Diego Brando

1.7K 118 36
                                    


- Descansaremos aquí esta noche.- El rubio se bajó de su caballo, mirando a su al rededor mientras olfateaba el lugar-. Está limpio, no hace falta hacer guardia.

- Confiaré en ti como siempre, Diego.- La fémina lo miró con una sonrisa, dejando a su caballo atado a un árbol cercano, no sin antes acariciar el lomo de este por su buen trabajo-. Encenderé la fogata, trae la comida para asarla.

Tal vez el clima afectaba al rubio, o simplemente no quería iniciar alguna pelea tonta como siempre, pero respondió con un simple silencio para hacer lo que la chica le decía. Habían decidido viajar juntos, la fémina era de las pocas amigas que tenía Diego desde joven, fue la única persona que se quedó a su lado desde que no tenía nada, y ahora estaban juntos en aquella peligrosa carrera.

Su relación siempre fue buena, a pesar de las peleas constantes por la actitud del joven Brando nunca dejaron de quererse, y de algún tiempo acá aquellos sentimientos de amistad se habían convertido en otra cosa, pero nunca lo admitiría. Diego suponía que era la adrenalina de la carrera, el peligro que corrían todos los días hacía que se preocupara más por ella, sobre todo por aquella habilidad que había adquirido recientemente. 

Scary Monsters era un stand bastante peculiar, la fémina estaba enterada de aquel poder, aunque aún no entendía del todo como lo había adquirido, por suerte o tal vez por la misma razón que el joven rubio, ella también había obtenido un extraño poder. El control del agua para sanar heridas era algo que los había ayudado mucho durante el viaje, sobre todo por las peleas que habían tenido con otros competidores a lo largo del camino.

- ¿Sabes? Tal vez... no deberías meterte más con ese Zeppeli.- La suave voz de la fémina lo desconcertó, haciendo que alce una ceja bastante confundido-. Sé que lo ves como un enemigo más, pero... ellos también son fuertes, si podemos evitarlos es mejor.

- Tsk... solo lo dices porque los ayudaste a escapar.

- Tenía que hacerlo, tu estabas siendo controlado, además... no son malos.- Se encogió de hombros, sirviéndole algo de comida en su plato-. Vamos, realmente te atacaron porque tu lo hiciste primero.

- ¿Acaso los estás defendiendo?.- El ceño fruncido del rubio podría considerarse la cosa más adorable de la vida, al menos para la fémina, pues podía ver sus celos a kilómetros de distancia.

- No los estoy defendiendo, Diego. Solo digo que... todos fuimos víctimas de ese idiota que nos controló, no deberías ser tan intenso con ellos.

- Entonces estás de su lado.

- Diego, yo estoy de tu lado, es por eso que velo por ti siempre, y guardarles rencor sería algo estúpido.

Los dos se miraron unos segundos, volviendo a su comida en silencio, parecía que la situación se había vuelto algo incómoda, pero la fémina ya sabía como tratar a Diego cuando se ponía así. Y es que ella tenía razón, todos en la carrera tenían diferentes motivos para luchar, no podía culpar a ese par por haber hecho lo que hicieron, cada uno veía por si mismo y era parte de esa vida. Los dos terminaron de comer, guardado sus platos después de haberlos limpiado para poner sus bolsas de dormir en el improvisado campamento.

- Iré a ver más madera para la fogata.- Avisó la fémina, adentrándose un poco al pequeño bosque donde se encontraban. Después de caminar un rato notó que la seguía una pequeña criatura, al parar para que la alcance se dio cuenta de que era uno de los dinosaurios de Diego, haciéndola soltar una risita-. Uhm... así que no puedes dejarme sola ni por un rato ¿Verdad?

Tomó al pequeño dinosaurio para subirlo a su hombro, buscando la suficiente madera para que la fogata dure hasta el día siguiente. Tuvo una pequeña plática con aquel dinosaurio, riendo al notar lo bastante dócil que era, tal vez aquellos pequeños reptiles demostraban los verdaderos sentimientos del rubio, y eso la hacía más que feliz a la fémina.

Volvió después de un rato, Diego ya había puesto su bolsa de dormir junto a la de la fémina, esperándola con su típico ceño fruncido, desviando la mirada al verla llegar con su dinosaurio sobre el hombro.

- No tenías porqué mandar a uno de ellos.

- Tsk... era solo por si acaso, no sabemos que más hay por aquí.

- Si claro... aún así, gracias.- La fémina puso más madera al fuego, dejando lo que había recogido a un lado. 

- Deberíamos dormir juntos, hace más frío de lo normal, hay que... mantener el calor entre nosotros.

- No suena mal.- La fémina sabía que aquella era una proposición silenciosa, así que simplemente asintió con la cabeza, metiéndose en su bolsa de dormir para recostarse a su lado, apoyando su espalda contra el-. En serio hace bastante frío esta noche...

- Tal vez comience a nevar pronto...- El rubio rodeó a la fémina con su brazo, dejando que se acueste sobre el con una pequeña sonrisa-. Deberemos abrigarnos más, puedes atrapar un resfriado y eso sería muy malo.

- Sería malo de verdad... pero tu estarías ahí para cuidarme ¿no?  Así que no debo preocuparme mucho.- Soltó una suave risita, acurrucándose entre sus brazos-. Estaremos bien, deja de ser un gruñón y confía en que podremos salir de esta juntos, como siempre lo hemos hecho.

- Tsk... bien, pero admite que Zeppeli y Joestar son unos idiotas.

- Lo haré el día que admitas que estás celoso.

- Primero muerto.- Soltó un gruñido, rodeándola bien con sus brazos, apoyando su mentón sobre el hombro de la fémina.

- Tienes razón, nunca lo admitirías... No tienes nada porqué estarlo.

- T-Tampoco es algo así...- Desvió la mirada, soltando un largo suspiro que hizo estremecer a la fémina-. Eres... especial para mi, no pienso repetirlo.

- Soy muy feliz con haberlo escuchado.- Soltó una risita, acomodándose mejor entre sus piernas para mantener el calor entre los dos-. Está bien... mejor vayamos a dormir, mañana debemos empezar temprano.

- Como digas...- La miró de reojo por unos segundos, agachándose un poco para besar su frente, desviando el rostro hacia otro lado con vergüenza después de realizar aquella acción-. Descansa, buenas noches.

- Buenas noches~.- La fémina solo rió ante la tierna acción del rubio, alzándose apenas para dejar un beso en su mentón-. Tal vez mañana logres darme algo más que eso.

- Cállate y duerme.

- Como digas~.

.

.

.

.

.

.










JoJo ThingsWhere stories live. Discover now