33-El Hurón

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Bajé al despacho de Snape como me había pedido. Ya no sabía si llamarle Snape, papá, padrino o que mierda decirle.

Llamé a la puerta y escuche un "adelante". Entre y tenía a Aro en la mesa.

—¡Aro!— corrí a cogerlo.— Me había olvidado de tu existencia.

—Por suerte lo encontré en el duarto de la casa Black, pero ya te habías ido a Hogwarts. Así que lo traje y te lo escondí a ver si te acordabas, pero resulta que no.— habló me padre.

—Gracias, gracias, gracias.— dije sin dejar de achuchar a Aro.— Tengo que llevárselo a Draco.

Mi padrino sonrió y yo salí del despacho.

Corrí a mi sala común donde Theo, Draco y Blaise hablaban.

—Rubioo.— canturre.

Escondí al hurón cuando Draco se giró.

—¿Qué pasa?— me pregunto.

—Tengo un regalo de Navidad para ti.— le dije mientras me sentaba.

Le enseñe el hurón. Al principio Blaise y Theo agaron risas y el me miró confundido.

—Se llama Aro, si no lo quieres me lo quedo, aunque no se lleve bien con Agatha.— le dije poniendo cara de cachorrito y acariciando al animal.

—No, no, no, es genial. Pero no tenías porqué.— se apresuró a decir.

—Si que tenía.— dije.

Le di el hurón que se durmió en los brazos del rubio. Este me dio un corto beso en los labios.

—Theo ayudame a regalarle algo a tu hermana.— dijo el rubio al castaño.

Lo mire divertida y negando con la cabeza.

—Con tu presencia me basta.— repetí sus palabras.

Pareció acordarse.

—A mi también me bastaba.— rio.

Nos quedamos un rato hablando y riendo, cuando Aro se levantó Draco le miró observando cada movimiento del animal.

—¿Por qué Aro?— preguntó.

—Porque hay una saga de películas de vampiros y hay un personaje que se llama Aro y tiene los ojos rojos como Aro.

Cogí al animal y le di besitos en la frente.

—Como te gustaría ser ahora siendo hurón, Draco.— habló Theo.

—Si quieres llamamos a Moody.— siguió Blaise.

El rubio puso una cara de horror.

—Ni se te ocurra, te mato.— amenazó.

—Aro, tú padre está loco.— le dije al animal.

—¿Loco? Vamos a ver quien es la loca ahora.

Empezó a hacerme cosquillas y yo me retorcía intentando que Aro no cayera de mis manos.

—Draco... Aro... Ten cuidado...— dije entre risas.

—Que bien os lo pasais.— habló una voz en las escaleras de las chicas.

Draco paro y observé a la persona que estaba ahí con mala cara, como Blaise y Theo.

Draco se limitó a coger a Aro y observar el fuego.

—¿Qué quieres Astoria?— pregunte.

—Solo quiero hablar con Draqui.— me contestó.

Gruñi y mire a mi novio.

—No me llames así.— contesto este.— Dimelo aquí.

—Que mañana te voy a regalar algo.— siguió.

—No lo quiero.— terminó Draco.

—Tiralo a la basura, como tú dignidad.— le recalque.

Gruñio y salió de la sala común.

**** (Ya a pasado Navidad)

Una pesadilla me despertó, estaba agitada y en esos momentos una poción era lo único que podía "relajarme" de algún modo. Me dolía mucho la cabeza.

Salí de la cama y me puse la túnica. Salí de mi cuarto y de la sala común en dirección al despacho de Slughorn. Llamé a la puerta esperando no haberle despertado pero unos gritos me sobresaltaron.

Entre y Ron estaba tirado en el suelo, escupia espuma, Harry trataba de despertarlo y el profesor estaba en shock. Salté el sofá he un brinco.

—Deme algo profesor.— grito Harry.

El profesor seguía en shock revisando el vino que tenía en la mano. Ayudé a Harry a buscar en los cajones. Le dio algo a Ron y paró de retorcerse. Suspiré aliviada y cogí el vino.

¡Me cago en dios! No era vino, era el veneno que tenía que darle Draco a Dumbledore. Ron podía haber muerto.

Ante el último pensamiento la botella se cayó de mis manos.

—¿Ocurre algo Layla?— me pregunto Slughorn.

Que casi mató a un estudiante eso es lo que pasa.

—¿¡QUE?! No nada.— mentí.

Harry llevo a Ron a la enfermería y no pude evitar ofrecerme a quedarme con él y/o ayudar a la enfermera.

—Lo siento, lo siento mucho Ron, yo no quería esto, solo hago daño a  la gente, lo siento mucho.— solloce.

La enfermería estaba oscura, no quedaba nadie, Ron estaba dormido y yo llorando en silencio. Al final acabé durmiendo en la silla.

Cuando desperté Harry me miraba con ternura y en la puerta los ojos verdes de mi hermano Theo me miraban con melancolía.

Me levanté cuando entraron Hermione y Ginny. Hermione preocupada se sentó donde yo estaba y acarició la mano del pelirrojo. La sonreí de lado antes de salir por la puerta junto con Theo.

—¿Como te encuentras?— me pregunto.

—Eh, frustrada, mal, me siento horrible por Ronald y... Ns.

—Wow, cuantas emociones juntas.— respondio.

Me encogí de hombros y me senté al lado del rubio en el comedor. Se pusieron a contar anécdotas divertidas.

—Cuando Snape hablaba de su hija a mi padres nunca llegué a creerme que tenía una hija de verdad. Realmente lo creía imposible.— habló Draco.

—Yo ya sabía de tu existencia, pero cada que mi padre decía de ir a tu casa, alias mansión enorme de barbie, decía que no porquebme parecías un niño mimado arrogante y egocéntrico.

El chico me miró con el ceño fruncido.

—Y me lo sigues pareciendo, solo que antes creía que tu ego masculino podría aplastar la tierra, ahora ese es Blaise.

Los dos me miraron mal y mi hermano se mordió el labio para no reírse.

—¿Qué? Es verdad.— me encogí de hombros y mi hermano estalló en carcajadas.

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Hoy es 5 de junio, osea el cumpleaños de Draquito. Así que subo 3 capítulos contando este.

Travesura Realizada ❤️✨😌

Snape ✔️Where stories live. Discover now