c e r o

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– Debes estar jodiendome ¿verdad?

Sentada frente a ese maldito vividor me encontraba demasiado furiosa, ¿por qué demonios decía todas esas cosas? ¿acaso quería acabar más con mi insoportable vida? Mi mente solo pensaba como le haría para no gritarle en pleno local de comida.

La humeante sopa de ramen que había pedido él hace poco, yacía sobre la mesa sin yo haber probado bocado alguno. Se ajusto el traje de segunda mano mirando a otro lado.

– Señorita Oh. – junto sus manos entrelazando sus regordetes dedos.– Se que me entendió a la primera, yo ya no puedo hacer nada. La casa donde vivió quedó embargada ya que sus padres no habían pagado los impuestos durante cinco años, lo lógico es que la hayan echado de ahí. Si alguien tiene la culpa, son ellos, no yo. Usted me ha estado atacando toda la tarde, soy su abogado y me veo en la necesidad que me muestra algo de respeto.

Mordí por dentro los carrillos tragándome unos buenos insultos que no le caerían nada mal. – Eso es una completa mierda...

Farfullé apretando los puños debajo de la mesa, mis padres no podían joderme aún más. Genial. Simplemente genial.

– Señorita Oh, no... no se puede hacer nada. – trató de buscar mi mirada en un intento fallido. – Lo único que te puedo decir es que con el dinero que dejaron tus padres, trataré de buscar un lugar donde alojarte. No me veas de esa manera.

Lo miré con los ojos hechando chispas, se jodía. Era el único con quien podía descargar todo mi molestia. Bufé al sentir su intento de tocar mi mano. – Te veo como se me de la gana, Park.

Suspiró con pesadez mientras negaba con la cabeza. El local se encontraba tan silencioso y tranquilo que no ayudaba mucho a disminuir mi ánimo de mierda. En estos momentos deseaba que hubiera gente hablando, riendo o comiendo mientras hacían sonidos raros disfrutando de la comida.

– Buscaré un departamento, te digo desde ya que será algo simple pero agradable para tí. – clave los palillos en el ramen dejando que siguiera con sus palabras sin ninguna pisca de compasión. – Y sobre las pertenencias de la casa... ¿quieres conservarlas? ¿tomar solo lo que sea de valor?

– Vendelo. – revolví los fideos dando pequeños circulos. – Vendelo todo, no quiero nada de esa casa. Solo... solo dejalo que hay en mi habitación.

Park carraspeó, sonriendo a medias. Por supuesto, ganaría casi la mitad de todo lo que hubiese en la casa. – Como quiera señorita Oh. – le regale una mueca cuando tomó mi mano deteniendo mis movimientos. – Si no va a probar bocado, no juegue con la comida. Aunque suponiendo por su terrible humor, apuesto que no a comido nada en todo el día.

Tomó una gran cantidad de fideos llevándolos a su boca mientras me miraba. – Idiota... – mascullé agarrando los palillos para comer la terrible sopa que había pedido.

Odiaba los mariscos, pero tenía tanta hambre que eso quedaba en segundo plano. Todo esto era una terrible idea, odiaba a mis padres y al hombre que se encontraba frente a mis ojos.

Sin duda mi vida no podía estar más jodida.




























Seee~ estoy ya de vacaciones y pues la idea surgió a boom! Subí otro fic, mátenme, mátenme( T ʖ̯ T) Denle amor al fic~❣❣❣ tratare de actualizar lo más rápido que pueda 🤞, sin más me despido.
Ah! Nuevamente, no es algo típico (trama) así que esperen lo inesperado.ʕʘ̅͜ʘ̅ʔ, me voy~

@n@❣✔

Hostage ➵ jeon jungkookWhere stories live. Discover now