La desgracia más hermosa.

Capitulo 18

*Un mes después*
Vaya que hemos estado un poco presionados, la boda es mañana. Mis nervios aumentaban cada que el tiempo pasaba.

Tom tuvo que irse a dormir a la casa de sus padres ya que queríamos sorprenderlo.

Alison, mi madre y Nickeli se quedaron conmigo. Estuve toda la tarde practicando mi caminado con los tacones, me era difícil caminar, siempre eh usado zapatillas y tennis.
-Por favor Alison ¿puedo ir descalza?- implore.
-No, ¡Absolutamente no!- me miró y después vio su celular.-
Debo ir al aeropuerto Valeria ya llegó.
-¿¡Valeria!?- me emocioné.
-¡Si no querrás que se pierda esto!- me miró con ironía.- No me tardo.- abrió, salió y cerró la puerta.

Me senté a quitarme los tacones y mi mamá lo impidió.
-De ninguna manera.- puso su mano en la mía antes de quitarme el primero.- Arriba quiero verte.- cruzó sus piernas.
-Mamá no puedo. Parezco venado recién nacido.- dije molesta.
-No me interesa, adelante.

Empecé a caminar y ella me observó.
-Ya sé que es lo que pasa.- se puso de pie.- Espalda derecha.- dió un pequeño golpe en mi torso.- Levanta tu rostro.- puso su índice en mi barbilla y la levantó.- Vaya que es intenso lo que hacen en la noche.- tocó una marca que Tom me hizo al besar mi cuello hace una semana.
-No mamá, no es de eso.- me sonroje y quite su mano con delicadeza.
-Esta bien.- inténtalo. Obedecí.- ¡Vaya que diferencia! ¿Cómo te sentiste?
-Mejor.- sonreí. Dirigí mi vista a mi hija quien ya se estaba quedando dormida.- Ven amor.- la cargué.- Ahora vuelvo mamá.

Subí a la alcoba de Nickeli y la acosté. La arrope con su manta y esperé a que se durmiera.
-Buenas noches mami.
-Buenas noches mi amor.- besé su frente. Me levanté y me dirigí a la puerta.- Te amo.- apagué la luz.
-Yo te amo novecientos mil.- dijo y cerró los ojos.
-Wao.- sonreí

Regresé con mi madre y ella me aplaudió.
-Olvidaste que traías tacones y caminaste como si nada.- se sentó nuevamente.
-Puedes creer que me ama novecientos mil.- ignore su comentario.
-Si qué lindo. Tu me amabas ochomilmillones.- la miré con intriga.
-Mamá, ¿Por que no volviste a tener hijos?- me senté a su lado
-¿A qué viene esa pregunta?
-Por si vuelvo a tener un hijo, quiero estar preparada.- dije sin arruinar la sorpresa.
-Lo estarás amor, si pudiste con el angelito que tengo de nieta, podrás con próximos bebés.- me guiñó un ojo y acarició mi cabello.
-Gracias ma, siempre tan linda.- acaricié su mejilla.
-¿Estás emocionada?- sonrió.
-Mucho mamá.- sonreí ampliamente.
-Eso es bueno, es peor estar nerviosa a estar emocionada.
-Lo sé mami, ¿Quieres cenar?- caminé a la cocina y en ese momento la puerta principal se abrió.
-Si es una niña hermosa. Pero no podrás quitarme mi papel de tía consentida.- dijo Alison mirando hacia atrás.
-Ya lo veremos.- abrí los ojos como platos al reconocer esa voz.

Detrás de Alison estaba Valeria. Sin pensarlo corrí a abrazarla.
-Te extraño tanto.- la abracé fuertemente.
-Yo más loquilla.- besó mi mejilla.- Bien donde está mi sobrina ¡Nickeli!- tapé su boca.
-Está dormida.- susurré.
-Y tu también deberías estarlo. Rápido a la cama.- ordenó Alis aplaudiendo.
-¿En qué momento te quitaron el papel de madre?- caminé a lado de mi mamá y la miré con burla.
-Es lo que quiero yo saber.- levantó los hombros.

(...)

-¡Mamá ya despierta!- sentí como alguien brincaba en la cama.- ¡Es hoy mamá, es hoy!
-Ya voy amor.- me levanté rápidamente y fui al baño.
-Dice tía Alis que te espera allá abajo.- salió de la habitación.

Me dí una ducha y salí a vestirme con algo sencillo. Bajé y todas desayunamos.

Alison comenzó a maquillarme y después a peinarme. Fue un proceso largo y cansado para mi. Valeria, Nickeli y mi madre me hacían plática para distraerme.
-¡Maldición Jaqueline!- exclamó Alis.- ¿Y esta marca en el cuello?
-No preguntes.- reí.
-Bien, tendré que cubrirla con maquillaje.- respondió molesta.