#04

7.3K 693 831
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.








- ¿Qué mierda estás diciendo, Mark? - gruñó Renjun.

- Durante esas tres horas... - mi cara debió ser la misma encarnación del horror cuando Jeno curvó una sonrisa de las suyas. Lo iba a decir, ¿Lo iba ha hacer de verdad? - Que yo recuerde, durante ese tiempo, Jaemin y yo... - cállate, cállate, cállate, cállate por favor. Le supliqué con la mirada, horrorizado. - Hacía mucho que no nos veíamos, desde los cuatro años. Había mucho de que hablar y, por suerte, nos reconocimos enseguida. Bueno, en realidad, él tardó un poco más, pero a mí me bastó un par de frases para saber que era mi hermanito y... la emoción fue tanta que decidimos ir a un sitio más silencioso para poder conocernos más... a fondo. - su sonrisa no varió en nada. Mi rostro pasó de pálido como un muerto que había caído de un ataque al corazón tras ver un fantasma a uno de profundo alivio. Suspiré. Mark se relajó un poco, pero seguía sospechando que algo no iba bien y se le notaba demasiado.

Había empezado a sudar a chorros por culpa de ese momento tan estresante. Estaba agobiado, necesitaba agua.

- Voy a... por agua... - me levanté desganado, sintiendo las miradas de todos clavadas en mi nuca. Encogí el cuello, sintiendo una pequeña chispa de electricidad recorrerme la columna. Miré a Jeno por encima del hombro, disimuladamente. Me observaba con atención y al ver que yo también lo hacía, me vaciló jugando con el piercing de su labio con la lengua, sonriente. Me quedé tieso unos segundos y cerré la puerta de la cocina de un portazo, apoyándome en ella una vez hube escapado de su mirada.

El frío desapareció, empezaba a tener calor, empezaba a sudar. Las piernas me temblaban y no por la fiebre. Estaba loco, ¡Estaba loco! ¿Qué me haría en cuanto se fueran y nos quedáramos otra vez a solas? No, no, no por favor. Estaba acorralado de la noche a la mañana. No podía contárselo a nadie porque yo mismo lo había empezado todo y ahora, me había convertido en el muñeco de mi hermano gemelo. Su muñeco...

Me arrastré por la puerta y me derrumbé sobre el suelo, cubriéndome el cuerpo con las manos. Empecé a llorar. No me convenía. Si Renjun o Mark me veían se preocuparían y hasta que no les contara el motivo de mis lágrimas, no me dejarían tranquilo. Y no podía contarlo. No veía la salida. Sería el muñeco de Jeno de por vida, su... juguete sexual. Las lágrimas se incrementaron. Tenía miedo, mucho miedo.

𝕄𝕌ℕ̃𝔼ℂ𝕆 || 𝐍𝐨𝐌𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora