A x e l
Emilia lucia desorientada cuando bajo, su padre la traía a rastras. Sus ojos estaban sumamente dilatados y se notaba la confusión que tenía, era evidente que la había despertado. Tuve que implementar un poco de mi fuerza, para evitar que se cayera de mis brazos, intente tranquilizarla hablándole lento y bajo, pero seguía igual de alterada. Su respiración empezó a ser irregular, y ella empezó a entrar en un ataque de pánico. Jonathan abrió la puerta de la camioneta, y yo la dejé en el asiento, rápidamente le indiqué que el era quien iba a manejar mientras yo la calmaba, o lo intentaba.
Entre en la parte de atrás de la camioneta, encontrándome a Emilia hecha una pequeña bolita en el suelo del auto.
"¿Cómo está?" Pregunto Jonathan mientras el auto avanzaba
"Asustada como una mierda" Parecía un cachorro asustado y temblando.
Ella escondió su cabeza entre sus piernas después de decir eso. Moviéndome hacia dónde estaba la alcé, colocándola sobre mis piernas, ella empezó a alterarse nuevamente, intentando halarme fuera de ella. Con una mano busque la primera parte del cinturón, un arnés de pecho, Jonathan y yo habíamos llegado a la conclusión de que esto sería mejor para nuestra futura bebé que la silla de auto. Mi mano sujeto la primera parte de el arnés contra su espalda, la otra se liberó en busca de la pieza faltante. Tome ambos lados los uní a ciegas, el sistema de seguridad se activó, apretando un poco, ella no se podía seguir moviendo hacia delante y atrás debido a que este dispositivo se lo impedía.
"¿Cómo va?" Pregunto Jonathan viéndonos por unos segundos en el espejó retrovisor.
"Aún está alterada" hable "puedo sentir sus latidos y no a parado de llorar" explique sintiendo como sus lágrimas mojaban mi camisa.
"Creo que será mejor detenernos en una farmacia y comprarle algo de leche caliente" Jonathan asintió a mi idea, aparcando en la farmacia más cercana, se detuvo dejando el auto encendido.
Emilia empezó a alterarse nuevamente, colocando sus brazos sobre mi pecho para generar un espacio entre los dos.
"Hey, hey, hey" con mis manos ubique sus brazos de lado a lado de mi cuerpo. Evitando que siguiera con su plan. Empecé a frotar mis manos en su espalda, intentando calmarla. Esperamos un poco, hasta que Jonathan volvió con un biberón lleno.
"Le pedí a la señora que lo calentara" explicó entregándomelo, estaba tibio, listo para qué Emilia lo tomara.
Con el biberón en mano se lo acerque "Abre" le indique pero ella se movió un poco, viéndome a la cara. "Abre" volví a repetir, ella se escondió entre mi cuello para evitar que le diera el biberón, dejando el biberón a un lado, tome su cara con ambas manos sacándola de su escondite, la moví, acomodando su oreja en mi pecho, viendo hacia un solo lado.
"Vamos nena" animé "Se una buena chica" acerque la tetina a sus labios y con poca presión deje que un poco de líquido se escapara, ella movió un poco su boca para evitar que este cayera, aproveche ese momento para introducirle la tetina en la boca, Ella empezó a alterarse un poco, intentando sacar el biberón de su boca, también intentó mover su cabeza a mi cuello, pero gracias a la posición en la que estábamos el cinturón se había ajustado más a nosotros impidiéndoselo.
Pasando unos minutos con el biberón en su boca dejo de quejarse, sin embargo no había empezado a succionar, ayudándola apreté un poco la botella, dejando escapar un poco de líquido, ella lo retuvo en su boca para luego tragarlo, y así transcurrió durante un tiempo hasta que ella sola empezó a succionar alimentándose. Antes de que terminara el biberón sus ojos se cerraron y sus latidos se regularon.
Por fin se había tranquilizado lo suficiente como para quedarse dormida.
Mi bebé, nuestra bebé.
