Snape ✔️

29-Mortífaga Y Prefecta

Narra Harry

Estaba en el Callejón Diagón con Ron y Hermione comprando algunas cosas.

-Harry.- me llama Ron.- ¿Qué hacen tú hermana y Draco con la señora Malfoy en estas calles?

Mire hacia dónde me señalaba y no solo ella y los nombrados estaban también estaban algunos hombres con capa.

-Sí es ella, vamos a seguirlos.- dije.

-¿Estas loco Harry? Es tu hermana pero es su privacidad, seguro que estan de compras o algo así.- habló Hermione.

-Vamos Herms. Con ellos.- dijo Ronald.

-Vamos, seguro que le molesta que le persigais.- la defendió

-Vamos Ron.- ordene a mi amigo.

Salimos de la tienda y los perseguimos, hasta que llegaron a una tienda.

Narra Layla

Estábamos entrando a la tienda y note como alguien nos estaba mirando así que mire para atrás. Pero no vi nada.

-¿Qué pasa pastelito?- me pregunto Draco.

Me giré hacia él.

-Nada cielo, sigamos.

Seguimos a la tienda donde nos estaban esperando más mortifagos.

-Buenas tardes queridos.- dijo un encapuchado.

-¿Quién empieza?- preguntó otro.

-Yo.- dijo Draco.

-Pero que valiente.- habló el primero.

Draco tendió su brazo a los dos encapuchados, y los otros dos que nos acompañaban nos sujertaron a los dos. No hice nada puesto que no tendrían ningún problema en matarme.

Pusieron la varita en el brazo de Draco y hablaron en parsel. Draco se retorcia de dolor mientras la marca se formaba en el brazo.

-Te toca señorita Snape.

Trague sonoramente y tendí mi brazo. Ellos me pusieron la varita y notaba como un crucio solamente por el antebrazo. Vi como se formaba la marca tenebrosa. Cuando terminaron me baje la manga rápidamente.

-¿Veis este armario?

Atentimos.

-Hay un igual en la sala de los menesteres, pero está roto. Vuestra primera misión es sencilla, arreglarlo antes del 30 de Junio. En Navidades os explicaremos el resto.

Asentimos y Narcissa nos llevó a casa.

-Hola Lucius, hola padre.- saludé cuando entramos.

-Quiero verla, quiero ver la marca.- grito Bellatrix.

Esta me cogió el brazo izquierdo y me subió la manga bruscamente. Aparte mi brazo de sus manos y me baje la manga.

-¿No te gusta?- preguntó la loca.

-Sí, solo que escuece.- me queje.

-A ver la tuya Draqui.- dijo cogiéndole el brazo.

El se mantuvo firme frente a su padre y yo agachada la cabeza y miraba el suelo.

-Estoy orgulloso Layla.- me dijo mi padre.

Asentí con la cabeza y subí las escaleras para entrar al baño. Ahí empecé a vomitar.

Nadie me vio, algo que agradecí, me mire al espejo. Parecía igual, salvo mi piel palida, pero a mi no me gustaba como era ahora, parecía un monstruo.