Capítulo 15: Destrucción (Parte 2)

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¿Alguna vez han perdido algo o a alguien importante en su vida? Si así fue el caso entonces comprenderán la reacción de Adrien. Estaba estático. No sabía qué hacer, decir o mover. ¿Y cómo podría? Cuando uno queda deshecho a causa de un profundo dolor, reencontrarse con eso que nunca más creíste volver a ver es un golpe bastante duro.
Intentó ser fuerte, no flaquear, pero al primer paso que pudo dar su cuerpo lo abandonó. Justo en el último instante, antes de tocar el suelo con todo el peso de su debilitado cuerpo, se detuvo su caída. Al levantar la mirada vio a su madre, la cual había corrido para asistirlo.

- ¿Estás bien?- le sonrió amablemente.

La tenía allí, sonriéndole con esa calidez que tanto la caracterizaba, con esos ojos que podían tranquilizar a cualquier bestia salvaje con tan solo mirarlos por unos segundos. Su hijo no dijo nada para mirar hacia abajo. Ella, un tanto apenada, levantó su rostro, revelando así una cara completamente llena de las lágrimas que no paraban de correr como un río.

- Te extrañé mamá.- se tiró a sus brazos tomando todo lo que podía de ella para poder tenerla lo más cerca posible.

Su contextura física, su aroma, todo en ella era como la recordaba, y eso lo aterraba. Emilie solo pudo sonreír con cierto pesar y corresponder el abrazo.

- También te extrañé mucho, hijo mío.

Ambos se fundieron en un tierno abrazo lleno de todos los sentimientos que uno se pueda imaginar. Y Adrien no quería soltarla. No estaba seguro de nada de lo que estaba pasando, pero tampoco quería que todo aquello terminara de repente. No estaba preparado para otro nuevo golpe así de duro que podía terminar siendo en realidad un simple capricho de le entidad con la que se encontraba, una mera forma de atormentarlo por razones que él desconocía.

- Estoy muy cansado.- susurró continuando el fijo agarre, después de un tiempo- Cada día que pasa todo me cuesta más y ya no puedo seguir así. Solo quiero estar a tu lado y descansar.

Ella acarició su rubia cabellera con un gentil toque.

- Estás conmigo gatito, y no voy a dejar que nada malo te pase.

Luego de unos minutos de silencio y paz, la madre de Adrien decidió que era momento de hablar un rato con él. Tomaron un poco de distancia, pese a las dudas internas del joven, y la mujer se dedicó a admirarlo de arriba a abajo.

- Mírate, estás tan grande.-palmeó su brazo como si de un viejo amigo se tratara- Te convertiste en todo un hombre en tan poco tiempo. Seguro debes ser todo un casanova como tu padre.- le guiño un ojo mientras lo codeaba.
- ¿Papá? ¿Un casanova?- se sorprendió ante tal declaración y una imagen de su frío padre surcó su mente momentáneamente- Eso es... bastante difícil de creer.

Eso molestó un poco a la mujer, la cual no estaba al tanto del cambio de actitud que había sufrido su marido desde su partida.

- Ey, en la universidad tu padre tenía a todas las chicas comiendo de su mano. A todas excepto a mí.- destacó orgullosa como si de un mérito se tratase- Yo fui la única que no cayó ante sus enredos y mentiras. Eso me permitió ver al verdadero Gabriel.-suspiró melancólica- El hombre que solo necesitaba a alguien que quisiera ese lado oculto, más allá de la máscara que llevaba puesta para mostrar al mundo.

Adrien se puso a pensar en su vida como modelo y como ambas historias eran similares, pero en su caso la única que llenaba esos requisitos era su Lady. Recordarla le sacó una sonrisa tonta que no pasó desapercibida ante los ojos de su progenitora.

- Ohhhh, yo reconozco esa cara.-se llevó sus manos a la boca y la tapó para contener su alegría- Esa es la cara de alguien que ya tiene el corazón ocupado.

La Viajera Del Tiempo (Miraculous Ladybug)Where stories live. Discover now