Capítulo 31: La Boda (Parte 1)

1.1K 75 155
                                    

Mi nombre es Adrien Agreste y hoy es un día importante. Y si les tengo que ser sinceros prefiero contarles todo lo que ocurre en vez de permitir que alguien más narre sin el sentimiento necesario. ¿Por qué? Porque, por si no les quedó claro, es un día sumamente importante... bueno, tal vez solo para mi prometida y para mi, pero bueno, si ustedes están aquí es porque también les llama la atención.

- ¿Papá?- Emma entró a la habitación en donde me encontraba- ¿Con quién hablas?
- Yo... eh... ¿Conmigo mismo?- le sonreí un tanto incómodo.

Mi futura hija me miró extrañada. Yo también lo estaría. ¿Cómo no estarlo? Tu padre del pasado habla solo. Pero tampoco puedo decirle "Ey, con la persona que está leyendo esto. Verás estoy rompiendo la cuarta pared únicamente por este capítulo por lo importante que es." Suena incluso más loco, ¿no?

- Esta bien... mientras solo sea hablar.- cerró la puerta todavía confundida.

¿"Mientras solo sea hablar"? ¿A qué se refiere con eso? Bueno, retomando. ¿Donde me quedé? Ah si, el muy importante día. Ya se, ya se, no dejo de repetirlo y deben estar cansados, pero es que estoy emocionado, no todos los días uno contrae casamiento

Pero mejor arranquemos la historia donde corresponde. ¿Les parece? 

Llegamos con el grupo a las puertas del monasterio entrada la tarde. El frío congelaba hasta mi alma. Tenía la mayor parte de las extremidades sin sensibilidad alguna y, por la expresión en los rostros de los demás, se podía suponer que no estaban mejor que yo. Es gracioso, nos habíamos preparado para que este no fuera uno de los principales inconvenientes en toda nuestra misión y, sin embargo, era el que más problemas nos estaba causando.

Gracias universo, adoro cuando estás en mi contra.  Igualmente nuestra voluntad fue mayor y conseguimos nuestro objetivo.

Una gran muralla de piedra un tanto desgastada se alzaba alrededor de todo el complejo protegiéndolo de cualquier amenaza. ¿La única forma de ingresar? Un gigantesco portón de madera de roble que parecía estar sellado por donde quiera que se lo viese.

- ¿Y cómo se supone que vamos a abrir esto?-pronunció mi mejor amigo con una mano apoyada sobre el grueso objeto- ¿Alguno trajo la llave?

El maestro Fu se acercó con una sonrisa confiada en el rostro.

- Esta puerta solo se abre para aquellos que quieran abrirla. 

Y con un pequeño empujón esta se movió como si no pesara nada. Las cosas que tienen vivir en un mundo con magia... creo.

Antes de que pudiéramos siquiera decir algo una cálida bocanada de aire nos acarició devolviendonos un poco de energía.

- Bienvenidos al lugar más importante de la Tierra.- decretó alegremente el mayor. 

Era un universo totalmente diferente. Parecía tener un micro-clima con temperaturas primaverales tirando a veraniegas. Increíble, nosotros comiéndonos los mocos y ellos tan campantes con piñas coladas en las manos y unos buenos lentes de sol... Bueno, en realidad no tenían nada de eso. Además de que no puedo desquitarme porque llevan desaparecidos más de ciento cincuenta años, así que... ajhm... Retomando.

Nuestras cabezas se movían de un lado para el otro admirando todo lo que hacía contacto con nuestros ojos y créanme cuando les digo que había mucho que admirar mientras que nuestras mandíbulas de milagro no era arrastradas por el piso. Aviso que esto va a ocurrir varias veces en este relato.

- ¿Quienes osan ingresar en tierra sagrada?

Todo pasó demasiado rápido. Nadie estaba preparado para que un grupo de más de cincuenta personas armadas nos rodearan. Retrocedimos un poco atemorizados formando un precario circulo espalda con espalda en donde cada uno cubría un lado.

La Viajera Del Tiempo (Miraculous Ladybug)Where stories live. Discover now