Capítulo 17: Sueños

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- ¿Dónde estoy?- dijo Marinette para mirar a su alrededor confundida.

Desconocía el lugar en donde se hallaba. Y tampoco que tuviera mucho que la ayudara a orientarse, ya que todo allí se encontraba en ruinas. Los edificios reducidos a escombros, humo y fuego por doquier y no se podía distinguir ningún ser vivo en varios kilómetros. El panorama era apocalíptico.

Miró para abajo, tenía su traje puesto.

Ahí estas.- una voz se escuchó de repente a sus espaldas.

Al voltearse se llevó una gran y grata sorpresa.

- ¿Chat?-su mente estaba por explotar-¿Qué haces aquí?-una pequeña risita de alegría brotó involuntariamente, pero rápidamente fue reemplazada con duda- ¿Qué está pasando aquí?

¿Qué no es obvio?-extendió sus brazos con una sonrisa de oreja a oreja mientras se acercaba- Vine a ayudar Buga-

El corazón de Marinette se detuvo cuando del suelo surgió un gancho que atravesó al joven en el pecho y lo levantó a un metro del suelo.

- ¡¡CHAT!!- gritó dirigiéndose a él mientras que aquél objeto desaparecía por donde había venido.

El rubio aterrizó de pie, pero se tambaleaba, amenazando con caerse en cualquier momento.

¿M-Mi L-L-Lady? -miró desorientado a su compañera mientras con una mano trataba de tantear el orificio que se había generado.

Quiso volver a pronunciar palabra pero al momento de abrir su boca la sangre brotó como catarata.
Antes de caer al suelo la azabache lo atajó y juntos se acomodaron en la fría superficie. Ella sostenía su cabeza mientras las lágrimas brotaban de sus ojos.

- Tranquilo, tranquilo, tranquilo.-le susurró acercándolo a su pecho- Todo va a estar bien.-comenzó a mirar desesperadamente a su alrededor- ¡Ayuda! ¡¿Hay alguien ahí?! Necesito un médico.

Sus gritos fueron en vano, nadie iba a socorrerla.

No sé para qué te seguí.-miró al rubio sorprendida, su voz había cambiado- Tú no paras de traerme desgracia y sufrimiento.- terminó de decir para abalanzarse sobre ella.

Marinette se despertó súbitamente dando un pequeño grito. Estaba empapada en sudor y el frio le atravesaba los huesos. Desde el incidente no había día en que las pesadillas no la acecharan. Miró la hora, tres y cuarenta. Todavía faltaba bastante tiempo para ingresar al instituto.

- ¡Marinette!- dijo Tikki, que se había despertado por el susto, volando hacia su cama- ¿Estás bien?

Ella no respondió. Tenía su cara oculta entre sus piernas. De repente, un llanto reemplazó el silencio.

- No puedo más Tikki, esto me está matando.

Su kwami únicamente se acercó para hasta la mejilla dela joven para poder consolarla.

Así las horas pasaron hasta que le tocó ir a la escuela. Llegó con unas terribles ojeras que no pasaban disimuladas ni con el mejor maquillaje que pudiese existir en todo París. Todo el mundo se percató de ese hecho pero nadie reaccionó, ya todos habían intentado en su momento acercarse a ella para tratar de averiguar qué era lo que le pasaba, pero esta solo les sonreía y les decía que no había nada de qué preocuparse.

A una distancia prudente de la cansada vista de la joven se encontraban cuatro personas discutiendo sobre el asunto.

- ¿Qué sucede con ella?- consultó Adrien que se estaba reincorporando a la escuela ese mismo día y no había tenido la oportunidad de verla hasta ese momento-.
- No está pudiendo dormir bien aproximadamente desde... lo que te pasó.- le explicó Nino.
- Pero cuando la vi en el barco de la madre de Juleka y Luka ella no estaba así.
- Hasta ese momento se molestaba en tratar de disimularlo,-dijo Alya tomándose del brazo- pero después... solo se dejó estar.

La Viajera Del Tiempo (Miraculous Ladybug)Where stories live. Discover now