar que yo, ya era mayor de edad.

Era mi abogado, o eso creía.

Tampoco le reproche nada cuando me dejó en ese edificio y jamás contestó ninguna de mis llamadas como pensé que lo haría si le volvía a ver, eso ya ni me importaba.

—¿Va a preferir la hamburguesa de pollo o carne?

Camino directo a la cama y me saco las zapatillas mirando por el rabillo del ojo como Park se sienta en la única silla cerca a una mesa pequeña abriendo las bolsas mientras prende la televisión.

—Comete ambas. Tengo sueño.

Me tumbo en la cama antes de cubrir mi cuerpo por completo con las sábanas. Ignorando su presencia, solo quiero dormir, sin escuchar nada de nadie y sobre todo dejar de pensar mucho las cosas.

“¿Dónde estas? Porque me abandonaste Sun Hee.”
























Les amo💕💕💕
Nos leemos.
KTH_xoxo✿

Hostage ➵ jeon jungkookWhere stories live. Discover now