#42

4.3K 399 403
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.







Me levanté del suelo con las piernas flojas y la cara abarrotada de lágrimas. Apreté los dientes en el momento en el que el odio creció tanto que casi equilibró la balanza de amor hacia él. Amor y odio en estado puro hacía una misma persona. Dolor y cólera se hallaron de repente a la misma altura… Y abrí a toda velocidad la puerta del baño precipitándome hacia afuera como un huracán que arrasa con todo a su paso, dispuesto a destruir la vida, a aniquilar las emociones que se habían instalado en mí sin mi permiso, como parásitos inhumanos que sólo tenían la intención de hacer daño.

Corrí por todo el pasillo a una velocidad que nunca habría logrado alcanzar sin tropezar a los veinte metros. Las personas se apartaban a mi paso, y si no se apartaban, yo mismo las apartaba de un empujón brutal del que no era consciente. No era consciente de nada de lo que había a mí alrededor, de nada. Ni siquiera de Renjun y Mark frente a las taquillas, que se miraron al verme correr tan acelerado y con las lágrimas aún patentes en mis ojos siendo arrastradas por el viento que me golpeaba la cara.

¿Dónde estás? ¿Dónde estás…? Allí estaba.

Jeno caminaba tranquilamente dándome la espalda. Sus espalda y cabello eran inconfundibles. No fui capaz de aguantar tanta presión.

- ¡JAENO! - grité, rabioso. Jeno se dio la vuelta, momentáneamente sorprendido y entonces, todo estalló en mí. Un golpe, un sonido bestial que inundó todo el pasillo y gritos agudos. Eso fue lo que me hizo despertar de mi estado de cólera. Jeno chocó brutalmente contra la taquilla, que se hundió bajo su propio peso a causa del golpe. Vi con los ojos brillantes y la respiración acelerada como su cuerpo descendía por las taquillas hasta que dio de rodillas con el suelo, con una mano en la cara y la otra temblorosa apoyada al frente para no caer hacia delante.

- ¡Jaemin! - la voz de Renjun me hizo dar el primer suspiro hacia la calma. El brazo derecho me temblaba fuertemente y me mantuve mortalmente quieto, paralizado. Los murmullos se hicieron dueños del lugar, las personas se acercaron con rapidez, atraídos por el escándalo, como los asquerosos cotillas que eran. Alcé el brazo hasta mi cara, observando su tembleque incesante. Intenté cerrar la mano y sentí un latigazo en los nudillos que me puso el vello de punta. La sangre fresca plasmada en ellos, salpicándolos. No, no era mi sangre.

𝕄𝕌ℕ̃𝔼ℂ𝕆 || 𝐍𝐨𝐌𝐢𝐧Where stories live. Discover now