Capítulo 29: Acepto

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A buen entendedor pocas palabras.

- Ok... Repasemos los hechos una vez más.-la rubia se apoyó en la mesa, sus manos unidas y el rostro inexpresivo- ¿Le dijiste que tú eres Chat Noir?- Adrien asintió temeroso- ¿No le dijiste que vengo del futuro y que ella es mi madre?- negó, una vez más, con su cabeza- ¿Le propusiste casamiento?...-nuevamente afirmó- Está bien, está bien...-se frotó los ojos y suspiró un tanto cansada para luego volver a mirar al joven- Tienes un minuto de ventaja.

La vió sorprendido.

- Pero...- quiso explicarse, sin excito alguno.
- Uno... dos... tres...- su seño fruncido le dio a entender que era mejor hacerle caso.

Adrien estaba por salir corriendo como si no hubiese un mañana cuando una mano lo devolvió a su lugar de manera un poco brusca.

- Ok, calmada rubia.- la señaló Chloe un tanto desafiante- Nadie va a matar a nadie en mi hotel.

Los tres se encontraban en el Le Grand Paris merendando en el comedor principal del establecimiento. El lugar se encontraba vacío, a excepción del cocinero que entraba de vez en cuando para dejar más comida, por lo que los jóvenes podían hablar sin preocupación.

Los rayos de sol del atardecer que se colaban por la ventana hacian las labores de iluminación junto con algunos focos prendidos.

La chica bufó en respuesta mientras se cruzaba de brazos y miraba para otro lado. Su futura tía se sentó en una de las sillas disponibles que había en el lugar. Hacia una semana que ambas convivían juntas, siendo uno de los motivos principales la cercanía del lugar con el hospital donde su madre residía hasta hace poco tiempo.

- Ah, eso me recuerda.-el rubio tomó un croissant y lo engulló completo en un par de mordidas- ¿Qué haces todavía aquí? Marinette está en casa. ¿Acaso ya no vas a volver a vivir más con Fu?

La rubia agarró un scone de queso y partió una pequeña porción para mandarla directamente a su boca.

- Abandoné la casa después de enterarme de que mamá estaba en el hospital.- se podía notar un poco el enojo que guardaba contra el mayor.
- Sigo creyendo que estás siendo muy dura con él.- el rubio trató de suavizar las aguas turbulentas de la actual relación entre ambos.

Si querían derrotar a Aniquilación lo último que necesitaban eran peleas dentro del grupo. Lastimosamente esto no dio efecto.

- Tu también lo serías si no te dejaran ayudar a tus padres a luchar contra un ser todo poderoso.- arrancó otro pedazo del alimento.

Eran tan palpables los sentimientos de la joven que se podían notar fácilmente en la forma en la que atacaba su comida en vez de comerla.

- Pero sabes por qué lo hizo.

Ese erróneo comentario por parte de Adrien provocó que la rubia tuviera un pequeño arrebato emocional.

- Si, pero eso no importa. Ya los perdí una vez, no quiero que por culpa de un mambo mágico místico terminen...

Su voz se quebró. Una lágrima comenzó a caer por su mejilla al recordar una vez más aquél fatídico día en donde su aventura comenzó. Adrien sintió una fuerte culpa al haber sido responsable de activar tan doloroso recuerdo en ella.

Los recuerdos son una forma de aferrarte a las cosas que amas, las cosas que eres, las cosas que no quieres perder.

- Hay días en los que me pregunto... ¿Por qué hicieron lo que hicieron? Pero no tengo una respuesta clara.

Chloe se acercó a la chica para consolarla con un fuerte abrazo. Mientras tanto Adrien se quedó pensativo. Si quería apaciguar el atribulado corazón de su futura hija tenía que salir con una respuesta del alma.

La Viajera Del Tiempo (Miraculous Ladybug)Where stories live. Discover now