La desgracia más hermosa.

Capítulo 35 (Final)

*Narra Tom*

Harrison había caído de rodillas al suelo, llorando desconsolado. Valeria y Alison se abrazaron con lágrimas, estaba en shock. Solo había escuchado su voz y fue en ese momento que la máquina hizo un ruido que destrozó mi corazón.

- ¡No! ¡No por favor no! - grité desesperado y me acerqué a ella.

- ¡Jaqueline! - gritaron Valeria y Alison y rompieron en llanto.

Harrison con lágrimas se acercó a mi y me abrazó.

- No por favor... - lloré desconsolado.

Los padres de Jacky entraron bastante alertados por los gritos y al descubrir que había pasado, su madre soltó un grito desgarrador que alertó a los doctores. Se acercó a su hija y abrazó el cuerpo sin pulso.

Entró un doctor rápidamente y nos pidió que saliéramos de la habitación, entre jalones Harrison logró sacarme y el padre de Jacky con todo el dolor de su corazón, sacó a la mamá. Todos estábamos muy atentos a lo que los doctores hacían, intentaron reanimarla varias veces.

Al no lograrlo cubrieron su rostro con la sábana.

Se había ido... Sentí como por dentro me desvanecía.

El doctor salió de la habitación.

- Lo siento mucho.

- Doctor, debe haber otra cosa por hacer, todos la escuchamos hablar. Nos habló. - dijo Alison.

- Quizá fue una reacción de su cuerpo antes de irse...

- O simplemente fue su manera de decir gracias por dejarla ir... - dijo Valeria.

Abracé a Nickeli mientras escuchaba su pequeño llanto.

- Mi mamá...

Lloré de impotencia al no poder hacer nada más. Miré a mi alrededor y todos estaban destrozados. Mi esposa se había ido...

"Mi Jacky..."

De pronto en mi mente miles de imágenes de ella, sonriendo, hablándome y abrazándome. Mi corazón me dolía...

- De verdad lo lamento... Pero deben entender que el hecho de que si hubiera sobrevivido tendría secuelas y su vida hubiera Sido de sufrimiento y dolor físicamente hablando. - dijo el doctor con la cabeza baja.

Nadie respondió...

Durante las siguientes horas las palabras de él, estuvieron en mi mente, no sabía lo que realmente hubiera estado mejor, que se hubiera ido o tenerla conmigo. Mi pequeña hija, a pesar de decirme de que todo estaría bien, estaba desconsolada.

- Ella me dijo que estaría tranquila con mi hermano, más no me dijo lo mal que me sentiría yo de que no estará conmigo. - la abracé fuertemente, aquellas palabras me rompieron por dentro.

- Yo estoy aquí y juntos vamos a salir adelante, mi pequeña.

Tenía razón, pensar que ella estaba bien era bueno, pero nosotros no lo íbamos a estar, nos hará mucha falta...

El funeral fue al día siguiente, estuve ahí, mis padres estaban conmigo... Pero jamás me imaginé que la que estaría dentro de esa caja era mi esposa... Me acerque a verla, tan hermosa que se veía, parecía estar dormida.

"Ya es hora de que despiertes."

Seguí aferrado a la idea de que esto era solo una pesadilla. Pero era algo real, ya no estaba conmigo y solamente podía estar con ella en mis pensamientos o en sueños.

- Te amo demasiado... - susurré entre llanto. - Por favor, desde donde estés, danos la tranquilidad de que todo estará bien, dale un beso a nuestro bebé y dile que aunque no lo haya conocido lo amo con todas mis fuerzas. Descansa, que yo me encargaré de que Nickeli crezca y por nada del mundo voy a darme por vencido...