La desgracia más hermosa.

Capitulo 16

Primer día con papá, Nickeli a estado muy emocionada, Tom la consiente nada raro en él y yo solo los acompaño a donde ellos vayan.

Fuimos a un parque, Nickeli fue a los juego y Thomas y yo nos sentamos en una banca cerca. Rodeó mis hombros con una mano y decidí recargar mi cabeza en su hombro.
-¿Y tú, cómo has estado? En todo el día no has hablado conmigo, me haces pensar que estás enojada.
-¿Por que habría de estar enojada?- ladee mi cabeza para verlo mejor.
-No lo sé.- alzó los hombros.
-No estoy enojada, en cambio estoy feliz de volverte a ver.- dejé un corto beso en sus labios.
-Ya extrañaba estos labios.- sonrió y me volvió a besar, esta vez con más intensidad.
-¡Papá, mamá miren esto!- gritó Nickeli llamando nuestra atención. Dió una vuelta de carro, sin dificultad alguna.
-¡Wao! ¡Eso fue increíble mi niña!- grite y extendí los brazos para que me abrazara. Así lo hizo, besé su mejilla.- ¡Oye papá también sabe hacer eso!
-¡¿En serio!?- abrió los ojos como platos.- ¡Quiero ver!- aplaudió y dió pequeños brinquitos.
-¡No mi amor estoy cansado!- hizo un puchero y juntó su frente con la de la niña.
-Hazle cara tierna.- le susurré a Nicki. Me miró con una sonrisa traviesa y yo le guiñe un ojo.
-Por favor papá.- hizo ojos de cachorro y sonrió inoscentemente. Me reí fuertemente.
-Tu madre te dijo que lo hicieras ¿no es así?- alzó una ceja.
-Por favor papá.- imite el mismo tono que mi hija y el mismo gesto.
-No puedo creerlo, está bien.- rodó los ojos y se levantó. Las dos chocamos las manos como forma de victoria. Hizo la pirueta y Nickeli quedó fascinada. Aplaudimos las dos.
-¡Yo le doy un 10 mamá!- me miró con el ceño fruncido.
-¡Yo... Un 8!- arrugue mi nariz.
-¿Tan poquito mamá?- se sorprendió.
-Bueno también un diez.- sonreí y ella me abrazó.
-¡Bueno me voy a los juegos!- salió corriendo.

Nos volvimos a sentar y regresamos a la posición de antes.
-¿Un 8?- me preguntó mirándome con amenaza. Rodé los ojos.
-Te di un 10.- lo miré sonriendo.
-Hoy haré algo en la noche que tenga ganas de hacer desde hace tiempo.
-¿Sexo?- fue lo primero que me vino a la mente.
-Aparte de eso.- me miró con una sonrisa pícara.- Señora esposa, ¿Me haría el favor de acompañarme a cenar? Tengo una sorpresa especial.
-¿Una sorpresa?
-Si muy especial, así que ya tengo todo planeado, dejamos a Nickeli con Alis y después nos vamos.
-Querra que nos quedemos hasta que ella duerma.
-Eso haremos, pero de esta no te escapas.- juntó su frente con la mía.
-Demonios, ni modo, tendré que ir con usted.- junté mi nariz con la suya y dejó cortos besos en mi mejilla.
-Te amo.- susurró a mi oído.
-Te amo más.- lo abracé con fuerza.
-¡Papá!
-Lo llaman señor Holland.- nos separamos y dirigimos la mirada a Nickeli quien venía acompañada por un niño.
-¡Hay alguien que te quiere conocer! ¡Dice que es muy fan tuyo!
-Ho-hola se-señor Holland. Me llamo Max.- dijo el chico tímido.
-Hola Max, ¿En qué te puedo ayudar?- respondió amable.
-¿Me puede firmar mi cómic del hombre araña?- se ruborizó el niño.
-Claro que si. Oye linda ¿No tendrás un...- le mostré un bolígrafo que había sacado de mi bolso.
-Gracias.- sonrió aliviado.
-En serio no puedo creer que tú papá sea Spider-man.- le susurró/gritó a Nickeli.
-Asi es, mi papá es un vengador.- respondió con cierto tono de orgullo y se sentó en medio de nosotros.
-¡Listo! ¡Aquí tienes!
-Muchas gracias.- miró a Tom con ternura. Parecía que Max tenía ganas de abrazarlo y no se atrevió. Así que Tom tuvo que hacerlo por él.- Me tengo que ir, mis papás esperan, adiós Nickeli, adiós papás de Nickeli.
-Adios.- respondimos al unisono.

