28-Sirius Black

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Justo cuando nos ibamos a ir los mortifagos aparecieron y nos cogieron a todos. A mi me cogió Bellatrix, tenía la varita en mi cuello.

-Dame la profecía Potter, o tus amigos morirán. Y tú hermana será la primera.

Me entente zafar del agarre pero lo único que conseguí fue que me agarrara más fuerte y me pusiera la varita en la oreja.

-No se la des Harry.- grito Neville.

-Damela Potter o mi hijo y Snape estarán devastados para toda su vida, no creo que te lo puedan perdonar.

-Harry no.- le grite mientras le daba la maldita profecia.

Una luz blanca llegó al instante y apareció Sirius, sonreí.

Le tocó el hombro a Lucius y este se giró.

-Deja en paz a mis hijados.- dijo antes de pegarle.

La profecia salió volando mientras más aurores llegaban. Bellatrix en ese momento tuvo miedo porque me apretó del cuello dejandome sin casi aire.

Pero cuando un auror se aproximó a nosotras se alejo y me escondí tras una roca.

-Expelliarmus.- grité mientras salía del escondite. Le quite la varita a Lucius de nuevo.

-Muy bien hecho Lily.- me dijo Sirius.

Me quedé confundida pero no era el momento, me aproxime a él y mi hermano. Me quede entre ellos.

Bellatrix le lanzó un Expelliarmus a Sirius mientras que el se aturdio. Se valance hasta el arco.

En un lado vi tallado "el arco de la muerte aquel que cruza no regresa".

Intente llegar hasta Sirius para agarrarle pero no llegué a tiempo y se fue, se fue para no volver, le mire a los ojos grises que nunca volverán a ver y recordé estas navidades.

-NOOOOOOO.- grite.- MALDITA BRUJA ARPÍA.

Corrí detrás de Bellatrix, mientras gritaba "Yo mate a Sirius Black".

-Crucio.- escuché detrás de mi.

Era me hermano pero no lo consiguió.

-Sabes la maldición Layla, solo tienes que desearsela, matala, matala.- dijo una voz en mi cabeza.

-Crucio.- fue lo único que me atreví a hacer pero esta vez si funcionó y Bellatrix se retorcio de dolor.

Después empezó una pelea.

-Crucio.- grito hacia mi.

Me retorci de dolor y empezaban a formarse heridas en mi piel. Esta paro pero no fui capaz de levantarme.

Llegó Dumbledore y Voldemort pelearon a sus anchas mientras que yo seguía en el suelo algo alejada de la pelea. Cuando Dumbledore ganó, Voldemort se esfumó y a lo lejos vi como el ministro y algunos aurores aparecían.

Ahí todo fue oscuridad.

-Layla, Layla, despierta querida, Layla.- escuché un susurro.

Abrí los ojos y Remus estaba ahí, parecía tener los ojos un poco rojos. Mire a mi alrededor algo confundida y estaba en la casa de Sirius.

-Remus... ¿Qué ha pasado?- pregunte ronca.

-Bellatrix te lanzó un Desmayus, no has vuelto al colegio porque... Bueno... Tú hermano tampoco ha ido...

-Ya se Sirius.- dije aún más bajo.

Mis ojos se cristalizaron. Llamaron a la puerta y Remus bajo.

Me di la vuelta para quedar frente a la ventana y empecé a llorar en silencio.

-¡Layla! Puedes bajar.- me llamo Remus desde abajo.

Me levante y me puse frente a mi espejo, el pelo estaba atado en una trenza muy desecha, tenía la ropa de la noche anterior. Las ojeras se notaban y los ojos estaban rojos y cristalizados.

Bajé las escajeras y me encontré con Narcissa y Draco.

-Buenos días querida, ¿como te encuentras?- me pregunto Narcissa.

-Buenos días, supongo que se puede estar peor. Al menos no ha sido a mi padre.

Me ojos se cristalizaron de nuevo y solté un sollozo. Draco no tardo en abrazarme y yo le segui el abrazo llenando su hombro de lágrimas.

-Mi pelirroja favorita, no estes así. Me destrozas.- me susurro Draco al oído.

Remus pareció oírlo puesto que puso una cara melancolíca y a la vez tierna.

Me separé de Draco y le di un beso en los labios mientras mis lágrimas tornaban el beso salado.

-Te quiero rubio.- le susurre.- Gracias.- le dije a Narcissa.

Asintió sonriendo y mi hermano bajo las escaleras.

-Todo a sido mi culpa.

Me giré bruscamente y le mire amenazante.

-No vuelvas a decir eso Harry, no lo hagas porfavor. Me veré obligada a matarte y no quiero eso.- le dije.

Draco se rio levemente por mi cambio brusco de ánimo.

Abrace a Harry. Después bajaron el resto y nos sentamos a comer.

No fue una comida muy comoda, Cissy y Draco también se quedaron lo que hizo que se tornará más incómoda.

-Nosotros nos vamos ya Draco.- habló Cissy.

-¿Puedo irme con mi padre Si... Remus?

Mis ojos soltaron una lágrima y el asintió.

Recogí mis cosas y me fui a la mansión Malfoy, cuando llegamos Bellatrix abrió.

-¡¡TU!! MALDITA PERRA ARPÍA. LO TENÍAS QUE MATAR VIEJA BRUJA TE ODIO TE ODIO Y ODIO A TODOS LOS QUE OS PRESENTATEIS AHÍ. ERES LO PEOR.- le grite.

Me iba a abalanzar pero Draco me sujeto.

Mientras intentaba que Draco me soltase Bellatrix se hecho a reír.

-Eres una niña insolente, no respetas a tus superiores.- me dijo.

-Que no me llames insolente, tú no eres mi superior. NO ME LLEGAS NI A LA SUELA DEL ZAPATO MALDITA BRUJA. Como mucho lo serán mi padre, Cissy, Dumbledore, mi padrino...

Rápidamente deje de forzar y me tire a los brazos de Draco para seguir llorando.

Cuando Bellatrix se fue entramos a la casa y vi a mi padre.

-Papá.- dije con un hilo de voz.

-Odio verte así princesa, sonríe.

No puede hacer nada. Subí a la habitación de Draco y acomode todo.

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Snape ✔️Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum