La desgracia más hermosa.

Capitulo 29

*Narradora*

Jaqueline bajó del árbol con lentitud y salió de entre las hierbas.

Charlie estaba en la puerta de la casa, con un arma en la mano.

- ¡Pon esa arma en el suelo! - ordenó Alison.

- Con mucho gusto, pero antes...- lanzó una bala al aire en dirección a Jaqueline.

- ¡Jaqueline! - Tom y Harrison se acercaron corriendo a la chica que ya hacía en el suelo.

Valeria atacó a Charlie y lo puso contra la pared.

- ¡De rodillas! - le ordenó la chica. El sujeto se opuso. - No me dejas otra. - le soltó un rodillazo en la pelvis y Charlie agonizó de dolor. - ¡Es todo suyo! - se dirigió a los demás oficiales. - Nos volveremos a ver las caras. - le susurró a Charlie.

Los policías lo esposaron y lo subieron a una de las patrullas. Todos se acercaron a Jaqueline.

*Narra Tom*

- Ey, mírame. - tomé el mentón de Jaqueline. - Vas a estar bien.

- Tom llamé a la ambulancia, no tardan en llegar. - se colocó a mi lado Valeria. - Debemos hacer presión en la herida. Harrison ayúdame. - se quitó la chaqueta y se la dio a Harrison. - Toma esto y ponlo en su vientre y aprieta con todos las fuerzas que pueda.

- Mi bebé... - habló Jaqueline con dificultad.

- Debes estar tranquila. Todo saldrá bien ¿ok? - la consoló Alison.

- Maldición, se están tardando demasiado... - dijo Tom.

-Esta sangre... ¿es de la herida de bala? - preguntó Valeria viendo las piernas de Jaqueline.

- Se está desangrando... - dijo Alison y en ese momento apareció la ambulancia.

- ¡Subanla rápido! - dijo un paramédico.

La colocaron en una camilla y la subieron a la cabina. Me subí con ellos y nos pusimos en marcha hacia el hospital. Llegamos y rápidamente entraron a urgencias.

- Chica con herida de bala. - dijo la doctora que la llevaba. Yo solo la seguí. - Joven usted debe permanecer aquí, no puede venir.

- Pero es mi esposa.

- ¡No puede venir eh dicho! - me volvió a ordenar. - Siento gritarle, pero es crucial que usted espere aquí.

- Es...está bien. Por favor, si pueden darme noticias antes, háganlo por favor.

- No sé preocupe, lo mantendremos al tanto.

Me senté en la sala de espera y Harrison se colocó a mi lado y me dio unas palmadas en el hombro.

- Tom...- me mostró su teléfono Alison. - Es James... Nickeli quiere saber como está su mamá... - tomé su celular.

- Hola...- dije disimulando mi preocupación.

- Papi... Quiero a mami. - se escuchó su vocecita quebrada.

- Te tengo una noticia excelente pequeña. Mami ya está conmigo.

- ¿De verdad?

- Si mi niña, solamente que ahora no podemos ir casa, mami está enferma y ahora estamos en el hospital.

- ¿Que tiene mamá?

- Nada princesa, es solo que se siente enfermita.

- ¿Hermanito hizo que se sintiera mal?

- No mi amor. Pronto tendremos noticias de ella, quédate tranquila, mamita pronto estará en casa.

- ¿Puedo ir a verla? Quiero estar con mamá.

- No mi amor. Mejor quédate en casa y ve televisión.

- Papá, al tío James le gustan mucho las películas de spider Man.

- ¿En serio?

- Si, las hemos visto todas. ¿Papi por que estás triste?

- No estoy triste mi vida. - mentí. - Solo que mami está muy enferma y estoy angustiado.

- ¿Que le pasó a mamá?

- No quiero que te preocupes, pronto mamá volverá a estar con nosotros.

- ¿Me lo prometes?

- Te lo prometo pequeña.

- Bueno, vamos a seguir viendo películas.

- Si mi niña, te veo al ratito ¿ok?

- Adiós papá.

- Adiós... - colgué.

Comencé a llorar de frustración de poder saber algo de mi esposa. Estuvimos esperando por dos horas y el doctor apareció.

- Señor Holland. - dirigí mi vista al doctor y me levanté de mi asiento en seguida.

- ¿Como está mi esposa? - pregunte con brusquedad.

- Llegó en un estado de gravedad y lamentablemente perdió al bebé...

- No... No. - comencé a llorar con más intensidad.

- ¿Y ella como está?

- La señorita Holland está en estado de coma. Lamentablemente no logramos hacer que reaccionara y no sabemos si pueda sobrevivir...