Nickeli se sentó en el regazo de Tom y él la aceptó gustoso, dándole un abrazo y un beso.
-Papá.- dijo jugando con sus dedos.
-¿Mmm?
-Eres el mejor superhéroe que existe, no por que seas Spider-man, si no por que eres mi papá.- Tom sonrió y sus ojos se cristalizaron. A mí también se me hizo un nudo en la garganta.- Te amo mucho papi.- besó su mejilla.
-Te amo más mi niña, te amo más.- la abrazó con fuerza y besó su mejilla.- Creo que alguien está celosa.- le susurró y me señaló discretamente. Ella rió.
-Mami.
-¿Que pasa mi amor?- me abrazó.
-Tu eres una princesa de Disney, eres Rapunzel, te amo mucho mamá.- besé su mejilla.
-Te amo mucho más.- respondí con la voz entrecortada.- Oye amor dile a papá que participaras en una obra en la escuela.- cambié de tema para no llorar.
-¿En una obra?- se sorprendió Tom
-Si, voy a ser el personaje principal. Seré Anastacia.
-¿De que trata la obra?.- acarició su cabello.
-Una niña salva a su pueblo de feroces monstruos. ¿Vas a ir verdad que sí?- hizo cara tierna nuevamente.
-Claro que si mi amor. Ahí estaré.- besó su frente.- A ver si nos salvas de tu madre.- le susurró y alcance a escuchar. Lo miré con una ceja alzada.- Mira, está a punto de atacarme.
-No mamá no hace eso.- me abrazó. Le saqué la lengua a Tom.
-Bueno yo creo que ya es hora de volver.- levantó a Nickeli y la colocó en sus hombros. Tomó mi mano y entrelazó nuestros dedos.

(...)
-¡Alis! ¡Necesito que me acompañes de compras!- toqué la puerta de su habitación con desesperación.
-¡Cálmate! ¡Puedes tirar la puerta!
-¡Lo siento! ¡Pero necesito que me acompañes a comprar un vestido!
-¡Por favor tía Alis, es importante!- la convenció Nicki.
-¡Está bien pero relanjense!- tomó su bolso y salimos del departamento.

(...)
-¿¡Se pueden decidir por uno!?- dije desesperada, con este está el décimo vestido que me probaba.
-¡Yo elijo el quinto, ese color te queda muy bien y es para una situación especial como esta!- por fin habló Alis.
-¿Tu amor?
-Ese que escogió tía Alis es lindo, yo también voto por ese.
-Entonces ese, vamos a pagarlo.

(...)
-¡Alison no me voy a poner eso!
-Tienes que, si quieres que Tom se vuelva loco.
-¡Ve el tamaño! Esto está súper pequeño.
-¡Ese es el punto! ¡Antes de que lo vayan a hacer póntelo!
-¡Alison literal no me cubre nada! ¡Mira!- me puse encima de mi blusa lo que era un brassier pero solo cubría mis pezones.
-Lo dices cómo si Tom no te hubiera visto nada, te puedo apostar a que ese chico te conoce hasta los intestinos.- me sonroje ligeramente por el comentario y reí.
-Bueno en eso tienes razón.
-¿Ves?
-Pero, ¿Y si no le gusta? Me voy a sentir muy avergonzada.
-¿¡Dudas de mi!?
-No, pero es la primera vez que me visto tan exótica.
-¡Mira cállate ya! ¡Si yo digo que si es por qué si! ¡Ahora vamos a terminar de arreglarte!
-¡Esta bien!- crucé los brazos y me senté en frente del tocador de mi habitación.

Entró Nickeli y cerró la puerta. Se sentó en mis piernas y comenzó a ver el maquillaje.
-Papá se va a poner traje.- susurró, le habíamos pedido que averiguara eso.
-Gracias agente Holland.- respondió Alison de la misma forma.
-¿Quieres que te ayude tía Alis?
-Está bien, tú me pasas las cosas y yo maquillo a tu madre. ¿Te parece?
-Me parece.- asintió varias veces.
-El peinado está listo. Ahora Nicki, pásame la base de maquillaje.
-¿Esta?
-Si esa.

Comenzó a maquillarme y fue algo rápido. Alis era una experta en maquillaje y todo ese tipo de cosas. Me miré en el espejo y quedé sorprendida con el resultado.
-Bueno Nickeli, ya sabes el plan.
-Bajamos y presentamos a la hermosa Jaqueline.- respondió la niña.
-Tampoco es para tanto chicas.- rodé los ojos.
-¡Cállate! Esto será un momento muy bonito y no lo vas a arruinar.- me amenazó Alison.
-¡Esta bien!- sonó el teléfono de Alison.
-Ya te está esperando. Te vemos abajo y recuerda baja con clase.
-Si mamá como si fueras una princesa.- salieron de la habitación.

Esperé su señal estando nerviosa, creía que era demasiado todo esto.
-¡Bien señores presentes!- se escuchó la voz de Nickeli.- ¿¡Están listos para presenciar lo que nunca sus ojos han visto!?
-¡Bien!- ahora era la vos de Alis.- ¡Denle la bienvenida a la señorita Jaqueline Jackson!

*Narra Tom*
Después de que Alison dijera el nombre de mi esposa, ella salió caminando de manera lenta pero hermosa. Solo lograba ver su perfil, estaba emocionado por lo que estaba a punto de presenciar.

Comenzó a bajar las escaleras y me quedé perplejo. Se veía muy hermosa, sus ojos marrones resaltaban y su hermoso cabello castaño lucía precioso. Sus labios ni se diga, ese color entre rosado y rojo los hacían más apetecibles. Aquel vestido color menta resaltaba el color claro de su piel. Solo hay una palabra que siempre la ha definido, pero hoy resaltaba aún más "Perfecta".
-Cierra la boca, se te puede meter una mosca.- se burló.
-