Capítulo 22: La Feria

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- ¡Otra vez!- exclamó Chloe levantándose del suelo mientras se limpiaba un poco de sangre de su labio.

Había pasado ya casi un mes desde que el equipo se había armado y los días se habían vuelto bastante intensos. Exceptuando alguno que otro, el equipo se reunía para entrenar durante toda la tarde en un campo privado perteneciente a la familia Agreste el cual se ubicaba a las afueras de la ciudad, siendo los únicos conscientes de este hecho el mismísimo Gabriel y Emma. El lugar tenía un terreno un tanto irregular, estaba rodeado de árboles, un pequeño estanque y una cabaña ubicada un tanto por encima de todo que terminaba de decorar tan hermosa escena.

- ¿En serio? ¿No te cansas ya de perder?

Alya se encontraba parada observando a su rival con cierta satisfacción. En otro sector se los podía ver a Marinette y Nino entrenando a un ritmo mucho menos intenso mientras que la rubia restante los monitoreaba.

- Solo te estoy dejando ganar, no te pongas presumida.
- Emma, chica.-llamó a su compañera y esta se acercó rápidamente- ¿Serías tan amable de decirme cómo va el marcador?

Se fijó en la tableta que llevaba con ella, la cual poseía información y estadísticas de todos los presentes.

- Quince victorias para Rena, cero para QB.

La morena miró burlonamente a su rival.

- Eso no me suena a que me estés dejando ganar, eso me parece una total paliza.
- Ridiculo, totalmente ridiculo.-miró a otro lado enojada- Solo te estoy dando ventaja para disfrutar más la expresión en tu rostro cuando te supere.
- Lo que digas amiga.-se posicionó tratando de incitar a la rubia a un nuevo enfrentamiento- ¿Lista?

Su rival cedió fácilmente ante tal provocación.

- Nací lista.

Emma vio un tanto preocupada el inicio de la nueva contienda.

- Saben... cuando en su momento dije que se podían matar todo lo que quisieran no lo dije literalmente.

Nino, el cual acababa de terminar su entrenamiento, se acercó a la joven para tocar su hombro.

- Dejalas, ya llevas varias semanas intentando que esas dos no se peleen como perros y gatos y nada funcionó. Tal vez así se terminen de limar todas las asperezas.
- O terminen en un hospital antes de siquiera poder enfrentar a Aniquilación.
- Creo que mejor las separamos por hoy.- intervino Ladybug tomando un poco de agua de la cantimplora que llevaba consigo.

A la lejanía, la figura de un hombre se hacía presente en el panorama. Este se encontraba observando toda la escena desde el mirador de la cabaña.

- ¿Piensas unirtenos en algún momento o planeas quedarte para siempre a la distancia viéndonos como todo un pervertido de primera? -Adrien apareció detrás suyo- Todos tenemos ganas de retribuirte por los... Servicios prestados a la comunidad.

El hombre permaneció centrado en el entrenamiento de los demás.

- Llegas tarde.-lo regañó aún sabiendo que él era, en su mayoría, responsable de tal problema gracias al abultado calendario que le organizaba a su hijo- Y en respuesta a tu consulta, en mis años de juventud recibí el entrenamiento necesario para afrontar cualquier situación, por ende no preciso de actividad alguna. Además, mi poder no es muy útil en el cuerpo a cuerpo. El rol que desempeño en este grupo es más estratégico y de apoyo por así decirlo.

Una pequeña risa hizo eco en el lugar.

- Gracioso, porque pese a todo tu "entrenamiento" y "estrategia" aún te siguen pateando el trasero dos adolescentes.

La Viajera Del Tiempo (Miraculous Ladybug)Where stories live. Discover now