Jonathan
La pequeña e inocente ida al parque había cambiado por completo el estado de ánimo de Axel y por siguiente el mío. Mientras dejamos a Emilia jugar un poco en el arenal, un señor se nos había acercado, declarando que era investigador privado nos confesó que había estado persiguiéndonos y observando nuestros movimientos, la persona que lo había contratado estaba segura que era nuestra bebé a quien buscaba.
Estábamos muy enojados, no nos había percatado de que este alguien nos estaba persiguiendo, Emilia estuvo expuesta a este extraño. La curiosidad y la gran insistencia del investigador privado dio como resultado que decidiéramos aclarar la situación lo antes posible, concretando una cita con la persona detrás de el dichoso investigador privado esperamos hasta hoy.
Una señora de sesenta años se presentó a la cita en la mañana, cuando Emy aún dormía. Estuvimos hablando un largo tiempo con ella, comprendimos todos los argumentos que nos dio del porqué Emilia debía de ir con ella. Hicimos que nuestro investigador privado buscara información de ella durante toda la reunión, debíamos saber si lo que nos decía era verdad antes de tomar alguna decisión final y poner en riesgo la seguridad de Emy. Confirmada su identidad y lo que nos dijo, tuvimos que tomarnos un segundo para procesar todo lo que estaba sucediendo.
Ambos conocíamos muy bien las consecuencias de ocultarle todo esto a Emy, a fin de cuenta ella llegó a nosotros por un capricho y no por su propia voluntad, y fue por eso que con un fuerte ardor en el alma decidimos que fuera ella quien escogiera que le convenía, ahora, que tenia opciones de donde estar, irse o quedarse, era su oportunidad de dejar el estilo de vida en el que la introducimos... esta era su oportunidad de dejarnos.
Los dos teníamos los dedos cruzados para que ella decidiera quedarse, la conocíamos, a pesar de haberse encontrado muy a la defensivas en el comienzo, ahora estaba mucho más dispuesta, incluso podría atreverme a decir que le resulta emocionante que la tratáramos como una bebé. Pero a parte de nuestro deseos también éramos conscientes que la otra opción era muy tentadora para ella, dejarla ir era algo que nunca nos habíamos planteado... y definitivamente dolía siquiera pensarlo.
Nosotros simplemente dejaríamos que ella decidiera, y de su decisión nos acoplaríamos, fuera a irse o quedarse. Nos acoplaríamos. A fin de cuenta Axel y yo siempre habíamos sido un grupo, nosotros nos acoplaríamos a cualquiera que fuera su decisión.
"Yo... iré a buscar a Emilia" El aviso Axel genero una bomba de sentimientos dentro de mi cuerpo. Era el momento.
Axel
Subiendo lentamente las escaleras, deseo que el tiempo se detenga, deseo que la abuela de Emilia nunca hubiera venido, nunca hubiera contratado ese investigador privado. Deseo con todas mis fuerzas que Emilia se quede con nosotros, deseo no llevarla con su abuela... pero es algo que debemos de hacer, nos guste o no.
No queremos mantenerla "presa" por más tiempo. Queremos darle la oportunidad de decidir que hacer. Queremos que se quede con nosotros, por voluntad y no por orden... como estuvimos haciendo hasta este momento.
Armándome de agallas ingreso lentamente a su habitación, acercándome a su cuna me detengo un momento para observarla... es hermosa. Nuestra Bebita es hermosa.
Acercando la palma de mi mano a su antebrazo froto un poco su piel, utilizando mi otra mano acaricio los pequeños cabellos rebeldes de su frente. Tanto Jonathan como yo tenemos distintas formas de despertarla, por lo que ella después de un tiempo logró distinguir quien la despertaba.
"Buenos Dias hermosa" no puedo evitar hablarle al notar como abre los ojos. La sonrisa que me da al verme genera un sentimiento de nostalgia, no quiero que se vaya.
