11-Recuerdo macabro

242 9 9
                                    

Narra Layla ~~R.S~~

Estaba con el trío de oro mirando a la cabaña cuando de repente escuché a Draco y a sus amigos.

—Os contado que me voy a quedar con la cabeza del hipogrifo.— dijo Malfoy a sus amigos.

—Que bien.— dijeron sus amigos.

Hermione se acercó a Malfoy y le amenazó con la varita. Ron le dijo a Hermione que no valía la pena y cuando Hermione bajo la varita Draco comenzó a reírse. Yo seguía donde estábamos antes pero en cuanto escuché a Draco reírse me acerqué. Hermione le dio un puñetazo y yo la empujé.

—¿Pero a ti qué te pasa? Se la has roto.— le dije. Para acto seguido abofetear a Malfoy.— Y tú no te libras Malfoy.— Malfoy corrió hacía el castillo y yo hacía la cabaña de Hagrid sin saber muy bien lo que había hecho.

Me quedé tras unas calabazas y cuando me iba a ir miré hacía un hombre que tenía un hacha en sus manos. Y no una cualquiera una muy grande.

Me quedé viendo el hacha pero cuando bajó no fui capaz de mirar hacia el animal y me giré para salir corriendo al castillo sin mirar atrás y escuchando a Hagrid gritar.

~~V.R~~

Me desperté hiperventilando, sudando, no podía moverme como en en sueño y mis ojos estaban llenos de lágrimas.

Apenas eran las ocho y mis compañeras ya habían bajado a desayunar. Me vestí y me peine. Intenté disimular mis ojos rojos y ojeras pero no pude.

Baje al comedor y allí estaban Draco y Blaise.

—¿Qué te pasa Layla?— me preguntó Blaise, quien me vió primero.

—Hoy es 31 de octubre hoy vienen el resto de colegios.— dijo Draco feliz.

—Una pesadilla, solo eso.— les dije. Aunque gracias a ese recuerdo había quedado traumada de por vida y nadie sabe que yo estaba ahí en la ejecución.

No grité, no me moví, no hablé, no podía hacer nada. Nadie lo sabe, ni creo que lo vaya a saber nunca. Tenía la necesidad de decírselo a alguien pero que le iba a decir "hey tú, vi una ejecución en vivo y no hice nada" no lo sé.

—Layla, ¿segura que estas bien? Estás sudando.— dijo Draco. Le abracé y empecé a llorar en su hombro.

—Hey, nunca te había visto llorar así. ¿Que a pasado?— dijo Blaise.

—El año pasado, cuando mataron al hipogrifo. Yo estaba delante.— dije.

—¿Como? Lo prohibieron.— dijo Blaise.

—Después de abofetear a Draco me fui a la cabaña de Hagrid y me escondí tras una calabaza a llorar, ni si quiera oí las voces del ministerio y cuando me levanté. El señor tenía el hacha levantada y no podía hacer nada no podía gesticular nada. NADA.— dije llorando aún más fuerte.

—Es culpa mía, nunca tuve que decir eso.— dijo Draco.

—No, amor, no es tú culpa.— le dije yo mirándole.

—Claro que sí pastelito. Bueno vamos a la sala común.— dijo él. Hoy no había clase por le llegada de los colegios para prepararlo todo.

—Ir vosotros yo voy a ver a Dumbledore.— dije separándome de los chicos.

Me dirigí al despacho, mis lagrimas aún rozaban mis mejillas y la gente me miraba raro. A mi no me importaba lo que pensarán de mi.

—Buenos días profesor.— dije al entran.

—Buenos días, deberías estar preparándote. No querrás que te vean así.— dijo mirando mi cara.

—Sobre eso venía hablar. El día que ejecutaron al hipogrifo yo...— dije yo pero el me interrumpió.

—Ya sé que estabas ahí, no deberías de haber estado, te recomiendo que guardes el recuerdo en un bote para el pensadero y vayas a hablar con tú padre.— dijo.— un caramelo de limón.

—No, gracias. ¿Pero cómo?— pregunté secándome las lágrimas.

—Soy Dumbledore.— me respondió.

—Ah, eh, sí, cierto, adiós.— dije pensativa.

—Adiós.— escuche antes de cerrar la puerta.

Hablar con mi padre, está loco. Y si me interna en alguno de estos colegios que son más extrictos, o en un manicomio o psicópata. No a mi padre no.

Los profesores nos dijeron que teníamos que ir bien pero con el uniforme. Yo no sabía que hacer así que me puse el uniforme, me hice una coleta y me tapé las ojeras un poco.

Salimos al puente y nos colocarón por cursos. Tiempo después de esperar y pasar frío. Apareció Beauxbatons, seguido de Durmastrang. Entramos al Gran Comedor e hicieron una entrada mágnifica cada colegio.

****
Narra Harry

El caliz de fuego estaba eligiendo a los tres campeones. Krum era el de Durmastrang, Fleur la de Beauxbatons y Cedric el de Hogwarts.

Dumbledore estaba felicitando a los campeones. Cuando las llamas vuelven a ponerse de color rojo y sale otro papel. El profesor lo vio y cogió.

—Harry Potter.— dijo este.

—Vamos Harry.— me susurró Hermione.

—¡HARRY POTTER!— grito Dumbledore.

—Venga Harry.— dijo Hermione daedome un empujóncito.

Yo me levante y trague saliva. Volví la cara hacia mi hermana, me hizo un gesto hacia arriba con los pulgares mientras Draco se burlaba.

Pase por delante de todos los profesores, todos me miraban decepcionados, hasta Hagrid. Todo el comedor susurraba mientras yo entraba en la sala donde estaban los demás campeones.

—¿Qué pasa hay que salig?— me preguntó Fleur. De repente se abrió la puerta de la sala y los directores y algún profesor más el ministro entraron.

—Pusiste tú nombre en el cáliz Harry.— me dijo Dumbledore. Yo estaba sudando y nervioso.

—No señor.— dije temblando.

—Convenciste a algún alumno para que lo hiciera.— dijo aún más enfadado.

—No señor.— le dije yo temblando y sudando cada vez más.

Estuvieron hablando un rato y decidieron que participará aunque fuera menor de la edad mínima.

Narra Ron

Como siempre Harry el protagonista, se lo podía haber dicho a su mejor amigo. Siempre está él de por medio en todo.

Y yo siempre soy su sombra.

Snape ✔️Where stories live. Discover now