#26

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- Perdone... - el dependiente de la tienda se me quedó mirando con expresión piadosa cuando se percató de mi presencia. Parecía buen chico y bastante inocente. Genial. Me acerqué a él con carita de cordero degollado, jugueteando con mis manos intentando aparentar inocencia y timidez. - Usted es ¿El dueño de la tienda? - murmuré, con voz bajita y tristona. Tosí un poco para darle más realismo al personaje que interpretaba.

- No, niño. Yo soy el hijo del dueño. - niño dice. Igual y tengo más años que tú, mequetrefe. - ¿Por qué? ¿Quieres algo? - asentí sumisamente con la cabeza.

- ¿Me puede decir cuanto cuesta esa guitarra de ahí? - señalé la Gibson Les Paul serie Custom con el dedo. El dependiente sonrió al verla y se giró hacia mí, con una sonrisa que hasta para un anuncio de Colgatte era demasiada perfección.

- Esa es el ojito derecho de mi padre, niño. Es una Gibson Les Paul serie Custom... - si, ya sé como se llama. Al grano, idiota. - Vale alrededor de 3400 euros. No estoy muy seguro. ¿Te interesa? - asentí con la cabeza.

- Mi hermano tenía una como esa, era igual. Era de mi papá. Pero hubo un incendio en casa y se quemó y ahora mi papá no puede tocar la guitarra, se le quemaron las manos. - el dependiente palideció.

- Vaya, que... pena... - forzó una sonrisita. Yo forcé otra, más tristona.

- 3400 euros es mucho dinero. Mi hermano no me ha dado tanto. - hice un puchero.

- Oh, ¿Quieres la guitarra para tu hermano? - se inclinó sobre mí, como si fuera un mocoso con una piruleta en la boca con el que debía ser amable. Joder, que chico más tonto, ¡Pero si era hasta más corpulento que él!

- Es mi hermano mayor. - asentí. - Me dijo que le comprara la guitarra más bonita que hubiera en la tienda con nuestros últimos ahorros, para tocarla en Navidad. - suspiré dramáticamente - Nuestra última Navidad juntos.

- ¿Su última Navidad juntos? - le miré a los ojos con la cara más patéticamente penosa que tenía, con las cuencas de los ojos llenas de lágrimas. No me había maquillado precisamente por eso. Tenía pensado en una medida desesperada romper a llorar en cualquier momento, además, así, sin maquillar sí que daba pena.

𝕄𝕌ℕ̃𝔼ℂ𝕆 || 𝐍𝐨𝐌𝐢𝐧Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang