Capítulo 29

1.6K 152 15
                                    

Jonathan

Ups! Tento obrázek porušuje naše pokyny k obsahu. Před publikováním ho, prosím, buď odstraň, nebo nahraď jiným.

Jonathan

—Y estas son las acciones en estadísticas —Collins dejó caer una enorme carpeta de color amarillento en el escritorio—. Como ves en dos semanas o tres, todo se sabrá en los medios.

—¿Qué hay de los proveedores? —Junté mis manos en un simple movimiento mientras apoyaba los codos en el escritorio.

Me ignoró.

—¿Sabes? Nuestra querida madrastra, llegará hoy —Comenzó a girar la silla—. Espero que ella ahora pueda guardar el dinerito que nos queda y no lo siga despilfarrarlo en carteras de marcas.

Agaché mi cabeza suspirando. Ni siquiera he tocado esa carpeta, Collins es nunca miente, mucho menos cuando está borracho.

—Estamos acabados... —Collins suspiró con fuerza y lo escuché reír. Arqueé mis cejas y lo miré con rudeza, estaba sentado en la silla giratoria mientras bebía whiskey en una taza de café—. Mandé a mi familia a la banca rota... menuda mierda.

—¿De cuando eres tan bueno para el alcohol? —Alcé una ceja mientras él miraba el cielo y rotaba la silla.

—Desde que Jack Daniels se convirtió en mi amigo imaginario... —Volvió a reír, pero de una forma irónica—. Lo hago desde que esto se me escapó de las manos.

Suspiré casando.

—¿Por qué no me avisaste? Por lo menos te hubiera asesorado —Quise saber.

Hubo un silencio incómodo.

—¿Por qué no te avisé? —Murmuró para sí mismo y luego un estruendo se escuchó en toda la habitación. La taza se convirtió en miles de pedazos rotos de porcelana. Se levantó bruscamente de la silla, como una bestia que tan solo días atrás desperté—. Porque lo dejaste todo, por eso no te llame ¡Estoy cansado, Jonathan! Estoy cansado de dirigir esto solo. Cuando asumimos esto, lo hicimos juntos y lo dejaste todo en mis manos. Sé que quise decírtelo de frente, pero me abandonaste para remar solo. ¿Crees que yo nunca quise hacer otra cosa? Quería ser escritor, pero míranos —La tristeza en sus ojos fue evidente que aquello me dejó aturdido—. Estoy harto de correr por los demás, cuando nadie más lo hace por mí. Dejé que mi hermano siguiera su sueño, dejé que te comprometieras con la mujer que amo, dejé que todos tuvieran su propia felicidad, pero ¿qué me queda a mí?

El nudo ardiente arrastro sus uñas por toda mi garganta, que no tuve palabra para expresar mi pensamiento. Mi hermano, se perdió en mis ojos con un claro dolor. Las palabras no salieron de mi boca. Botó un largo bufido y se levantó de la silla, casi cayendo al piso. Corrí hacia él e intenté ayudar, pero me fue imposible, solo me dio un leve golpe en la espalda y sonrió.

—Estoy feliz por ti, lo juro —Su sonrisa se borró y caminó a la salida para dejarme aturdido, sin una respuesta en mi boca, solo una cruda manera de no ver su realidad.

No culpes al deseo (disponible solo hasta el 18 de Marzo)Kde žijí příběhy. Začni objevovat