Capítulo 10

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-¡Lo lograste mi amor!- dijo Tom besando mis labios. Los dos lloramos por la emoción. Tuvimos que esperar a que nos dieran a nuestra bebé.
-Aqui tienen.- dijo la doctora. Extendí mis brazos y cargué a la pequeña.
-Hola mi amor.- acaricie su frente con la yema de mi dedo. Era una bebé hermosa, tal como me la imaginaba, tenía el cabello como el de su padre, en cuestión de facciones aún no podía ver ya que su carita estaba hinchada.- Es hermosa.- dije dándole un beso en la frente.-¡Ten!- Tom no tardó en cargarla.
-¡Hola princesa!- dijo entre llanto.- ¡Es el mejor regalo de cumpleaños!- se acercó a besar mi frente.- ¡Muchas gracias!- cerró los ojos y las lágrimas brotaron.
-Feliz cumpleaños.- no contuve las lágrimas. Besé sus labios.
-Disculpen debo pedirles que me den a la bebé, para llevarla a la incubadora.
-Si claro.- Tom se la dió a la doctora.

Me limpiaron y me vistieron. Me llevaron a una habitación a esperar y descansar. Tom fue a las incubadoras, era tan lindo verlo tan emocionado y contento. Pidió a su madre venir a cuidarme mientras la mía descansaba. Cuando llegó yo estaba jugando con mis dedos, estaba desesperada por ver a mi bebé.
-¡Hola Jacky!- dijo mientras cerraba la puerta.
-¡Señora Holland!- respondí con emoción.
-¡Ay no, dime Nicole! ¿Cómo esta eso de señora?
-Lo siento.- reí.
-No te preocupes, ¿Cómo estás tú?
-Muy bien, duele un poco, pero ya pasará.
-Es normal, a mi también me dolió mucho y los míos fueron cuatro.- dijo con carcajadas.- Y unos gemelos. Con el tiempo pasa el dolor.
-Muchas gracias por venir.
-No me agradezcas nada linda. Para mí es un placer.
-Vaya regalo de cumpleaños para su hijo.- la mire con una sonrisa.
-Me imagino lo emocionado que debe de estar.
-Y si que lo estoy.- miramos la puerta y Tom estaba parado en el marco. El celular de Nicole sonó y tuvo que salir a contestar. Tom se sentó a mi lado.- ¿Cómo se siente la reina de la casa?
-¿La reina?- arqueé una ceja.
-Si, mi reina.- acarició mi mejilla.
-Pues estoy bien, con poco dolor.- me acerqué a su rostro.
-Gracias de verdad, por hacerme el hombre más feliz.- se acercó también él.
-No tienes nada que agradecerme, estoy feliz por que estemos juntos en esto.- estábamos a una distancia donde nuestras narices se rozaban. Cerré mis ojos con el tacto de su respiración cerca de la mía. Sus labios se juntaron con los míos, sonreímos y seguimos con el beso.- ¡Somos padres!-me separé y sonreí con emoción.
-Somos padres...- suspiró con alegría.
-Lo siento, era tu padre, quería saber que todo estuviera bien.- entró Nikki.- Vendrá más al rato.
-¡Tom acompaña a tu madre a que vea a Nickeli!
-¡Si hijo! ¡Quiero verla!
-Esta bien vamos.- Tom rodó los ojos y salió acompañado de sus mamá.

Me quedé sola en la habitación, me recosté y miré al techo.
-Hola.- dirigí la mirada a a la puerta para ver quién era.
-¡Hola!- mis ojos se llenaron de lágrimas al ver aquella persona.
-¡Jacky!- aventó su bolsa al suelo y corrió a abrazarme.
-¡Valeria!- la abracé fuertemente y lloré en su hombro.- ¡Mi nini!
-¡Eh vuelto!- se alejó y me vió a los ojos.
-¡Has vuelto!- la abracé de nuevo.- ¡Volviste!- lloré con más fuerza.
-¡Lo siento mucho! ¡No sabía lo que estaba haciendo!- sentí sus lágrimas correr por mi hombro.
-¡No fue tu culpa! ¡Sabía que te tendría conmigo de nuevo!- tomé su rostro y con mis pulgares seque sus mejillas.
-¡¿Donde esta la bebé!? ¿¡Tú cómo estás!? ¡¿Cómo te sientes?!- pregunto con desesperación.
-¡Tranquila Vale! Estoy bien, mi bebé está en las incubadoras.
-¿¡Y Tom!?
-Esta con ella.- trate de tranquilizarla.- Te extrañe mucho loca.- la abracé de nuevo.
-Te amo mejor amiga, después de todo seguimos siendo, "nosotras dos contra el mundo".- me quedé en shock con esta frase.
-No lo olvidaste.- mis ojos se cristalizaron nuevamente.
-No lo hice, es nuestra promesa.- levantó su meñique y yo entrelace el mío en el suyo.
-Es nuestra promesa...
-Pasa mamá.
-Oye es hermosa tu bebé.- dijo Nikki.
-¿Lo es en serio?- pregunté con intriga.
-Si amor.- Tom miró a mi amiga.- Hola Valeria.- sonrió.
-Hola.- los miré con intriga, es en serio que después de todo ¿solo se saludarian?
-¡No lo puedo creer!- estampe mi mano en mi frente.
-¿Que pasa?- los dos me miraron extrañados.
-No nada.- reí y rodé los ojos.

La desgracia más hermosa.Where stories live. Discover now